La música del terremoto. Wash Westmoreland . Ficha técnica y crítica






VIVIMOS EN UNA ATMÓSFERA DE MUERTE, PERO ESTAMOS VIVOS


Ficha técnica:


Título original: Earthquake Bird ('El pájaro del terremoto', el que siempre canta después de la tormenta.
País: Estados Unidos
Año: 2019
Duración; 107 minutos

Dirección: Wash Westmoreland (Siempre Alice, 2014; Colette, 2018)
Guión: Wash Westmoreland, basado en la novela de Susanna Jones
Casting: Yôko Narahshi
Dirección de Fotografía: Chung Chung-hoon
Música: Atticus Ross, Leopold Ross, Claudia Sarne
Edición: Jonathan Alberts
Dirección artística: Miyuki Kitagawa, Masami Tanaka, Katsuya Imai
Decoración del set: Yutaka Motegi, Christian Corio
Diseño de sonido: Julian Slater, Benjamin L.Coock

Diseño de Vestuario: Kumiko Ogawa
Diseño de maquillaje y peluquería: Wakana Yoshihara
Maquillaje y peluquería adicional: Ai Yuuki

Productores: Georgina Pope, Michael A.Pruss. Ann Ruark, Ridley Scott, Kevin J.Walsh
Productor ejecutivo: Kenji Isomura
Diseño de producción: Yohei Taneda
Compañías productoras: Scott Free Productions, Twenty First City; distribución: Netflix


Intérpretes:


Alicia Vikander: Lucy Fly, 
Riley Keough: Lily Bridges,
Naoki Kobayashi: Teiji Matsuda,
Jack Huston: Bob Johnson,
Crystal Kay: cantante,
Yoshiko Sakuma: Mrs. Yamada,
Kiki Seukezane: Natsuko, 
Ken Yamamura: Detective Oguchi,
Kazuhiro Muroyama: Detective Kameyama.


Sinopsis:


Ubicada en la ciudad de Tokio en 1989, Lucy Fly (Alicia Vikander), una joven expatriada que huye de un doloroso pasado, se convierte en la principal sospechosa de la desaparición de su mejor amiga,  Lily Bridges (Riley Keough), y es acusada de asesinato, tas darse a conocer un triángulo amoroso entre ellas dos y Teiji (Naoki Kobayashi), un atractivo fotógrafo japonés.



Lo que se dice:


La prensa ha recibido con frialdad el film de Wash Westmoreland, el realizador de Siempre Alice y de  Colette, ha sido recibido con una excesiva frialdad por la prensa, un exceso que se materializa en la nota media que ofrece la página española, Filmaffinity, 5,1, basada en 607 votos, una media que la norteamericana Imdb eleva a 5,9, sustentada en una muestra más amplia, 6,834 valoraciones de usuarios del sitio. El Tomatometro de la página Rotten Tomatoes da un índice de aceptación de la prensa del 51% de la prensa, consultadas tan solo 37 reseñas, y del 59% del sector del público, pulsada la opinión de 114 usuarios.

Los argumentos que dan los críticos son muy débiles, y es difícil saber a qué obedecen, ya que el film que produce Ridley Scott, goza de bastante dignidad. Se dice que apenas se registra en la escala de Richter (Stephen Dalton, The Hollywood Reporter); Un himno a los filmes pulp de Adrian Lyne sin los fuegos artificiales sexploitation (Fionnuala Halligan, Screendaily); aunque impresiona el aprendizaje del idioma por parte de Vikander, flaquea en aspectos centrales de esta interesante adaptación (Peter Debruge, Variety); demasiado confusa y lúgubre para funcionar como thriller psicosexual (David Ehrlich, IndieWire); thriller intrigante y atmosférico que consigue crear un estilo oscuro y misterioso, pero que finalmente decepciona (Sheena Scott, Forbes); una película demasiado amable para ser interesante (Glenn Kenny, The New York Times). No obstante también tiene alguna buena crítica,como la de Peter Bradshaw en The Guardian, para quien es un noir intrigante, en ocasiones redundante, que tiene algunos momentos interesantes y llamativos; pero también las hay muy negativas, como la de Brian Tallerico en rogerebert.com, que se desvela a sí mismo cuando afirma que el hecho de que un proyecto funcione en una plataforma, no quiere decir que lo haga en otra.


Crítica:



El relato se ubica en un Japón moderno, un poco antes de su caída en la crisis de 1990 de la que apenas acaba de salir, en el que la mujer soltera no lo tiene fácil, sea cocinera o magistrada, con independencia de que haya nacido en las islas o que proceda del viejo continente, como la protagonista, Lucy Fly, interpretada por Alicia Vikander, acosadas por un sentimiento perenne de culpa, que no las abandona jamás; una sociedad en la que parece que la única forma en la que las féminas pueden realizarse plenamente es siendo madres o cuidando de los niños. Dos mujeres, Lucy y Lily, se encontrarán con un fetichista, una maníaco sexual que siente reverencia por la mujer que cuidó de él siendo niño, y que se sirve de las demás con motivos bastante inconfesables.

El amor,la atracción sexual y los celos son los verdaderos protagonistas de esta triste historia, unos sentimientos que anidan en una mujer rota, con un pasado inconfesable, especialmente para ella misma, del que se libera cuando es capaz de contar una historia que le pesa en exceso. No es una cuestión ni extravagante ni insólita, muchos y muchas han tenido esa sensación de culpa que la embarga. Ni tampoco nos extraña la forma en que la cámara de Wash Westmoreland  mira a Alicia Vikander, si hemos visto como lo hace con Keira Knightley en Colette o con Julianne Moore en Siempre Alice, adaptando su estilo al minimalismo japonés, por otra parte nada ajeno al indie, tan de moda en la actualidad, muy apropiado para aquellos que disfrutan de películas en versión original, ya que sus protagonistas principales, la actriz sueca y el actor nipón pasan del inglés al japonés constantemente.

Una historia de amor y celos, en cierta medida justificados, ya que nadie es tan liberal, al menos en la imaginación de Lucy, por mucho que se manifieste contra el amor romántico, propio del constructo patriarcal, como para aceptar las reglas del juego impuestas por la recién llegada  Lily Bridges, interpretada por Riley Keough,que juega con fuego en todas las bandas en el universo irracional de los celos. En el film distribuido por Netflix y producido por Scott Free se reúnen los ingredientes para un psicothriller protagonizado por las mujeres que despiertan los peores instintos de los hombres, con independencia de que su actitud sea más o menos sumisa, aunque es la rebeldía y los aires de libertad de las féminas los que conducen sus relaciones a la tragedia.


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