Imperium. Daniel Ragussis. Ficha técnica y crítica
SOLO HAY UN INGREDIENTE ESENCIAL PARA EL FASCISMO: EL INDIVIDUALISMO
LAS PALABRAS CONSTRUYEN PUENTES HACIA REGIONES INEXPLORADAS. Adolf Hitler
Ficha técnica:
Título original: Imperium
País: Estados Unidos
Año: 2016
Duración: 109 minutos
Dirección: Daniel Ragussis (Haber, 2008)
Guión: Michael German, Daniel Ragussis, basado en una historia de Michael German
Casting: Susan Shpmaker, CSA, Lois Drabkin, CSA, Matthew Lessall, CSA
Dirección de Fotografía: Bobby Bukowski
Música: Will Bates; supervisor: Joe Rudge
Edición: Sara Corrigan
Coordinador de especialistas Chad Hessler
Dirección artística: Katy Shirey
Decorador del set: Julia Dent
Diseño de Vestuario: Amy Andrews Harrell
Jefe de Departamento de maquillaje: Ashley Fetterman
Jefe de Departamento de peluquería: Fernando Navarro
Productores: TY Walker, p.g.a., Simon Taufique, Dennis Lee, Daniel Ragussis
Productores ejecutivos: Warren T.Goz, Eric Gold, Jeff Elliott, Chad Moore, Andrew Mann, Lauren Selig, Barry Brooker, Stan Wertlieb, Thoma Whiteman, John Osborne, Caroline Michael Osborne
Diseño de producción: Kristen Adams
Compañías productoras: Atomic Features , Green-Light International, Sculptor Media, Inopia Pilms, Lionsgate Premier, Grindstone Entertainment Group, Tycor International Film Company Inc, Atomic Features
Intérpretes:
Daniel Radcliffe; Nate Foster,
Toni Collette: Angela Zamparo,
Tracy Letts: Dallas Wolf
Seth Numrich: Roy,
Pawel Szajda: Sargento Vince,
Devin Druid : Johnny
Chris Sullivan: Andrew Blackwell,
Nestor Carbonell: Tom Hernandez,
Burb Gorman: Morgan,
Sam Trammell: Gerry Conway.
Sinopsis:
Nate Foster (Daniel Radcliffe), un joven agente del FBI, decide aceptar una misión de su superior, la agente Angela Zamparo (Toni Colette), para trabajar encubierto. Su misión es infiltrarse en un violento grupo de neonazis sospechoso de prácticas terroristas y del que se cree que está tratando de fabricar una bomba con el isótopo radioactivo Cesio.137. Foster intentará desmantelar a este peligroso grupo de extrema derecha y para elo deberá afrontar el reto de adquirir una nueva identidad al mismo tiempo que intenta mantener intactos sus principios.
Crítica:
Imperium es un film muy complejo y difícil de interpretar, realizado con la sencillez y naturalidad con la que el cine norteamericano, ahora representado por Daniel Ragussis, aborda el thriller, un relato en el que el número de sociópatas es proporcional al de resentidos, que, parafraseando a Pascual Serrano (introducción del libro de Daniel Bernabé, 'La trampa de la diversidad'), es una realidad que se está expandiendo en el mundo posmoderno convertido en el fantasma que recorre la Europa actual, abandonada la conciencia de clase y las luchas colectivas, y entregada la izquierda a reivindicaciones identitarias de las minorias en nombre de la diversidad y la tolerancia, pero sin prestar atención a las necesidades de la clase trabajadora, concepto desaparecido en favor de la división de la población mundial en razas, religiones y culturas.Como consecuencia el trabajador blanco y protestante, en lugar de buscar a su igual entre las otras razas y religiones, se siente depreciado por la izquierda multicultural, cuando no culpabilizados del subdesarrollo del tercer mundo, y termina en manos de quienes se dedican a aplaudirles su raza y su religión: la ultraderecha. Una realidad en la que incidía hacía tiempo Owen Jones en Chavs:la demonización de la clase obrera.
En su segunda película, Daniel Ragussis insiste en que todo empieza con la palabra, cuyo dominio reúne todo el poder en quien domina el verbo, que con independencia de la ideología procede de una clase ilustrada de origen liberal, resentido contra sus padres, los políticos o los vecinos, activistas que promueven un suceso con la intención de provocar a un gobierno y obligarlo a actuar en una dirección equivocada lo que pondrá todas las cartas en su mano; lo que despierta a las gentes es la reacción de los gobiernos acosados y obligados a 'revelarse' (no rebelarse, algo imposible). El realizador no olvida a los periodistas que controlan a la población desde los medios más importantes, con el único objetivo de ganar dinero. La mayor parte de estos activistas, que nacen y se desarrollan en las democracias occidentales, con independencia de su ideología son anticapitalistas, porque el sistema de libre mercado fomenta un individualismo feroz, y los situados en la extrema derecha están frontalmente en contra de cualquier tipo de discriminación positiva que, según su criterio, destruye los empleos de los blancos, los abortos que matan a fetos blancos, los derechos de los homosexuales que destruyen familias blancas y, en resumen, todo aquello que debilite la supremacía de la raza blanca; la diversidad tiene un significado oculto, que es el genocidio de los blancos. En la otra orilla comienzan a alzarse las voces que denuncian que una defensa de la diversidad en función de la raza, la orientación sexual, el país de origen, o la especie animal a que pertenezcan las víctimas de los especistas, y olvidando la lucha por la igualdad se engrosan las filas de un nuevo nazismo que todavía no ha ocupado el poder.
El hombre culto y exquisito, Gerry Conwai, interpretado por Sam Trammell que empatiza con el infiltrado, el agente del FBI interpretado por Daniel Radcliffe, Nate Foster, cita a Timothy McVeigh. -'Invictus'-, quien afirma que "No importa lo estrecha que sea la puerta, cuán cargada de castigos la sentencia, soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma." Uno de los miembros del grupo supremacista, más burdo y primitivo, alude a 'Los diarios de Turner', novela escrita en 1978 por William Luther Pierce, líder de la organización racista blanca, Alianza Nacional, bajo el pseudónimo de Andrew McDonald, que defiende un proyecto de revolución violenta en territorio norteamericano que derrote al gobierno federal de los Estados Unidos con el propósito de eliminar a la población judía y no-blanca, dejando un total de habitantes en Estados Unidos de 50 millones de personas, un genocidio que no es capaz de imaginar ni siquiera la película de ficción más destructiva, como la adaptación que dirigen para Marvel los hermanos Anthony y Joe Russo, "Vengadores: Infinity War" (2018), confirmando la creencia popular de que la realidad supera a la ficción. Los diarios de Turner dejaron tras de sí un reguero de sangre, especialmente el atentado de Oklahoma City que ocasionó 168 víctimas mortales. Gerry pone en manos de Nate esta literatura hilvanada por el odio, el resentimiento y el rencor, un error al que le empuja el sentimiento intrínseco de clase que busca la cercanía de los más ilustrados; el relato se basa en un hecho real.
De este modo el tema que aborda Ragussis, especialmente desde la perspectiva que lo hace, es complejo, difícil y puede arrastrar a la confusión, por mucho que lo finalice un joven nazi arrepentido que va por los Institutos contando su historia y advirtiendo a los jóvenes, que sufren, con independencia del color de su piel, las injusticias del capitalismo, de los riesgos de los extremismos que desprecian la vida de los hombres. No es una película militarista, ni que de una especial relevancia visual, más allá de alguna cruz del Ku Klux Klan ardiendo, alguna otra gamada y más de un refriega con grupos de extrema izquierda, que pueda atraer a jóvenes amantes de los extremos y tentados por una violencia que sienten atractiva, como ocurre en películas muy duras como American History X, dirigida por Tony Kayer en 1998, con un intenso componente romántico que le proporcionó una alta valoración, materializada en una nota media de 8,3, basada en los votos de 149,851 usuarios,algo totalmente inusual en la página española Filmaffinity. Imperium aprueba casi por los pelos con un 5,7 de media, obtenida de la valoración de 3,675 lectores de Filmaffinity. Sin embargo esta película advierte de un riesgo mayor que acecha de nuevo a la población mundial del siglo XXI, la trampa de la diversidad, una lucha que se desentiende de la defensa de la igualdad entre todos los seres humanos, un abono imprescindible para todo tipo de radicalismos.*
*La trampa de la diversidad. Daniel Bernabé.Ediciones Akal, S.A. 1ª edición, mayo de 2017; 9ª edición: abril de 2019.
De este modo el tema que aborda Ragussis, especialmente desde la perspectiva que lo hace, es complejo, difícil y puede arrastrar a la confusión, por mucho que lo finalice un joven nazi arrepentido que va por los Institutos contando su historia y advirtiendo a los jóvenes, que sufren, con independencia del color de su piel, las injusticias del capitalismo, de los riesgos de los extremismos que desprecian la vida de los hombres. No es una película militarista, ni que de una especial relevancia visual, más allá de alguna cruz del Ku Klux Klan ardiendo, alguna otra gamada y más de un refriega con grupos de extrema izquierda, que pueda atraer a jóvenes amantes de los extremos y tentados por una violencia que sienten atractiva, como ocurre en películas muy duras como American History X, dirigida por Tony Kayer en 1998, con un intenso componente romántico que le proporcionó una alta valoración, materializada en una nota media de 8,3, basada en los votos de 149,851 usuarios,algo totalmente inusual en la página española Filmaffinity. Imperium aprueba casi por los pelos con un 5,7 de media, obtenida de la valoración de 3,675 lectores de Filmaffinity. Sin embargo esta película advierte de un riesgo mayor que acecha de nuevo a la población mundial del siglo XXI, la trampa de la diversidad, una lucha que se desentiende de la defensa de la igualdad entre todos los seres humanos, un abono imprescindible para todo tipo de radicalismos.*
*La trampa de la diversidad. Daniel Bernabé.Ediciones Akal, S.A. 1ª edición, mayo de 2017; 9ª edición: abril de 2019.
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