Espías desde el cielo. Crítica
EL DILEMA MORAL DE LAS ACCIONES PREVENTIVAS
Ficha técnica, sinopsis, críticas, lo que se dice, crítica del blog. (Pinchad aquí)
Esta a la venta, con un precio muy asequible, el film de Gavin Hood , (Tsotsi, 2005; XMen Origins: Volverine, 2009; El juego de Ender, 2013), Espías desde el cielo/'Eye in the Skay', un director, guionista y productor de Johannesburgo, que en 2005 obtuvo un Óscar por Tsotsi, el primer galardón que la Academia de Cine Norteamericana concedió a un sudafricano. De nuevo los niños son protagonistas en el enfrentamiento entre Kenia y los somalíes, potenciado por las naciones extranjeras que en teoría llegaban a pacificar la zona. La última película en la que participó Alan Rickman, que muy poco tiempo después puso voz a la oruga Absolem en Alicia a través del Espejo antes de morir, plantea una gran duda sobre qué tienen que hacer los servicios de Inteligencia y los ejércitos de cualquier país, en este caso estadounidense, cuando se tiene la certeza, gracias a los nuevos ingenios que ha puesto la nueva tecnología al servicio de la prevención de atentados yihadistas: drones de todos los tamaños, desde lo que miden poco más que una abeja hasta los que llevan bombas y adquieren las proporciones de un avión pequeño de pasajeros. Nunca se tiene esa certeza absoluta de que el terrorista se pueda arrepentir, o no, en el último momento, situación que se da con cierta frecuencia según algunos ejemplos reales y el relato de Jany Abu-Assad (Paradise Now, 2005). Mas que ocurre si entre el objetivo y la bomba se interpone una niña, a la que la cámara de Hood nos muestra al comienzo del film jugado con su hula-hoop occidental que supone una amenaza para toda la familia.
Este es el dilema que plantea el film que enfrenta personajes con profundas prevenciones morales, que prefieren interrumpir toda operación antes que cargar sobre su conciencia el asesinato de una niña que van a cometer unos jóvenes soldados tan pronto como aprieten el botón que libera las bombas, y quienes piensan que es preferible matar a uno para salvar a un número potencialmente mayor. El realizador sudafricano no se lo pone fácil a los espectadores ni a los creadores de opinión de cualquier clase, ya sean críticos de cine, sociólogos o politólogos que expresan sus ideas diariamente en tertulias televisivas: ¿Qué pasa si a esta niña se acercan , uno, dos o tres niños cuando ya el drone ha lanzado la bomba, y no se puede cambiar la orden? Nada está escrito hasta que se produce, ya que el ser humano es imprevisible.
Desgraciadamente los que deciden miden el resultado en función de los réditos electorales: si mueren muchas personas como consecuencia de la explosión de un suicida, los yihadistas pierden la batalla de la opinión pública; si muere una sola niña, pierden los norteamericanos, unos cálculos que nos resultan indecentes cuando se juega con vidas humanas. El desenlace tampoco deja que los espectadores abandonen la sala bien contents, lo que puede explicar la rápida bajada de precio del DVD y el Blu-ray. No obstante, no está de más perder unos minutos de la vida reflexionando sobre este dilema al que se enfrentan cotidianamente muchos políticos; desconocemos qué decisión toman porque es un secreto bien guardado que Hood decide develar.
El lenguaje es sencillo, sin estridencias ni dejando el protagonismo al cortar y pegar, con el objetivo de que que el discurso llegue sin ruidos al espectador, favorecer una reflexión profunda e introducir una inquietud en su imaginario, lo que evidencia la valentía con que el cine denuncia hechos y situaciones que apenas tienen repercusión en otros medios. Una pareja de grandes actores darán visos de realidad a esta historia: Alan Rickman, que murió poco después del rodaje del film, dedicado a su memoria, y Helen Mirren, que protagoniza a la Coronel Katherine Powell, que tiene a su cargo una misión de alto secreto para poder capturar terroristas en Kenia.
Desgraciadamente los que deciden miden el resultado en función de los réditos electorales: si mueren muchas personas como consecuencia de la explosión de un suicida, los yihadistas pierden la batalla de la opinión pública; si muere una sola niña, pierden los norteamericanos, unos cálculos que nos resultan indecentes cuando se juega con vidas humanas. El desenlace tampoco deja que los espectadores abandonen la sala bien contents, lo que puede explicar la rápida bajada de precio del DVD y el Blu-ray. No obstante, no está de más perder unos minutos de la vida reflexionando sobre este dilema al que se enfrentan cotidianamente muchos políticos; desconocemos qué decisión toman porque es un secreto bien guardado que Hood decide develar.
El lenguaje es sencillo, sin estridencias ni dejando el protagonismo al cortar y pegar, con el objetivo de que que el discurso llegue sin ruidos al espectador, favorecer una reflexión profunda e introducir una inquietud en su imaginario, lo que evidencia la valentía con que el cine denuncia hechos y situaciones que apenas tienen repercusión en otros medios. Una pareja de grandes actores darán visos de realidad a esta historia: Alan Rickman, que murió poco después del rodaje del film, dedicado a su memoria, y Helen Mirren, que protagoniza a la Coronel Katherine Powell, que tiene a su cargo una misión de alto secreto para poder capturar terroristas en Kenia.
Página consultada: Wikipedia.
Comentarios
Publicar un comentario
¡Deja tu comentario aquí!