Nicky la aprendiz de bruja. Hayao Miyazaki. Ficha técnica y crítica.
Ficha técnica:
Título original: Majo no takkyûbin
País: Japón
Año: 1989
Duración: 103 minutos
Dirección: Hayao Miyazaki
Guión: Eiko Kadono, Hayao Miyazaki
Casting (Voces): Jack Fletcher
Dirección de Fotografía: Shigeo Sugimura
Música: Joe Hisaishi
Edición: Takhesi Seyama
Diseño de producción: Hinoshi Ono
Productores: Haya Miyazaki.
Productores ejecutivos: Jane Shonberger, Morihisa Takagi, Yasuyosi Tokuma, Mikihiko Tsuzuki
Diseño de producción: Hiroshi Ono
Compañías productoras: Kiki's DeliveryService Production Committee, Nibariki, Nipon Televisión Network...
Intérpretes:
Animación
Nicky y Jiji
Sinopsis:
Nicky, la aprendiz de bruja, la quinta película de Hayao Miyazaki, es un relato encantador que toma como protagonista a una jovencísima bruja de 13 años, una niña precoz capaz de independizarse de sus padres, enamorarse, montar su propio negocio y actuar como una madre con su fiel gato Jiji . Un film sobre el ingreso en la edad adulta y la pérdida de la inocencia que debilitará su magia y la capacidad de comunicarse con su compañero hasta ese momento, el gato negro que identifica a las brujas. Miyazaki no olvida un bonito homenaje a las mujeres mayores, despreciadas por sus nietas pijas que contemplan la vejez como una enfermedad.
El personaje principal es una bruja de 13 años que debe pasar un año sola para encontrarse a sí misma. Su peregrinación a una ciudad del norte de Europa, maravillosamente detallada, le proporciona nuevos amigos y desafíos; Ken Eisner (Variety) hace un análisis menos eufórico pero también positivo del film y concluye afirmando que: Nicky, la aprendiz de bruja es "un cuento encantador cuya fuerza reside en el carácter de los personajes y la textura, más que en la trama, con el uso magistral de Miyazaki de espacios tranquilos y estados de ánimo expansivos (...) El factor de emoción se ve incrementado por dos melodías optimistas de rock popular del recién llegado Sydney Forest. "
Lo que se dice:
El personaje principal es una bruja de 13 años que debe pasar un año sola para encontrarse a sí misma. Su peregrinación a una ciudad del norte de Europa, maravillosamente detallada, le proporciona nuevos amigos y desafíos; Ken Eisner (Variety) hace un análisis menos eufórico pero también positivo del film y concluye afirmando que: Nicky, la aprendiz de bruja es "un cuento encantador cuya fuerza reside en el carácter de los personajes y la textura, más que en la trama, con el uso magistral de Miyazaki de espacios tranquilos y estados de ánimo expansivos (...) El factor de emoción se ve incrementado por dos melodías optimistas de rock popular del recién llegado Sydney Forest. "
Crítica:
Nicky es una joven bruja de trece años que está a punto de comenzar su formación:. Como todas las brujas a esa edad, pasará un año entero fuera de casa en un lugar donde pueda ayudar a la gente con sus poderes mágicos. Montada en su escoba y volando con su buen amigo Jiji, un sabio gato negro, emprenderá un viaje lleno de aventura y diversión donde hará grandes amigos como Tombo y descubrirá el verdadero poder de la magia.
Miyazaki es un cineasta tocado por la fortuna, que siempre cosecha las mejores críticas. J.R. Jones del Chicago Reader, informa a sus lectores de que "un acuerdo de distribución con Disney hizo de este encantador largometraje de animación (1989) el primer gran éxito estadounidense para el director japonés Hayao Miyazaki y su Studio Ghibli.
Hayao Miyazaki y su compañero Isao Takahata, creadores de los Estudios Ghibli, introducen en la animación japonesa esos personajes de ojos grandes, en su mayoría caucásicos, dibujados en un estilo manga típico, que si bien pueden originar controversias tanto en oriente como en occidente, al no ser del gusto de todos, conmueven por su sensibilidad al abordar las inquietudes profundas de los pequeños, representadas con una iconografía original y rica en colores y unas texturas impresionantes. En este cuento, Miyasaki nos relata con gran sensibilidad la emancipación que emprenden no sólo los jóvenes japoneses, sino los de países del Norte de Europa, que, antes de emprender aquellos estudios que los formarán para el futuro, viajan durante uno o dos años por el mundo. He conocido más de un caso en que chicos daneses han recorrido el viejo continente, no montados en una escoba, sino en una bicicleta.
Nicky no sólo emprende un vuelo sin un destino fijo, en el que deberá apañárselas ella sola para satisfacer sus necesidades vitales más perentorias, acompañada de un gato negro, un fiel compañero que algunos miran como un mal fario, sino que iniciará una transformación como resultado del proceso emocional e intelectual que se produce al intimar con personas que no sólo no pertenecen a su familia, sino que son perfectos desconocidos. Su carácter tolerante, sus maneras educadas y afables, producto de una buena educación, no sólo le proporcionarán lo que necesita, sino que le darán la oportunidad de mostrar a los amigos de sus amigos pijos que la vejez no es una enfermedad y que ser afable con los mayores es una obligación, tan imperativa como respetar a una mujer o a un niño.
Una bella historia presentada de la forma más agradable a que nos tiene acostumbrados Miyazaki, que nos advierte de que las fuerzas y las habilidades de que disfrutamos las podemos perder si las usamos con fines inadecuados. Una maravilla, apta para cualquier edad.
Trailer en Youtube
Hayao Miyazaki y su compañero Isao Takahata, creadores de los Estudios Ghibli, introducen en la animación japonesa esos personajes de ojos grandes, en su mayoría caucásicos, dibujados en un estilo manga típico, que si bien pueden originar controversias tanto en oriente como en occidente, al no ser del gusto de todos, conmueven por su sensibilidad al abordar las inquietudes profundas de los pequeños, representadas con una iconografía original y rica en colores y unas texturas impresionantes. En este cuento, Miyasaki nos relata con gran sensibilidad la emancipación que emprenden no sólo los jóvenes japoneses, sino los de países del Norte de Europa, que, antes de emprender aquellos estudios que los formarán para el futuro, viajan durante uno o dos años por el mundo. He conocido más de un caso en que chicos daneses han recorrido el viejo continente, no montados en una escoba, sino en una bicicleta.
Nicky no sólo emprende un vuelo sin un destino fijo, en el que deberá apañárselas ella sola para satisfacer sus necesidades vitales más perentorias, acompañada de un gato negro, un fiel compañero que algunos miran como un mal fario, sino que iniciará una transformación como resultado del proceso emocional e intelectual que se produce al intimar con personas que no sólo no pertenecen a su familia, sino que son perfectos desconocidos. Su carácter tolerante, sus maneras educadas y afables, producto de una buena educación, no sólo le proporcionarán lo que necesita, sino que le darán la oportunidad de mostrar a los amigos de sus amigos pijos que la vejez no es una enfermedad y que ser afable con los mayores es una obligación, tan imperativa como respetar a una mujer o a un niño.
Una bella historia presentada de la forma más agradable a que nos tiene acostumbrados Miyazaki, que nos advierte de que las fuerzas y las habilidades de que disfrutamos las podemos perder si las usamos con fines inadecuados. Una maravilla, apta para cualquier edad.
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