Orlando. Sally Potter. Crítica.






Ficha técnica, sinopsis y premios, cartel y trailer  ( Pinchad aquí)


Crítica:


El pasado día 16 se estreno un film, muy recomendable para quien quiera contrastar sus impresiones sobre la posmodernidad, dirigido por Sally Potter, una buena oportunidad para revisar su filmografía y, en especial 'Orlando', un film de gran interés para aproximarnos la cuestión del género, las investigaciones en torno al estudio científico del tema, o las diatribas, recogidas en caucus feministas, que exigen un gran esfuerzo de las Universidades más prestigiosas. El visionado de este film nos ayudará a entender algunas actitudes que responden el background de su última película, The Party, uno de cuyos personajes es una mujer lesbiana, profesora universitaria de género, que forma a sus alumnos en estudios superiores acerca de la materia y que, como los demás se encuentra en medio de un proceso de revisión de alguna de sus ideas, que le provoca severos roces con su joven compañera con la que ha decidido tener hijos.




Aunque Sally Potter cree que el feminismo "es una palabra volátil",  admite que su película hace una lectura de la novela desde "la complejidad y la riqueza femenina". "Orlando muestra esta complejidad, pero también hace hincapié en la idea de (Virginia) Woolf de que la vida es difícil, tanto para la mujer como para el hombre, algo que ciertas personan ignoran con intención de aprovechar el dolor de muchas víctimas femeninas," lo que no les hace ningún bien.  Al joven Orlando al que la reina le ha dejado un importante legado con la condición de que no se desvanezca, no se marchite ni envejezca, se le educa para que tome las armas y mate enemigos, una imagen que Potter utiliza para poner en evidencia que, incluso en la actualidad, se tiende a educar a los niños para que sean duros en su madurez, lo que extiende la infelicidad entre amplias masas de jóvenes a las que la prudencia y la sabiduría aparta de la violencia (se aconseja leer el primer capítulo de  'La Guerra de las Galias")."Orlando es el cometa estelar en cada etapa de este viaje que transcurre en un lapso cercano a los cuatro siglos," en el que el joven alternará su sexo y regresará convertido en mujer...( Lourdes Gómez.. Sally recrea libremente del 'Orlando' de Virginia Wolf. Diario 'El País', 15  de enero de 1994).


Quien fuera descrita por los críticos británicos como organizadora de sesiones de tortura feminista, una visión demoledora que contaminó a los creadores de opinión del momento de cualquier latitud del mundo desarrollado, aporta una visión que desarticula el sermón continuado en el tiempo de quienes querían hacer olvidar a su público que su mirada siempre está dirigida por un discurso, feminista o sexista, ya que, por su propia esencia, todo discurso responde a una voluntad de persuasión y se convierte en transmisor de un imaginario que penetra en las mentes desprevenidas y desarmadas (1), aunque pone en valor la conexión de la experiencia del espectador, su momento emocional y el espectáculo ficcional.

Sally Potter, es consciente de que todo lo que ocurre en el espacio y el tiempo y que recoge cada fotograma  es leído por el que llena el vacío existente entre las dos imágenes  sucesivas y fijadas en su cerebro. Apoyada en esta realidad que todo cineasta conoce, estructura su relato en varias partes, que se van desplazando en el espacio y en el tiempo, un proceso en el que Orlando va cambiando de sexo, y perdiendo consideración y derechos en este progresivo cambio, a lo largo de las zonas  más distanciadas, no sólo geográficamente, sino en su mentalidad e idiosincrasia, desde la cultura urbana de San Petersburgo (Rusia), pasando por Londres, la campiña inglesa y desembocando en la ciudad mahometana de Khiva (Uzbekistán). La expresión cinematográfica de una idea que no se escapó a la percepción de los críticos, pero tampoco del público.


Augusto Martínez Torres informa a sus lectores que : Cuando, en 1928, la gran escritora inglesa Virginia Woolf publica su famosa novela Orlando ya tiene una considerable reputación y es uno de los miembros destacados del grupo de Bloomsbury. Parte de sus relaciones con la joven Vita Sackville-West para escribir una de sus más bellas y cuidadas historias, la de la persona que, primero como hombre y más tarde como mujer, vive a lo largo de 400 años, desde 1600 hasta la actualidad, sin envejecer jamás. Tras una amplia experiencia en televisión, y la dirección de varios cortometrajes y un largo, la británica Sally Potter se encuentra en condiciones, tanto creativas como económicas para enfrentarse a su viejo proyecto de adaptar al cine Orlando y escribe una nueva versión del guion. Al crítico no le gusta nada el esteticismo huero de la realizadora, aunque al fin acaba dando su verdadera razón: "Sobre todo porque Orlando no pretende ser una película bonita, con una estética especialmente cuidada, sino que intenta transmitir un sutil mensaje feminista más allá de los propósitos originales de Virginia Woolf. Cómo al eternamente joven Orlando le van las cosas mucho mejor en la vida como hombre que como mujer, a pesar de ser igualmente desgraciado en cuestiones amorosas en ambos sexos. Y esto es algo que apenas se transmite." (Esteticismo y feminismo. Diario 'El País', 17 de enero de 1994).


Luis Cifer se manifiesta con más claridad que nadie, cuando expone sus recelos: "Todo ello me lleva a preguntarme: ¿Es bueno que haya un cine feminista o gay destinado sólo a un tipo de público en base a su condición sexual? Sinceramente pienso que no, el cine es cine y debe ser válido para todo tipo de personas independientemente de su sexo. Hay películas hechas por y para homosexuales que son un auténtico horror. Lo malo del cine de Sally Potter es que resulta exasperarte y aburrido. Me da igual que este ladrillo haya sido dirigido por una mujer o por un hombre o la condición sexual de cualquiera de ellos." (críticasdeluislucifer.blogspot.com).  Si leyera a quienes están al frente de los caucus feministas de la meca del cine, Estados Unidos, comprendería que sí, que del mismo modo que cualquier director, sea hombre o mujer, abre nuevas perspectivas, muestra experiencias que nos son ajenas, de acuerdo con la visión que del cine tenían directores de la Nouvelle Vague, ya fueran Goddard o Claude Chabrol, que eran conscientes de que cada vez que el hombre (término usado de forma genérica) abre la boca toma posición respecto al tema que trata, los seminarios feministas defienden que se construyan discursos alternativos al dominante, con independencia de que al frente de la realización de una película se sitúe un hombre o una mujer, una aportación que no perjudica a nadie, sino que beneficia a la comprensión de la  pluralidad de interpretaciones de la vida cotidiana que pueden hacer ambos, sin complejos ni maniqueísmos, y que precisamente la actitud  de los críticos con Sally Potter no invita a ver sus películas.


Curiosamente la persecución de la cineasta llega hasta filmes como 'Vidas furtivas' (2003), una película que nos muestra cómo sufren las masas, constituidas por hombres (que no tienen más obligación que las mujeres de entregar su vida por intereses que desconocen, como denuncia Potter), mujeres o niños a causa de las guerras que montan los poderosos por intereses que no les conciernen. Directores que tenemos en el panteón de nuestros dioses, como Claude Chabrol, se ceban en la representación de la agonía de 'Madamme Bovari', una mujer que quiso funcionar como un hombre y se suicidó con arsénico, mostrando en su adaptación su sufrimiento durante casi media hora, con el objetivo aparente de que los espectadores experimenten el destino de quien ha sido innoble con su propio marido, el muy honorable Messie Bovary (que lo era), que se enamoró de una mujer que nunca fue poseída por nadie. E independientemente del sexo del espectador, nadie ha denostado jamás este film, preñado de virtudes. Una de las adaptaciones más crueles e inteligentes de la obra cumbre de Gustave Flaubert.



1) Francisco Javier Gómez Tarín El espectador frente a la pantalla. Percepción, identificación y mirada. Departamento de Teoría de los Lenguajes. Universidad de Valencia.


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