Training day. Crítica
Trampantojo , Ruta de les Arts, Valencia
Ficha técnica, intérpretes, premios, sinopsis, comentario, cartel y trailer (Pinchad aquí)
Antoine Fuqua estrena película, The Equalizer 2, y nos ha parecido interesante volver a lo que escribíamos de este film el 23 de enero de 2014, una manera de enfrentarse al tema de la corrupción que, si demuestra algo, es que el cine norteamericano nos lleva años de ventaja en la denuncia de las malas prácticas de los cuerpos de funcionarios encargados de velar por el triunfo de la ley y la convivencia entre los ciudadanos.
"Training day es un film importante, una buena aportación al género de acción de Antoine Fuqua, un antiguo publicista, que ha sabido conectar con el gusto de los amantes del thriller de acción con un film de corte clásico, que deja espacio para que Denzel Washington se desenvuelva a sus anchas y el 'novato' Ethan Hawke lo siga con mucha dignidad; una buddy movie en la que se enfrenta un taimado y corrupto policía con un joven agente, fresco y todavía puro, que entra en la sección de narcóticos con el objetivo de hacer carrera,y que se adentra de forma inconsciente en un terreno en el que se mueve mucho dinero y en el que es difícil resistir a la tentación que ejercen los corruptos sobre quien está en una posición susceptible de ser comprado, situación en la que él mismo se encuentra. Una negativa a colaborar es sinónimo de amenaza para quienes laboran al margen de los intereses de la comunidad a la que dicen defender, tramas en las que participan los máximos responsables de los cuerpos encargados de hacer respetar la ley.
El primer día en el que inicia una carrera con el objetivo de convertirse en inspector, el joven agente que lleva diecinueve meses en el cuerpo, entra de lleno en el infierno de Dante, gobernado por un viejo policía que tiene establecida una red clientelar no sólo entre sus compañeros, sino en los arrabales más conflictivos en los que las minorías raciales, -negros, mestizos, chicanos...-, defienden sus ghettos de los intrusos; disfruta de una bella amante, con la que tiene un hijo,y es más tolerado que apreciado por estos colectivos. En el día que dura la acción el joven policía es obligado a consumir drogas, conminado a asesinar elementos molestos para la organización mafiosa policial, presionado para aceptar un cuarto de millón de dólares, y empujado a realizar otras acciones perseguidas por la ley. Su resistencia a colaborar en la comisión de delitos lo convertirá en un elementos muy molesto, un testigo muy incómodo que debe ser apartado de los negocios que florecen en todas partes. Jake Hoyte, como el mariachi de Roberto Rodriguez, no aspiraba a nada de esto, sólo quería seguir siendo un defensor del orden con un poco más de sueldo.
Un buen guión, unos actores magníficos y un director que procede de la publicidad, que domina la imagen digital y conoce los parámetros que rigen un relato de corrupción policial, consiguen convencer a la crítica especializada del país, e incluso a los amantes del género de otros lares A.O. Scott (The New York Times) exclama entusiasta ante la labor que realiza el protagonista que "Alonzo Harris (Denzel Washington) es un moderno maquiavelo en el intermitentemente brillante drama policial. (...) Lo que hace a 'Training Day' notable es la interpretación de Washington". Pero junto a él no es despreciable la interpretación e Ethan Hawke, nominado al Oscar como Mejor Actor Secundario, como el joven e inocente policía, reiteradamente engañado por el truhán, apaleado, chantajeado y molido a palos, simplemente por resistirse a ser corrompido el primer día de trabajo. Las coacciones que recibe en esta jornada de entrenamiento no son insignificantes: asesinato, consumo de drogas duras, coacción e intento de soborno con medio millón de dólares.
El film de Fuqua es muy pesimista. No existe alternativa posible a la corrupción que está instalada en cualquier centro de poder de la sociedad y sólo una colaboración circunstancial de los que controlan los suburbios marginales donde se mueve la droga y circula el dinero más ilegal, puede permitir que se ejecute alguna forma de justicia, que desde luego no encaja en lo que entendemos por aquella que emana de la división de poderes. ¿Creemos, pues, que el protagonista es el Maquiavelo moderno porque practica el principio de que el fin justifica los medios? Pues si es así, debemos entender que su fin no está muy alejado del enriquecimiento personal y del hedonismo más exagerado, que le permite gozar de las mujeres más bellas de sus protectores-protegidos, que se mueven bajo su estricto control. La película no defrauda y mantiene el ritmo y el interés hasta el último fotograma, y como en tantas otras que tratan de la corrupción policial o de la impotencia de quien aún cree en ciertos valores vemos la placa en manos de un desengañado, ya sea policía o delincuente, como Mel Gibson, protagonista de Payback, (Brian Helgeland, 1999), o el sheriff de 'Solo ante el peligro' interpretado por Gary Cooper (Alfred Zinnemann, 1953), que a diferencia del protagonista de Training day, que aún cree en algo, al menos en sus modestos y honestos compañeros del cuerpo de policía con los que ha convivido diecinueve meses sin perder la inocencia, hace tiempo que desprecian las instituciones encargadas de salvaguardar lo que dicen proteger."
Un buen guión, unos actores magníficos y un director que procede de la publicidad, que domina la imagen digital y conoce los parámetros que rigen un relato de corrupción policial, consiguen convencer a la crítica especializada del país, e incluso a los amantes del género de otros lares A.O. Scott (The New York Times) exclama entusiasta ante la labor que realiza el protagonista que "Alonzo Harris (Denzel Washington) es un moderno maquiavelo en el intermitentemente brillante drama policial. (...) Lo que hace a 'Training Day' notable es la interpretación de Washington". Pero junto a él no es despreciable la interpretación e Ethan Hawke, nominado al Oscar como Mejor Actor Secundario, como el joven e inocente policía, reiteradamente engañado por el truhán, apaleado, chantajeado y molido a palos, simplemente por resistirse a ser corrompido el primer día de trabajo. Las coacciones que recibe en esta jornada de entrenamiento no son insignificantes: asesinato, consumo de drogas duras, coacción e intento de soborno con medio millón de dólares.
El film de Fuqua es muy pesimista. No existe alternativa posible a la corrupción que está instalada en cualquier centro de poder de la sociedad y sólo una colaboración circunstancial de los que controlan los suburbios marginales donde se mueve la droga y circula el dinero más ilegal, puede permitir que se ejecute alguna forma de justicia, que desde luego no encaja en lo que entendemos por aquella que emana de la división de poderes. ¿Creemos, pues, que el protagonista es el Maquiavelo moderno porque practica el principio de que el fin justifica los medios? Pues si es así, debemos entender que su fin no está muy alejado del enriquecimiento personal y del hedonismo más exagerado, que le permite gozar de las mujeres más bellas de sus protectores-protegidos, que se mueven bajo su estricto control. La película no defrauda y mantiene el ritmo y el interés hasta el último fotograma, y como en tantas otras que tratan de la corrupción policial o de la impotencia de quien aún cree en ciertos valores vemos la placa en manos de un desengañado, ya sea policía o delincuente, como Mel Gibson, protagonista de Payback, (Brian Helgeland, 1999), o el sheriff de 'Solo ante el peligro' interpretado por Gary Cooper (Alfred Zinnemann, 1953), que a diferencia del protagonista de Training day, que aún cree en algo, al menos en sus modestos y honestos compañeros del cuerpo de policía con los que ha convivido diecinueve meses sin perder la inocencia, hace tiempo que desprecian las instituciones encargadas de salvaguardar lo que dicen proteger."
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