God's Pocket. John Slattery. Crítica





Ficha técnica:


Título original God's Pocket
País: Estados Unidos
Año: 2014
Duración: 87 minutos

Dirección:
Guión: John Slattery & Alex Metcalf, basado en la novela de Pete Dexter
Casting: Susan Shopmaker, CSA
Dirección de Fotografía: Lance Acord ASC
Música: Nathan Larson;  supervisor: Susan Jacobs
Edición: Tom McArdle
Director artístico: Nicolas Locke
Decorador del set: Michele Munoz

Diseño de Vestuario: Donna Zakowska
Jefe de Departamento de maquillaje: Rachel Geary
Jefe de Departamento de pelquería:Rachel Geary

Productores: John Slattery, Philip Sheymour Hoffman, Emily Ziff, Sam Bisbee, Jackie Kelman Bisbee, Lance Acord
Productores ejecutivos: Stefan Sonnenfeld, Ann Porter, Bob Kelman, Tom Valerio, Bill Perry, Frank Brenner, Mark Kamine, Michaels Mailis, Galt Niederhoffer, Wendy Neu
Diseño de producción: Roshelle Berliner
Compañías productoras: Park Pictures, asociada con Cooper's Town Productions, Shoestring Pictures; distribución:Universal


Intérpretes:


Philip Seymour Hoffman: Mickey Scarpato,
Richard Jenkins: Richard Shelbum,
Christina Hendricks: Jeanie Scarpato,
John Tuturro: Arthur 'Bird' Capezio,
Eddie Marsan: Smilim'Jack Moran,
Peter Gerety: McKenna,
Caleb Landry Jones: Leon Hubbard,
Domenick Lombardozzi
Joyce Van Patten: Tía Sophie,
Molly Price: Joanie,
Bridget Barkan: Joyce,
Lenny Venito: pequeño Eddie,
Glenn Fleshler: Coleman Peets,
Matthwe Lawler: Oficial Arbuckle,
Danny Mastrogiorgio: Oficial Eisenhower,


Sinopsis:


Cuando su alocado hijastro, Leon, muere en un accidente laboral, Mickey intenta olvidar esta fatalidad buscando enterrar el cuerpo lo más rápidamente posible. Pero el presentimiento de la madre de que la muerte de su hijo no ha sido accidental y la llegada al barrio de God's Pocket de un célebre periodista, al que se le encarga escribir sobre el caso, complican aún más las cosas para Mickey, enredado con un cadáver que no puede enterrar, distanciado de una esposa a la que es incapaz de complacer y con una deuda que nunca podrá pagar. 'El misterio de God's Pocket' es un feroz retrato de personajes al límite, con grandes dosis de humor negro, suspense y crónica social...


Lo que se dice:



El público ha aprobado el film en España, con una nota media de 5,5, obtenida de 1348 votos emitidos en la página Filmaffinity; más elevada en Imdb con una nota media de 6, obtenida de 9,781 votos. Unos porcentajes que descienden clamorosamente en Estados Unidos, que no han visto con buenos ojos la visión que se da de su país a escala mundial. El Tomatometer da un índice de aceptación de 38% de la prensa, consultadas 94 reseñas, y del 33% del público, pulsada la opinión de 2,410 usuarios.


Los argumentos que utilizan los críticos son bastante bizarros y variopintos: Jordi Costa, al parecer el único periodista español que ha controlado la irrupción de este film, dirigido por John Slattery,  la reduce a excéntrica comedia negra (diario 'El País'); comedia de humor negro poco atractiva  (Justin Chang, Variety); humor escandaloso  desde su miserable escenario (Todd MacCarthy, The Hollywood Reporter); película indignante que no aporta casi nada  (Stephen Holden, The New York Times); un fiasco aburrido y plano (The New York Observer). Uno de los pocos alegato positivos es el de Joe Neumaier del New York Daily News, para quien  el cineasta logra una interacción placentera entre unos personajes demasiado prudentes para decir la verdad y demasiado orgullosos para callar sus ladridos.(extracto en Filmaffinity)

Debo reconocer que los gagas, los giros, las imágenes desconcertantes me han producido más dolor que ganas de reír, y que es difícil imaginar a más de uno riendo ante las dificultades de unas familias que pierden a un ser querido, en un país en el que como demostró Michael Moore en Sicko (2007), frente a la ausencia de cobertura institucional deben coser hasta sus propias heridas. No ocurre lo mismo con las auténticas comedias negras como 'Un funeral de muerte' de Frank Oz.

Crítica: 

El film está concebido con una estructura circular muy peculiar. Comienza con un cadáver encima de la mesa y termina con otro; comienza a caminar apoyado en un texto periodístico que lee su autor, Richard Shelbum, interpretado por Richard Jenkins, en off visual, y termina con otro texto del mismo periodista. El primero nos ubica en el contexto de un barrio obrero, de trabajadores de cuello azul, que constituyen la masa menos cualificada, frente a los trabajadores de cuello blanco, administrativos y cuadros directivos, God's Pocket, inspirado en Devil's Pocket, al sur de Filadelfia, y nos habla de un colectivo que se aproxima a la white trash americana, que se puede calificar de pobre, a pesar de que hombres y mujeres salen a trabajar cada día, un fenómeno que en la transición a la era tecnológica se está convirtiendo en habitual. Este colectivo se rige por una norma :"Todo lo que ocurre en God's Pocket se queda en God's Pocket", una depauperación de los que han hecho suya la norma que regía en la cúpula de los gángsters de Las Vegas; el barrio funciona como un muro impenetrable dominado por la omertà, la ley del silencio que todos acatan, excepto aquellos que, a causa de sus deficiencias de cualquier tipo, no entiende bien las consecuencias de incumplir las reglas. Mientras desfilan los títulos de crédito Shelbum lee su propio artículo fuera de campo, que acompaña el inicio de un gran flashback, un racconto que constituye el cuerpo central del film: "Los hombres trabajadores de God's Pocket son hombres sencillos. Trabajan, siguen a sus equipos, se casan y tienen hijos y rara vez abandonan Pocket. Aquí todo el mundo le ha robado algo a alguien, o cuando eran niños le prendieron fuego a la casa de alguien, o salieron corriendo, cuando deberían haberse quedado a luchar. Saben quien hace trampas jugando a las cartas y quien les da bofetadas a sus hijos. Da igual lo que hagan porque siguen aquí. Y sean lo que sean, eso es lo que son; lo único que no pueden perdonar es no ser de God's Pocket.

Estas palabras ayudan a entender el contexto que va a convertir el cadáver de un veinteañero en el representante del protagonista principal, el barrio de God's Pocket. Durante unos minutos veremos la temeridad de Leon que lo conducirá rápidamente a la muerte e inmediatamente las dificultades económicas que tiene una familia como la suya para proporcionarle un entierro digno, en un cementerio en medio del barrio, donde el chico debe ser inhumado. No se trata de que el padrastro, interpretado por Philip Seymour Hoffman tenga más o menos prisa en quitarse el muerto de encima, sino que sus ahorros y el producto de sus trapicheos son insuficientes para pagar los gastos del sepelio. Únicamente la venta de su camión, su instrumento de trabajo, le permitirá enterrar al hijo de su mujer. Esta revelación es quizá necesaria para entender las imágenes descarnadas que nos ofrece John Slattery, un actor convertido en cineasta, famoso por interpretar a Howard Stark, el famoso personaje de Marvel, que algunos califican de pinceladas de humor negro y que personalmente no me hacen ninguna gracia.

Concluida su columna sobre los tristes acontecimientos del barrio, volvemos a escuchar la voz de  Shelbum, leyendo un nuevo texto, escrito después de entrar en contacto con la población y la familia del joven asesinado: "La muerte de Leon Hubbard se dio a conocer la semana pasada en este periódico de forma incorrecta, pero entonces el joven no era importante. Leon era como cualquier trabajador de God's Pocket. De cara sucia, inculto y pulcro por dentro. Trabajan, se casan y tienen niños y viven en Pocket, con frecuencia en casa de sus madres y de sus padres. Beben en el 'Hollywood' y en otros rincones en las entrañas de la ciudad y ahí discuten sobre cosas de las que no entienden: política, raza religión. Y, al final, mueren como todo el mundo, dejando a sus familias, sus casas y sus leyendas, con absoluta dignidad. Le debemos una disculpa a Leon Hubbard y a todos los que lo conocían, lo querían y trabajaron con él. Si dejamos de escuchar su historia y  la de todos las del barrio, al final los barrios dejarán de escuchar las nuestras."

Una conclusión que es interpretada con disgusto por los habitantes del barrio, unas opiniones paternalista que los humillan,  provenientes de un personaje que bebe más que ellos, incumple en su puesto de redactor en el periódico, dejándose querer por una fama con la que se aprovecha de mujeres ignorantes a las que fascina la gloria, sin percatarse de la rudeza de los sentimientos de un hombre decadente que habla de caras sucias, de gente ignorante, aunque buena gente, y que no entiende que no le agradezcan que haya escrito que estos hombres y mujeres son sucios por fuera, pero pulcros y pulcras por dentro, un juicio  que refuerzan opiniones como la de Joe Neumaier (New York Daily News), cuando define a los personajes como gente demasiado orgullosa para contener sus alaridos de dolor.

De este modo, un hecho no tan casual como pudiera parecer, sino provocado por la temeridad y la osadía de un joven que no mide las consecuencias de sus actos, llama la atención de la zona de los negocios de la ciudad que envían al lugar a un periodista que ha alcanzado cierta fama,cuyos artículos se leen en estos lugares, para documentarse y escribir sobre el hecho. Un hombre degradado que aprovecha su situación de privilegio para aprovecharse de sus mujeres y acabar con las reservas de alcohol del lugar. Un escrito demagógico, interpretado como despectivo por unos habitantes cuya vida no es  precisamente confortable, cuya intromisión en el lugar completará la tragedia que se había iniciado con la muerte de León. La consecuencia de la exclusión y el abandono de quienes trabajan y siguen siendo pobres es la creación de una especie de república cerrada a cal y canto a las instituciones que rigen en el país; lo que encuentra la policía cuando quiere investigar cualquier suceso es el silencio.

En enero de 2014 se estrenó el film en el Festival de Sundance de 2014, el 2 de febrero de este mismo  año falleció Philip Seymour Hoffman; en septiembre se estrenó Gente poco corriente, y hubo que digitalizar su imagen para concluir su papel en la saga de 'Los juegos del hambre'. Se aparición en este film fue una de sus últimas aportaciones al cine, un papel que decidió desempeñar después de hacer trabajos muy importantes, por alguno de los cuales recibió un Óscar. Ahora desempeña e papel de un buen hombre, que no ha nacido en God's Pocket y que tras los duros acontecimientos que han afectado a su núcleo familiar, es excluido a una tierra de nadie, donde tarde o temprano lo encontrarán. Una buena crónica para el que quiera ver.


Visitadas las páginas Filmaffinity, Imdb y Rotten Tomatoes.





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