Nosotros. Jordan Peele. DVD y Blu-ray




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Ficha técnica, sinopsis, lo que se dice (Pinchad aquí)


Crítica.



HAY MILES DE KILÓMETROS DE TÚNELES BAJO EL TERRITORIO CONTINENTAL DE LOS EE.UU, REDES DE METRO ABANDONADAS, RUTAS FUERA DE SERVICIO Y GALERÍAS DE MINAS ABANDONADAS. MUCHOS NO TIENEN NINGUNA FUNCIÓN CONOCIDA...


Decíamos esto al hablar de la aparición en tiendas del DVD y el Blu-ray, y ni siquiera soñábamos en la peor de nuestras pesadillas, en la que se nos venía encima; íbamos a cine-clubs en las salas de proyecciones, alguna de las cuales (Cines Lys de Valencia) llevaban a los directores a los debate, siempre que esto era posible; veíamos cintas y empezaban a emerger plataformas que competían con los medios convencionales. Hoy, estas plataformas se han impuesto de manera definitiva:

"Cuando se te da la oportunidad de volver a ver un film que te dio miedo cuando asististe a su estreno en el cine, teniendo la posibilidad ahora de usar la moviola, de avanzar y retroceder para entender el discurso audiovisual que ha llevado a la culminación de este proyecto, sientes auténtico pavor. Siguiendo una tradición literaria que podemos ubicar convencionalmente en el descenso a los infiernos de Dante, a la que se recurre en un cuento literario de finales del siglo XIX, 'La máquina del tiempo' de Herbert George Wells (1895), que situaba en las entrañas de la tierra el universo de los Morlocks, unos seres horrendos que cuidaban de unos hombres y mujeres blancos hedonistas, los Eloi, sin escritura, inteligencia, ni fuerza física, a los que la inactividad debilitaba, para finalmente comérselos, vamos llegando a los nuevos relatos cinematográficos, ('Lo que esconde Silver Lake', 'Nosotros' o 'Infierno bajo el agua', e incluso la multigalardonada 'Parásitos' de Bong Jon-ho), que sitúan en la oscuridad del subsuelo toda clase de depredadores que constituyen significativas metáforas de todo lo que se oculta al aldeano despreocupado (Marshall McLuhan), muy maleable, que cree que el nuevo universo multimedia se encuentra a su entera disposición.

Jordan Peele comienza ubicando su historia en 1986 , y lo hace a través de una noticia que emite un pequeño televisor de la época, cuando no se conocían las pantallas extraplanas, que informa de que en una fecha próxima, señalada en el extremo inferior derecho del encuadre, seis millones de personas entrelazarán sus manos para mostrar su enfado por el hambre en EE.UU, una manifestación de protesta organizada por Hands Across América; cuando veamos por primera vez a un hombre con una gabardina desgastada, por cuyo borde interior aparecen dos piernas enfundadas en un pantalón rojo oscuro, que evoca el uniforme de Guantánamo, un frío sudor nos recorrerá la espalda. En el recorrido de esta performance un punto emblemático que sirve de unión entre los que protestan son, precisamente, las Torres Gemelas, que fueron objeto de un terrible atentado con importantísimas repercusiones en el estado de las libertades de Oriente y Occidente.

La niña Adelaida Wilson y su doble Red, interpretadas por Madison Curry, protagonizan la secuencia más inquietante del film, la primera, cargada de información, en la que la pequeña entra en una atracción de una feria de Santa Cruz a través de un atractivo portal, con letras luminosas que rezan: "Vision Quest. Find Yourself' (Búsqueda de la Visión. Encuéntrate a tí mismo) . Junto al personaje nos adentramos en un mundo perverso, maligno y muy escalofriante y amenazador. Cuando el personaje intente escapar, descubrirá que las escaleras mecánicas por las que ha descendido no tienen las paralelas que permiten volver a la superficie; no hay vuelta atrás en este viaje. Estas extrañas imágenes precedidas por el protagonismo de una camiseta que forman parte del merchandising del corto que hizo en 1983 John Landis, para promocionar el disco de Michael Jackson, Thriller, se cierran con la de un conejo enjaulado, una cobaya, víctima de un experimento, el emblema del enfrentamiento de la religión, las creencias, y la ciencia que debe demostrar sus tesis en el laboratorio. Un preámbulo que augura al espectador un buen-mal rato, en el que el doppelgänger, el doble fantasmagórico o sosias malvado de una persona viva, cuya forma más antigua fue acuñada por el novelista Jean Paul en 1796, como el doppeltgänger, con el significado de "el que camina al lado", le acompañará hasta el desenlace del relato, con momentos intensamente perturbadores.

Jordan Peele nos hace cuestionarnos qué sucedería si los nuevos parias de la Tierra, los invisibles que caminan a nuestro lado sin que nos percatemos de su presencia, unieran sus manos no para entrar en un lugar determinado, que también, sino para impedir que saliéramos y atravesáramos el cerco que han construido. Si solo la primera secuencia nos deja helados, podemos imaginar los momentos que nos deparan los 120 minutos restantes del film, que no sólo representa la doble consciencia, sino la división entre el 'nosotros' y el 'ellos' en la era Trump, un presidente de Estados Unidos empeñado en levantar muros, que pueden acabar encerrándolo en su fallido paraíso. Comparto los temores de Ann Hornaday (The Washington Post) quien confiesa que " la película le produjo auténticas pesadillas a la hora de dormir, lo que deja claro que Peele tiene una habilidad única para poner el foco sobre el material más profundo y peligroso del sueño americano."


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