Loving. Comentario. DVD, Blu ray





Ficha técnica, sinopsis, cartel y trailer. (Pinchad aquí)


Comentario:



Jeff Nichols, un joven cineasta de 38 años, escribió su primer guión para una historia protagonizada por Michael Shannon, un film que realizó con tan sólo $250.000, que, aunque es un cifra modesta, muchos, demasiados, necesitan media vida para acumularla: Shotgun Stories es una producción en la que estaba definiendo un estilo que descansa en un fiel retrato del condado en el que vino al mundo, Carolina, integrado en el estado de Virginia. En 2011 escribió Take Shelter, de nuevo protagonizada por su actor fetiche, Michael Shannon, al que reserva un pequeño papel en Loving . Al año siguiente, 2012, confió en Mathew McConaughey para presidir el elenco que protagonizó Mud, año en que fue reconocido su talento al ser nombrado Presidente del 7º Festival de cine de Roma. Antes de volver sobre sus esencias, en 2016 se enfrento a un género, la ciencia-ficción, en el que un cineasta se la juega por la complejidad y la abstracción sobre la que se sustenta el relato, Midnight Special, un esfuerzo que fue recompensado con el Oso de Oro del 66 Festival de Cine de Berlín. Una carrera corta que nos coloca ante el film que ahora analizamos y que muestra, no sólo el genio del cineasta, un hombre de apariencia sureña, sino su penetración en la psique y la idiosincrasia de sus compatriotas. Un análisis sin palabras, como pocos han realizado en el cine.

En Loving narra una historia, basada en hechos reales (sean cuales sean sus protagonistas, en un momento determinado la sociedad avanza y se lleva por delante convenciones sociales sin sentido). El relato refleja como pocos en la vida real el triángulo de la violencia que formuló teóricamente  el noruego Johan Galtung, que tiene tres vértices: estructural, cultural y directa. Existe la convicción en ciertos sectores minoritarios de la sociedad de que hay una minoría superior que dicta sus dogmas, asumidos ipso facto por masas adocenadas a las que agota pensar y prefieren que otros lo hagan por ellos, pero que, al final, son las encargadas de ensuciarse las manos extorsionando, chantajeado e incluso agrediendo a quien no se pliega a sus dictados. En este estado se practicaba  una especie de segregación que se basaba en el principio de que los negros y los blancos (ahora afroamericanos y caucásicos) son especie distintas, que no se podían relacionar, y en caso de hacerlo y tener hijos estos serían bastardos o híbridos, que violentaban la ley de dios, El apareamiento de un hombre y una mujer que no pertenecían a la misma raza era considerado algo similar a la zoofilia, un argumento que no podía aceptar la esencia de la Constitución norteamericana que redactó la Carta de los derechos de los Estados Unidos que engloba las diez primeras enmiendas.




Este  es el contexto histórico, social y cultural en el que se enamoran Richard (Joel Edgerton) y Mildred  /Ruth Negga), un hecho producto del azar en el que nada tiene que ver la decisión o la práctica del libre albedrío del hombre. Y aquí no es imparcial Jeff Nichols, una actitud que queda patente en la caracterización de Joel Edgerton como un redneck, (un hombre que tiene el cuello rojo porque realiza trabajos al aire libre, agricultor o albañil, como ocurre con el protagonista, término que hoy se utiliza para designar a los conservadores sureños), de cabello casi albino, rapado, y mirada huidiza y esquiva, que no quiere acumular más problemas al que provoca su enamoramiento de  su 'habichuelita', como el llama a la mujer de la que se ha prendado, una espléndida Ruth Negga, espigada, altiva, de mirada inteligente y gesto decidido. Condenados por violentar las leyes del estado, después de contraer matrimonio en el estado de Washington, son condenados a un año de cárcel, de la que pueden evadirse con una pena alternativa: 25 años de exilio.




Ambos aceptan estas condiciones, que supone un alejamiento de sus familias y amigos, hasta que el fortalecimiento del black power (poder negro) y las marchas sobre Washington lideradas por Martin Luther King abren una brecha de esperanza en la vida de esta pareja, gracias a la tarea que a la par desarrolla Bob Kennedy apoyado por los defensores de los derechos civiles contra la segregación.Es ahora cuando surge el verdadero talante de Richard, que da permiso a los abogados del senador, pero no piensa hacer nada, ni siquiera asistir al juicio en pro de su causa y la de todos los que padecen su misma situación, aunque eso suponga volver a la cárcel. La sumisión de la mujer, más intelectual que impuesta, obliga a Mildred a quedarse también en casa, esperando que otros se muevan y se pongan en riesgo por ellos. Al final Kennedy y sus activistas ganaron la batalla y esta pareja pudo vivir en paz con sus hijos cuando en 1967 fue legalizado el matrimonio interracial en el conjunto de los Estados Unidos de América. Un año después fueron asesinados Martin Luther King y el senador Robert Kennedy. La visión de Jeff Nichols no es muy amable con el protagonista de esta historia, que, suponemos que, un hombre nacido en el condado de Carolina, sabe interpretar mejor que nosotros.

Una visión nada edulcorada, que muestra una vez más el que el bienestar de todos depende, con demasiada frecuencia, del sacrificio de unos pocos. Una película que no podemos dejar de ver, para entender el  esfuerzo que realizó  la ACLU (American Civil Libertes Union) con su abogado, Bernard S. Cohen al frente y al que vemos con el agua al cuello y sudando la gota gorda en la defensa de  la pareja,  un hombre que hoy defiende el derecho al matrimonio homosexual. Con todo fueron  Mildred y Richard Loving  quienes recogieron el éxito que sigue siendo recordado cada 12 de junio en Estados Unidos, durante el llamado Loving Day. Aunque Jeff Nichols refuerza el mito, realiza un perfil de sus protagonistas que es totalmente verosímil y creíble.



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