Cómo sobrevivir a una despedida. Manuela Burió Moreno





Barrio del Carmen de Valencia



PRIMERO VIEJOS, AHORA MARICAS...NO HAY NADA MÁS HUMILLANTE QUE UN TÍO TE DEJE POR LA MÁS FEA DE LA UNIVERSIDAD, A LA QUE LLAMAN LA CHEWAKA), y otras cosas del orden.




Ficha técnica:


Título original: Cómo sobrevivir a una despedida
País: España
Año:
Duración:

Dirección: Manuela Burió Moreno
Guión: Manuela Moreno, Susana López Rubio, basada en el concepto de 'Generación By' de Atlantis Global Solutions S.L., idea orginal de Susana López y Núria Valls
Directora de casting: Cristina Campos
Dirección de Fotografía: Bet Rourich
Música: Victor Reyes
Director de arte: Javier Alvariño
Montaje: Antonio Frutos

Diseño de Vestuario: Cristina Rodríguez
Jefa de maquillaje: Ana López-Puigcerver
Jefe de peluquería: Sergio Pérez Berbel

Productores: Adrian Guerra, Núria Valls, Mikel Lejarza, Mercedes Gamero
Director de producción: Nico Tapia
Productores ejecutivos: 
Compañías productoras: 

Intérpretes: 


Natalia de Molina
Úrsula Corberó
María Hervás
Celia de Molina
Brays Efe
Roger Berruezo
Javier Bódalo
José Lamuño
Daniel Pérez Prada
Emma Bunton


Sinopsis:


Alocada historia de un grupo de amigas que a los 27 años no han conseguido lo que soñaban en la adolescencia: un buen trabajo, un novio como el de "Cincuenta sombras de Grey" y vivir en un pisazo céntrico. Como mileuristas, lo único que han logrado es compartir piso, trabajar como becarias, salir con chicos alérgicos al compromiso y comprarse ropa solo en las rebajas. Pero Nora y sus amigas no se rinden ante la cruda realidad. Lo primero que se proponen es organizarle una despedida de soltera inolvidable a Gisela, la más responsable del grupo. Y el destino escogido es Gran Canaria.


Lo que se dice:


No hay muchas críticas, pero tanto los críticos como la prensa han reaccionado negativamente, a pesar de haberse manifestado un número inusual de lectores: 4,446, que le otorgan una nota media de 3,7 puntos.








Me parece estupendo que Jordi Costa* sienta que la directora muestra cierta crueldad en la representación de los estallidos del ridículo cotidiano, matizada por un molde genérico ajeno, (la comedia post-teen) por el que quizá sienta una mezcla equilibrada de amor-odio, lo que es mucho suponer, ya que, de hecho, nos lleva a una visión totalmente trastornada de la realidad, no del nuestro, sino de cualquier país, al olvidar el contexto. No digo que el grupo de protagonistas no represente a una parte de la juventud española, lo que afirmo es que es evidente que no lo hace atendiendo tan solo a parámetros universales que caractericen a todos los jóvenes, sino a  aquellos que han recibido su formación en centros concertados (en el avión que los traslada de Madrid a Barcelona encuentran al cura de su cole, y hay alguna que otra alusión a las monjas que las educaron). Estas chicas de 27 años conocen a un chico en la playa (en una zona restringida para gays, que estimulan protestas casposas de las veinteañeras, ya un poco añejas para sorprenderse de ciertas cosas) que se ofrece a guiarlas por garitos de la ciudad isleña y les propone elegir entre  un local de pachanga, moderno o de ambiente, distinciones que les suenan a chino. La elección basada en la ignorancia resulta ser para el grupo, formado por cuatro chicas y un homosexual que se integra muy bien con ellas, la más cutre.

Tendremos que ir acostumbrándonos a que hay diferentes formas de ser ibérico respetables, siempre que ser mujer sea una condición que persista más allá de los veinte y pocos años, que se respete a los ancianos y no provoque comentarios despectivos el que se exhiban en las piscinas, que se maltrate a los homosexuales si no forman parte de tus amigos y sean como niños gorditos tiernos e inocentes, que se asustan en las discotecas de ambiente, o que se desprecie a una mujer mayor que ha decidido ser libre, presentándola como una bruja viciosa, rodeada de sátiros, que debiera estar tejiendo en casa, con los pies bajo las faldas de una mesa camilla, como las abuelas de las protas,  y no se pretenda que ese punto de vista represente a todos los jóvenes. La directora machaca a los progres presentándolos como unos pijos vestidos de payasos y llenando su discurso de anglicismos, es decir, como sus verdaderos 'enemigos', que, lo más amable que se hace con ellos es presentarlos como bisexuales, nunca en sentido positivo. Vergonzante sesión de striptease masculino, que nada tiene que ver con la digna representación del striper Chaning Tatum, dirigido por Steven Shoderberg en Magic Mike (2012) ¿Es este el género que desprecia Manuela Burió? La visión de la policía, en este caso canaria, merece capítulo aparte. Entre esta película y las que integran el género de las bodas y despedidas de solteros norteameicanas existe la misma relación que entre los culebrones sudamericanos (algunos recordarán las inmensas sagas que tenían entontecidas a las féminas españolas de hace algunos años) y las sagas que se hacían en el Norte en la que los personajes aparecían en los créditos iniciales perfectamente emblematizados y en el desarrollo caracterizados por el triunfo de la elipsis).

Acierta mucho más, al menos desde un punto de vista periférico, Jordi Batlle Caminal** (Diario 'La Vanguardia') en su análisis, cuando asocia el humor de la realizadora con las farsas casposas de Paco Martínez Soria, a pesar de intentar camear de principio a fin el film de Todd Phillips, 'Resacón en las Vegas', (2009), con un matiz: cuando los españoles se disponen a hacer gala de sus virtudes no hay ni Space Girl ni Madonna que se les resista.(bochornoso); tan solo tienen que cambiar el uniforme del cole por cuatro escasos trapitos que cubran las partes pudendas de su cuerpo. Y a eso lo llaman talento. En cuanto a la idea que tienen de lo que es un 'progre' la expone con claridad una de las chicas cuando rechaza un trabajo de periodista que le ofrece uno de sus 'rivales' : "Yo no soy una moderna, porque si ser moderna significa ir vestida como una mamarracha, no ir al dentista y raparse media cabeza, sois todos unos gilipollas; prefiero ser una antigua y estar en el paro, antes que ser un espantapajaros...y el tigre de porcelana que tienes es más hortera que bailar la conga.". Eso unido al desprecio a las feas que no deben tener otro tipo de cualidades, los viejos que osan sentarse en el borde de la piscina con aparatos que los ayuden a respirar, las viejas que viven en una isla paradisíaca unas decadentes...Todo un compendio de buenas prácticas que debe respetar una mujer de provecho, que se permiten subir fotos escandalosas a instagram y twitter o escribir blogs con miles de seguidores. El cliente perfecto de las grandes plataformas, que en su vida privada excluye a todos los que siente diferentes a el/ella. Un producto orientado a un público ya no tan juvenil (las protagonistas tienen cerca de 30 años y ya han olvidado la edad de los juego basados en la imaginación) cuya idea de 'pasarlo bien' pasa por la 'fiesta frenética, la explicitud verbal en materia de sexo chabacano (catalogación de pollas en el avión que va de Barcelona a Canarias), y un nivel de humor no supera el de las películas de la transición de la dictadura a la democracia.

El film está dedicado a lo que la directora llama Generación BY, de Brian Yuste, un cantante que sale de las canteras de los shows televisivos para masas adanistas, cuyo gusto lo diseña la caja tonta; una de las protagonistas escribe un blog dirigido a esta generación que no valora la creatividad, el riesgo del músico, sino la calidad de la voz que ya definió en la primera parte del siglo XX un cantante de la categoría de Miguel Aceves Mejías: "Yo tenía un chorro de voz, yo era el amo del chanquete, me admiró Jorge Negrete, Pedro Vargas y otros dos...pero de aquel chorro de voz solo me quedó chisquete", un dato que el adanista no tiene por qué conocer. Este es el problema de querer analizar un film sin contextualizarlo bien, y que hace decir a críticos como Beatriz Martínez *** que cree que lo tenía todo para ser un hype y ha terminado siendo un bluff. ¿Será esto cierto? Lo que sí parece es que probablemente habrá gustado mucho a los que pertenecen a la tribu de las protagonistas, y habrá molestado, -deliberadamente-, a quienes militan en un universo cultural bien diferente. A nadie le gusta que le llamen gilipollas; un film adecuado para faltones, que en estos momentos emiten las plataformas televisivas de las cadenas de pago.




*'Del subidón a la resaca', Jordi Costa, Diario 'El País'
** Cómo sobrevenir a una despedida: Resacón patrio, Jordi Batlle Caminal, diario 'La Vanguardia.
***' Cómo sobrevivir a una despedida: : lo tenía todo para ser un hype, pero ha terminado siendo un bluff. Fotogramas.

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