Independence day.Roland Emmerich.











Imagen cedida por BMA House a cinelodeon.com



Ficha técnica, sinopsis, notas de prensa, trailer. (Pinchad aquí)


Críticas:


El nuevo film de la saga ha gustado a la prensa y ha generado buenas críticas, con algunas de las cuales estamos más de acuerdo que con otras:

Javier Ocaña no oculta que ha disfrutado del film, incluso de aquellos aspectos que menos le agradan y que asocia con el colesterol, aunque confiesa que espera una nueva entrega que satisfaga su placer culpable. Sin embargo ha pasado por alto los aspectos más interesantes de la película, de los que habla de pasada y de forma superficial."Roland Emmerich ha inventado el extraterrestre macarra de extrarradio, el que cambia las gomas de su aeronave en Aurgi, el que dice "tó guapo" después de hurgarse los dientes con la punta de su láser, el que lleva un tatuaje tribal encima del culo. Independence Day: contraataque es al cine lo que la Rebe a la elegancia: su refutación y éxtasis." (1)

Jordi Costa, sin mostrar demasiado entusiasmo, incide en dos hechos que han redundado negativa y positivamente en su valoración, sin entrar demasiado profundamente en la forma y el discurso del film. Por un lado se lamenta de que " lejos de la tradicional retórica visual de esos platillos volantes que surcaron, y definieron, el cine de ciencia-ficción de los 50 —con La Tierra contra los platillos volantes (1956) como gran modelo canónico— aquí la invasión avanza como una asfixia lenta " ; por otro, celebra que haya abandonado el " tradicional desfile de imágenes apocalípticas que ofrece el cineasta, que, en esta ocasión, se desencadena en forma de pesadilla ralentizada, esbozando un nuevo imaginario que libera al espectador del trance de someterse al tan acostumbrado juego de redundancias en la nueva cultura de la secuela, el remake y el reboot." (2)

Pero hemos de tener en cuenta que películas como 'La Tierra contra los platillos volantes'  de Fred F. Frears (1956), o  la película de Robert Wise, 'Ultimatum a la Tierra', (1951), se realizó en una época de enfrentamiento entre bloques capitaneados por EE.UU. y la URSS, en un contexto de la guerra fría que surgió tras la segunda guerra mundial. La amenaza constante de enfrentamiento nuclear, influyó en la creación de una iconografía minimalista, potente y eficaz, que inspiró a realizadores posteriores de la categoría de George Lucas, Tim Burton o Ridley Scott. La llegada de un ovni, despierta los monstruos del hombre de mediados del siglo XX: el miedo y la desconfianza ante el extraño y el diferente. Estas películas están ejecutadas hábilmente con la tecnología de la época, (proyecciones traseras, modestia en la decoración de los sets y la figuración de los alienígenas, realizada con actores enfundados en trajes más o menos aparentes), con un lenguaje visual que obvia lo superfluo y todo aquello que pueda desviar innecesariamente la eficacia del relato que alerta al espectador sobre la posibilidad de creación de un orden mundial, que se sirve de un cuerpo policial formado por autómatas para la represión de actos de violencia que puedan en peligro a los planetas vecinos.

El objetivo de esta fuerza galáctica no es otro que evitar amenazas y agresiones entre las distintas naciones del planeta Tierra, que restan fuerzas a los humanos para seguir progresando en un mundo en paz. Films antimilitaristas  que establecían categorías universales como la libertad de los pueblos, la no injerencia en asuntos internos, la supremacía de la ciencia y la ideología por encima de la política y el ejército, etc., y por otro denunciaban la política de bloques y la guerra psíquica que padeció el hombre desde el fin de la guerra hasta la caída del muro de Berlín. Hoy, liberada la humanidad de la amenaza nuclear, pero amenazada por riesgos no menores como el terrorismo, intenta lanzar un mensaje de unidad sin fisuras, que exige símbolos mas complejos frente a amenazas dispersas, para combatir a un enemigo exterior que ya muestra profundas disidencias en su seno.

Oti Rodriguez Marchante ve factores de entretenimiento aceptables en esta segunda entrega, aunque prefiere la anterior y el protagonismo de Will Smith: " De una película de marcianos lo menos que puede uno esperarse es, primero, que sea completamente inverosímil (más tranquilos todos, si no parece posible), y segundo, que sea entretenida y que pierdan los marcianos. Y esta secuela cumple esos requisitos mínimos: no hay quien se la crea y te diviertes (si quieres) con toda la morralla argumental y todo el jaleo terrícola para contrarrestar un nuevo ataque más bestia, más vikingo, de la marciana reina y sus obreros y soldados marcianos, porque tienen una organización como de hormiga o abeja." (3)

Jordi Batlle Caminal destaca los aspectos positivos, aunque critica su previsibilidad: " Veinte años después, el cineasta de origen alemán vuelve por sus fueros, como un Cecil B. De Mille abriendo mares digitales, con esta secuela de estructura y ambición parecidas, aunque agradecidamente más ligera y digestiva (dura 24 minutos menos que el original). Su idea más descabellada es la de presentarnos un 2016 tecnológica y astronómicamente mucho más avanzado del que conocemos. Y es que ambientarla en un futuro lejano habría impedido la comparecencia de los personajes/actores de la entrega precedente, entre quienes conmueve ver a un ya muy desmejorado Robert Loggia, fallecido el pasado diciembre."

Aunque no me ha gustado nada la crítica de Alejandro Alegré, sencillamente porque no da más argumentos que sus propios gustos, debo reconocer que en algún momento me ha divertido por el desparpajo de que hace gala: " En otras palabras, la segunda película es como la primera, pero más grande. La nave de los extraterrestres es más grande. Tan grande que cubre una octava parte del planeta. Tan enorme que posee su propio campo de gravedad, de manera que absorbe ciudades como Pekín y Kuala Lumpur y Dubái enteritas, en cuanto las sobrevuela; y luego las lanza al pasar sobre Londres, que queda convenientemente aplastada -toma Brexit-. Es decir, la idea de esta película de un ataque alienígena es una gigantesca pala hidráulica que te arranca las tomateras del jardín y las lanza al del vecino." (4) Hay que reconocer que tiene gracia, aunque carece de todo rigor, ya que afirma que es más grande que la anterior, a pesar de que todos celebran que dura menos, pero a él esta circunstancia parece darle igual.

Comentario:

Algunos críticos americanos han reaccionado mucho más negativamente que los españoles, aunque el adjetivo que han utilizado de forma clónica es el de divertida, es decir, película escasamente divertida, una calificación demasiado subjetiva. Lo primera conclusión que se puede extraer del visionado del film es  que apenas pesan las dos horas de duración de una historia jalonada de gags frescos y divertidos; la segunda quizás no va a gustar a algunos, y es que Roland Emmerich hace una película de personajes sobre un fondo distópico de destrucción, que se produce, generalmente en segundo plano, para cuya creación parece haber sido un alumno más aventajado de George Lucas y Ridley Scott que el propio J.J.Abrams, cuyo alabado episodio VII parece desinflarse cada día que pasa. El cineasta alemán no sólo se ha empapado de las películas de ciencia-ficción que le han precedido, sino de series galácticas de televisión, y en especial  The Clone Wars, unas películas de animación que gozan de una rica y variada temática y una abundante iconografía. Fruto de los esfuerzos que le precedieron es esa gigantesca y espectacular abeja-reina, que se enfunda en una armadura que reproduce su anatomía; en el film están presentes, de una manera u otra, el Halcón Milenario, la nave de Blomkamp en 'Distrito 9' o la de 'Encuentros en la tercera fase' de Spielberg, que cubren con su inmensidad la ciudad, el océano o las tierras objeto de su destrucción.



Además, el cineasta alemán acusado de patriotero, aunque se declara anti-americano, vuelve a convertir en objetos de su fingida destrucción edificios emblemáticos, en esta ocasión el Big Ben o el Puente de Londres, un hecho que  verbaliza satíricamente uno de los personajes. El rechazo de la nueva invasión extraterrestre corre a cargo de as nuevas generaciones, vigiladas de cerca por los que les precedieron en el envite alienígena anterior y que ahora piensan que deben sacrificarse para no defraudar a los que deben coger el relevo y por los que lucharon en el pasado, un punto de vista que evidencia de nuevo que el cine americano se preocupa por lo que pasa en el mundo y se pone a la vanguardia, representando una sociedad en la que priman las relaciones intergeneracionales y en la que, en los peores momentos, los hijos que asumen misiones de responsabilidad, acuden al rescate de sus padres, mostrando que la transición puede ser ordenada; imágenes subliminales que se incorporan en el imaginario colectivo en lugar del enfrentamiento frustrante para unos y otros. La última escena nos muestra a todos los que han tomado parte en la batalla, unidos fraternalmente.

También Emmerich nos muestra el respeto que los norteamericanos muestran a quienes han sido sus presidentes, a los que rinden los mismos honores que cuando ejercían el cargo, que ahora ostenta una mujer, un hecho que puede convertirse en real en las próximas elecciones. La hija del ex.presidente, interpretado por  Bill Pullman, -presidente en la primera película -, no sólo ostenta un alto cargo en el Capitolio, sino que es una combatiente más, un piloto tan aguerrido como sus compañeros. Muchas cosas han cambiado en el tiempo transcurrido entre una y otra película, y no sólo en su estilo e imaginería, sino en el mundo que le rodea y en cuya construcción el realizador ha caído en una contradicción casi obligada: ha situado su historia en la actualidad, en 2016, con el objetivo de introducir los mismos personajes que protagonizaron la primera entrega, uno de los cuales murió en diciembre de 2015, un tiempo histórico en el que la tecnologia no se encuentra tan avanzada, algo que carece de importancia ya que muchos exigen alcine de ciencia-ficción una total inverosimilitud




(1) El placer culpable del extrarradio. Diario 'El Mundo', 30 de junio de 2016.
(2) Vigilad, de nuevo, los cielos. Diario El País, 1 de julio de 2016.
(3) Crítica de "Independence day': contraataque":el espíritu de la colmena?  marciana. Diario ABC, 1 de julio de 2016.
(4) 'Independence day II', una película risible  y algo mucho peor: también tediosa. El Confidencial, 1 de julio de 2016.


 

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