50 sombras muy oscuras. Michael Tiddes.
Ficha técnica:
Título original: Fifty Shades of Black.
País: Estados Unidos.
Año: 2016.
Duración: 92 minutos.
Dirección: Michael Tiddes.
Guión: Rick Alvarez, Marlon Wayans.
Casting: Beth Lipari.
Dirección de fotografía: David Ortkiese.
Música: Jim Dooley.
Edición: Lawrence Jordan.
Dirección artística: Cynthoa E.Hill; asistente: Christy Gray.
Decoración del set: Gigi Berbes.
Diseño de Vestuario: Ariyela Wald-Cohain.
Diseño de maquillaje de efectos especiales: Tony Gardner.
Jefe de Departamento de maquillaje: Danielle Noe,
Jefe de Departamento de peluquería: Linda Villalobos.
Productores: Rick Alvarez, Marlon Wayans.
Productores ejecutivos: Paddy Cullen, Stuart Ford, Matt Jackson, Glendon Palmer.
Diseño de producción: Ermano di Ferbo-Orsini.
Compañías: IM Global, Wayans Alvarez Productions; distribución: 20th Century Fox, entre otras.
Intérpretes:
Marlon Wayans: Christian Black,Jane Seymour: Claire,
Fred Willard: Gary,
Mike Epps : Ron,
Kali Hawk: Hannah Steale.
Andrew Bachelor: Jesse,
Affion Crockett: Eli,
Florence Henderson: Mr. Robinson,
Sinopsis:
Hannah recibe el encargo de entrevistar a un joven empresario, Christian Black. La inexperta e inocente chica intenta olvidarlo, pero pronto comprende cuánto le desea. Cuando la pareja por fin inicia una apasionada y desenfrenada relación, Hannah se sorprende por las peculiares prácticas eróticas de Black, al tiempo que descubre los límites de sus propios y más oscuros deseos. Parodia de 50 sombras de Grey. (Filmaffinity).
Haciendo gala de un espíritu provinciano, algunos críticos han decidido dar la espalda a un producto que no entienden y que, incluso, es posible que hiera su sensibilidad. No ha ocurrido así en Estados Unidos, más acostumbrados a bregar con todo lo que se produce en su país, por más que sobrepase lo políticamente correcto, a pesar de cometer el error de juzgar este cine underground como si de un producto para las masas más o menos caro se tratase. La inversión se debe traducir en la contratación de especialistas (no sólo los principales) que, como ocurre en cualquier acción económica estarán más cotizados y cobraran más caras sus colaboraciones que los que empiezan, lo que se traduce en la mayor o menor calidad del producto.
Scott Tobias se queja de que un knocbuster o redacción de oportunidad ( el coste de oportunidad económico?) debiera ser, al menos, más divertido que su referente (que no era precisamente divertido); Alonso Duralde (The Wrap) lamenta los insultos a la inteligencia colectiva y sentido del humor del espectador; Fran Scheck (The Hollywood Reporter) la considera menos divertida que el original (quizás quiere decir menos atractiva y sensual); Alejandro Lingenty dice que el relato de Michael Tiddes es una historia repleta de chistes malos que tan solo vampiriza un éxito sustituyendolo por una reiteración de chistes malos, y de nada le sirve esudarse detrás de la coartada irónica...
Desde hace años se produce un trasvase desde el cine de exploitation underground hacia lo que algunos denominan blockbuster, (Hairspray de Adam Shankman, una derivación hacia el cine burgués de 'Cosas de hembras' de John Waters, que se centra en el director o muy recientemente The Disaster Artis, adaptación del libro de Greg Sestero que habla sobre la producción de una de las consideradas peores películas de la historia, 'The Room', dirigida en 2003 por Tommy Wiseau). A esta tendencia, que ha seducido incluso a directores como Tim Burton, se han unido iniciativas de grandes compañías como IM Global, The Asylum, Lionsgate y otras distribuidoras, entre ellas Columbia Pictures, que han asumido la difusión por las televisiones de subproductos cutres con vocación de cine de culto, una tendencia que está potenciando el llamado por unos mockbuster, por otros knockbuster, un hecho sobre el que llamábamos la atención hace más de un año , el 6 de Noviembre de 2016, cuando hablábamos del film de Mark Atkins, 'Battle: Los Angles', que se basa ·en acontecimientos de la Batalla de Los Ángeles de 1942, producido por The Asylum, enfocada a la producción de cintas de menor presupuesto. generalmente concebidas para su difusión en video.
Tratándose de un film que se llama 50 sombras muy oscuras, a nadie se le escapa por donde pueden ir los tiros, ni la categoría de los gags, aunque contiene la sorpresa de que sus protagonistas ya no son un hombre y una mujer de portada de Vogue, sino un grupo de chicos y chicas procedente de distinto continente y como consecuencia color de piel, con un rasgo común, todos son huérfanos; chicos y chicas a los que una mujer racista y xenófova adoptó, paradójicamente, diseminando aquí y allá los prejuicios que se esconden tras un gesto tan humanitario y generoso. La chica ha ganado en peso y cotidianidad, pero aparece más cercana para un ciudadano corriente.Una forma de evitar que se pierda una sola gota del limón que el dinero está exprimiendo.
Lo que se dice:
Haciendo gala de un espíritu provinciano, algunos críticos han decidido dar la espalda a un producto que no entienden y que, incluso, es posible que hiera su sensibilidad. No ha ocurrido así en Estados Unidos, más acostumbrados a bregar con todo lo que se produce en su país, por más que sobrepase lo políticamente correcto, a pesar de cometer el error de juzgar este cine underground como si de un producto para las masas más o menos caro se tratase. La inversión se debe traducir en la contratación de especialistas (no sólo los principales) que, como ocurre en cualquier acción económica estarán más cotizados y cobraran más caras sus colaboraciones que los que empiezan, lo que se traduce en la mayor o menor calidad del producto.
Scott Tobias se queja de que un knocbuster o redacción de oportunidad ( el coste de oportunidad económico?) debiera ser, al menos, más divertido que su referente (que no era precisamente divertido); Alonso Duralde (The Wrap) lamenta los insultos a la inteligencia colectiva y sentido del humor del espectador; Fran Scheck (The Hollywood Reporter) la considera menos divertida que el original (quizás quiere decir menos atractiva y sensual); Alejandro Lingenty dice que el relato de Michael Tiddes es una historia repleta de chistes malos que tan solo vampiriza un éxito sustituyendolo por una reiteración de chistes malos, y de nada le sirve esudarse detrás de la coartada irónica...
Crítica:
Desde hace años se produce un trasvase desde el cine de exploitation underground hacia lo que algunos denominan blockbuster, (Hairspray de Adam Shankman, una derivación hacia el cine burgués de 'Cosas de hembras' de John Waters, que se centra en el director o muy recientemente The Disaster Artis, adaptación del libro de Greg Sestero que habla sobre la producción de una de las consideradas peores películas de la historia, 'The Room', dirigida en 2003 por Tommy Wiseau). A esta tendencia, que ha seducido incluso a directores como Tim Burton, se han unido iniciativas de grandes compañías como IM Global, The Asylum, Lionsgate y otras distribuidoras, entre ellas Columbia Pictures, que han asumido la difusión por las televisiones de subproductos cutres con vocación de cine de culto, una tendencia que está potenciando el llamado por unos mockbuster, por otros knockbuster, un hecho sobre el que llamábamos la atención hace más de un año , el 6 de Noviembre de 2016, cuando hablábamos del film de Mark Atkins, 'Battle: Los Angles', que se basa ·en acontecimientos de la Batalla de Los Ángeles de 1942, producido por The Asylum, enfocada a la producción de cintas de menor presupuesto. generalmente concebidas para su difusión en video.
Tratándose de un film que se llama 50 sombras muy oscuras, a nadie se le escapa por donde pueden ir los tiros, ni la categoría de los gags, aunque contiene la sorpresa de que sus protagonistas ya no son un hombre y una mujer de portada de Vogue, sino un grupo de chicos y chicas procedente de distinto continente y como consecuencia color de piel, con un rasgo común, todos son huérfanos; chicos y chicas a los que una mujer racista y xenófova adoptó, paradójicamente, diseminando aquí y allá los prejuicios que se esconden tras un gesto tan humanitario y generoso. La chica ha ganado en peso y cotidianidad, pero aparece más cercana para un ciudadano corriente.Una forma de evitar que se pierda una sola gota del limón que el dinero está exprimiendo.
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