El terror llama a su puerta. Fred Dekker.




JOHNNY ¿POR QUÉ NO VOLVEMOS AL PARQUE?. TE DEJARÉ QUE ME TOQUES EL PECHO.




Ficha técnica:


Título original: Night of the Creeps.
País: USA.
Año: 1986.
Duración: 90 minutos aprox.

Dirección: Fred Dekker
Guión: Fred Dekker.
Casting: Ilene Starger.
Dirección de Fotografía: Robert C.New.
Música. Score: Varry de Vorzon;  ;supervisor: Rick Riccobono.
Edición: Michael N.Knue.
Director artístico/decorador: Maria Caso.
Coordinador de especialistas: Mickey Gilbert.
Diseñador del set: Cynthia C.Rebman.
Efectos especiales: David Stipes & Richard L. Bennett.

Diseño de Vestuario: Eileen Kennedy.
Maquillaje de efectos y diseño de los creeps: David B.Miller.
Estilista de peluquería: Frankie Campbell.
Maquillaje: Kyñe Rae Tucy

Productor: Charles Gordon.
Productor asociado: Donna Smith.
Diseño de producción: George Costello.
Compañías: TriStar Pictures

Intérpretes:



Jason Levy: Chris,
Steve ;arshall: J.C.,
Jill Withlow: Ray Cameron,
Wally Taylor: Detective Landis,
Tom Atkins: Detective Cameron,
Allan J.Kayser: Brad,
Ken Heron: Johnny,
Alice Cadogan: Pam,
June Harris: Karen,
David Paymer: Joven científico,
David Oliver: Steve,
Dic Miller: Madre de la casa,
Bruce Solomon: Sargento Raimi,
Vic Polizos: Coronel.


Sinopsis:


Un peligroso organismo extraterrestre llega a la Tierra. Se trata de unas babosas del espacio que se introducen por la boca de la víctima, alojándose en el cerebro y convirtiéndolas en auténticos zombies. Así, estas babosas alienígenas siembran el terror adolescente en esta producción de los ochenta que homenajea el cine de terror de serie B.


Comentario:


El fragmento de diálogo que hemos seleccionado para el tagline informa, en parte, acerca del subtexto de un film de serie B, que sorprende por su puesta en escena y el protagonismo de unos bichos muy cutres, unas babosas que circulan a una velocidad inusitada, entran por la boca de su víctima y colonizan su cerebro, de tal forma que aquellos que han sido atacados siguen andando, si bien de forma lenta y descerebrada como hacen los zombies.

Estos alienígenas tan particulares, lanzados desde una nave extraterrestre por unos colonizadores del espacio inenarrables, unos muñecos en los que se distinguen las costuras, se ceban en una haigh school en la que unos jóvenes de clase media alta apenas se relacionan con los lugareños. Una secuencia preliminar ubica al espectador en 1959; filmada en blanco y negro pone el foco en la forma en la que los jóvenes de aquella época practicaban el sexo en los coche, en lugares apartados de la mirada de los adultos, aunque presa fácil de los desaprensivos; una pareja juguetea hasta que un policía, que ha dejado de ser novio de la chica sin que ella lo sepa. la descubre en una situación comprometida con otro chico, y, aunque les advierte del peligro, mueren asesinados por el hacha del verdugo. Este policía participará años después, en 1986, en los acontecimientos que se producen, ahora provocados por los alienigenas, en la semana de promoción del curso de 1986.

En la secuencia inicial se dota de significado al uso del blanco y negro para ubicar en la década de los 50 el origen de la obsesión del detective  Cameron, protagonizado por Tom Atkins, en la persecución del crimen, que jugará el papel de héroe en la fase de confrontación del film, en la que se enfrentará a una de las visiones más cutres y bizarras del cine de explotación de terror de serie B, con sus asombrosas babosas que, a diferencia de los zombies de It Follows, que avanzan lentos pero seguros, te atrapan, sí o también, por la rapidez con la que se desplazan.

El terror llama a su puerta pertenece a ese tipo de películas que gusta más un público joven que busca divertirse con la desfachatez del objeto del terror y con las barbaridades que sugieren las imágenes, que a los críticos que, al final ya no sabemos bien que buscan, pero que al final acaban por no manifestarse ante estos productos que no pueden ser calificados de mainstream, pero en ocasiones descansan en un subtexto muy interesante.



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