Buda explotó por vergüenza.Hana Makhmalbaf. Ficha técnica










Ficha técnica:


Título original:
País: Afghanistan.
Año: 2007
Duración: 77 minutos.

Dirección: Buda explotó por vergüenza.
Guión: Marziyen Meshkini.
Dirección de fotografía: Tolib Fhakhidi, Ostad Ali.Shakhidi.
Música: Tolibhon
Sonido: Hossein Mahdavi, Farid Pirayesh.
Dirección artística, Diseño del set: Akbar Meshkini.
Editor: Mastaneh Mohajer.
Mix: Hossein Mahdavi.

Productor manager o manager ejecutivo: Fakhrodin Ayyam.
Lab- Arri Film.
Compañías productoras: Makhmalbaf Film House, Wild Bunch.




Intérpretes:


Bakhtay Noroozali: Nihbahth Noruz,
Abdolali Hosseinali: chico talibán,
Abbas Alijomeh: Abbas.


Sinopsis:


Baktay es una niña de seis años que vive bajo una estatua de Buda que destruyeron los talibanes. Su mayor deseo: poder estudiar. La violencia está por todas partes y el camino hacia la escuela será una dura prueba para Baktay. Los otros niños la acosan imitando con crueldad a los mayores, quieren dispararle o simplemente destruirla como al Buda. ¿Logrará Baktay superar estos obstáculos para poder aprender los alfabetos de su lengua materna?


Comentario.

¡MUÉRETE, SI NO  LO HACES, NUNCA SERÁS LIBRE!


La película es obra de Hana Makhmalbaf, una joven nacida el 3 de septiembre de 1988 en Teherán, que ingresó en la escuela de cine Makhmalbaf después de acabar el segundo grado y allí estudió durante ocho años. Ha trabajado como supervisora de guión y fotógrafa de varias películas. Su primer cortometraje, "The day my aunt was ill", recibió una buena acogida internacional en el Festival de Cine de Locarno en 1997, cuando tan sólo tenía 9 años. A los 14 años de edad, Hana rodó un documental "detrás de las cámaras" basado en la película dirigida por su hermana y lo llamó "Joy of Madness". Publicó su primer libro de poesía, "Visa for one moment", en el año 2003 a los 15 años de edad. El largometraje "Buda explotó por vergüenza" es la primera película de ficción de Hana, cuando tan solo tenía 18 años.


Esta joven sorprendente había realizado con anterioridad labores de supervisión de guiones, -'Dios, construcción y destrucción' de Samira Makhmalbaf  (2001); 'El día en que me convertí en mujer 'de Marziyeh Meshkini (1999), 'La puerta de Mohsen Makhmalbaf' (1998), 'La manzana de Samira Makhmalbaf' y ' El silencio de Mohsen Makhmalbaf '(1997) -; participó como fotógrafa en 'El día en que me convertí en mujer' de Marziyeh Meshkini'  (1999) y 'Sexo y filosofía' de 'Mohsen Makhmalbaf (2005).



El 20 de Noviembre de 2009, mis alumnos y yo realizamos esta reflexión que incluimos en un blog de igualdad: " Los ciudadanos del mundo desarrollado, estrella polar errática de la humanidad, contemplamos las aflicciones de los hombres desde la perspectiva del maltratador y nunca nos ponemos en la piel de la víctima de todas las humillaciones. ¿Qué siente una mujer objeto de todas las humillaciones imaginables? Vergüenza, vergüenza de proclamar al mundo que no la quieren, que no merece el respeto ni por su atractivo, ni por sus méritos personales. Por eso calla y trata de pasar inadvertida, ser invisible para los demás, aun sabiendo que esta actitud puede tener consecuencias irreversibles. ¿Qué siente una persona a la que se ha negado la educación? Vergüenza, vergüenza de admitir que su discriminación ha tenido como consecuencia la ignorancia. ¿Qué siente un campesino que ama su tierra cuando ve que se la destruyen? Vergüenza de aparecer como un paleto ante los señoritos de los adosados que surgen como setas. Después viene lo peor: el pánico, el miedo a la discriminación, a engrosar el mundo de los apestados, de los intocables, a pasar su vida avergonzados por algo de lo que incluso han llegado a conseguir que se sientan culpables. Culpables ¿de qué? Culpables de consentir, de su pobreza y desamparo que llevan a cuestas como si fuera algo genético. Pero la gran virtud de esta película es que este mundo, tan injusto, es visto con la mirada de los ojos inocentes de una niña, de seis años. Esta niña no conoce aún la vergüenza, es demasiado pequeña, ni sabe lo que es el pánico. Es capaz de hacer grandes recorridos para ir a la escuela, para vender huevos o pan a cambio de un cuaderno y un lápiz. ¡Cómo se reirían de ella aquellos que no tienen más que pedir lo que sea para que una turba se ponga en marcha para complacerlos! Pero la inocencia (innocens = que no causa mal, que no sabe) de la niña produce el milagro, el milagro de hacernos sentir la vergüenza que no podemos transferirle a ella, salvo que seamos unos desvergonzados. Por tanto, es aconsejable que todos aquellos que se preocupan por la vida y la dignidad de las personas pierdan un poco de su tiempo para reflexionar sobre esta realidad, y no estaría mal que sintieran un poco, aunque sea compasivamente, la vergüenza por su propia responsabilidad y no intenten trasladársela a la víctima." ( Publicat per CMRL a les 19:58. www.aliciaanteelespejo.blogspot.com). No estaba mal como reflexión de Instituto.


Carlos Boyero fue muy explícito en el comentario que realizó cuando se estrenó esta película en España, del que Filmaffinity publicó un extracto: ""Conmovedora película (...) Le basta con una cámara, escenarios naturales, niños que desprenden autenticidad y tener claro lo que quiere describir para lograr un documento terrible, tierno y necesario."; Oti Rodriguez Marchante hace un análisis algo más confuso "Es la película más ingenua, deliciosa, pura, penetrante, alegórica, inteligente, sencilla y a la vez enrevesada que habrán visto en mucho tiempo."



La verdadera escuela de los niños. El niño trata a la niña como 
el combatiente a los presos que detiene y tortura.

Hoy, al volver sobre ella, vemos mucho más. Se ha dicho que Hana muestra cierta bisoñez, cosa que, seguro que, con el tiempo se le habrá pasado. Lo peor es cuando se escribe con más ingenuidad todavía cuando se le dobla la edad. Esta joven cineasta nos cuenta una historia sencilla, aunque terrible, de una niña, Baktay, que sólo quiere ir a la escuela para aprender a leer y disfrutar de historias sencillas. Pero esta niña de seis años tiene un conocimiento inaudito del mundo que la rodea: sabe que todo tiene un precio, incluso un cuaderno y un lápiz y pregunta al tendero cuánto vale; vive en las cuevas que rodean las inmensas hornacinas donde estaban los budas gigantes que destruyeron los talibanes, y sólo tiene un amigo, un chico llamado Abbas, que la trata como su igual y le enseña el valor de la escritura, pero que debe soportar que su madre lo ate a la cueva en la que vive durante su ausencia. Baktay va aprendiendo de unos y otros, y, a su corta edad, aunque todavía no conoce la esencia del mal radical y sabe que los niños juegan, siente rechazo  hacia sus representaciones infantiles de guerras y represión de las mujeres. Los niños que, a imitación de sus mayores, juegan a talibanes, reprimen a las niñas que disfrutan pintándose los labios con los carmines de sus madres, son guapas o mascan chicle, y ya van apuntando maneras que harán exclamar a Abbas, tras la tortura a la que lo somete una pandilla ociosa que no asiste a la escuela: "Cuando sea mayor os mataré"; en el segundo encuentro con estos niños despiadados que la emprenden contra la chica, Abbas le grita  a su amiga: "Muérete, si no lo haces, nunca serás libre".


Se ha querido hacer un análisis del film ajustado a patrones literarios, y encuadrarlo en los relatos de viajes, en los que un hombre o una mujer tiene encuentros diferentes durante el camino que contribuyen a forjar su personalidad. Pero el viaje que realizan estos niños es largo para su edad, pero muy corto para un adulto: se puede hacer siguiendo un pequeño barco de papel que confecciona un pescador para Baktay, y la gente con la que se tropieza no es muy diferente a la que se encuentra cuando busca a su madre en el río, en el que lava la vajilla y la ropa con las demás mujeres que habitan a los pies de los inmensos huecos que han dejado los Budas, con una sensible diferencia: en el nuevo recorrido, hacia el mercado o hacia la escuela, Baktay solo encuentra hombres, de diferentes edades y profesiones y niños ociosos. Sólo hay una excepción: la maestra y las niñas del colegio, que no siente ninguna solidaridad con ella. Los niños con los que tropieza y las chicas que tienen atrapadas en la cueva en su simulacro de combates, utilizan un lenguaje terrible: detenidos, talibanes, terroristas, muertes...; Abbas aprenderá, además, el precio que hay que pagar por solidarizarse con un ser del sexo opuesto. Si todo esto fue capaz de captarlo Hana a una edad tan temprana, (hay que leer los títulos de las películas en las que colaboró como guionista o fotógrafa), hay que reconocerle una capacidad de observación de la realidad muy superior a la de otros cineastas mucho mayores que ella.

La estructura del film indica que, a sus pocos años,  Hana ya había visto mucho cine, y había sido capaz de distribuir el significado de su historia de forma inteligente, optando por una disposición circular de los materiales: Comienza con la explosión de las enormes estatuas de Buda por los talibanes y acaba con la misma imagen, después de que Abbas pronuncia la terrible advertencia a Baktay, y ésta se deja caer de espaldas en el suelo, una imagen en off visual de la que sólo vemos la sombra, seguida de la explosión que abre el film. Pero algo habrá cambiado la percepción del espectador, que sabrá para qué le sirve el pañuelo a la niña, si puede aprender a leer o se lo impide el contexto, el grado de entrega de otras mujeres a su causa, incluida la maestra, y la actitud sumisa que presenta la más mayor de las 'detenidas' que ya tiene cierta conciencia de su 'deber'. Una película que nos dice más que muchas otras sobre cómo se forja una personalidad en un contexto determinado, que muchos debieran ver. Un film existencialista realizado por una niña de 18 años, lo que nos hace estremecer. No es la primera vez que se utiliza la inocencia de las victimas y la crueldad infantil para representar, mediante un uso desplazado de la lengua, la crueldad de la tiranía y nocabe la menor duda de que Hana Makhmalbaf lo consigue.


El film se puede encontrar en Youtube.

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