The Cloverfield Paradox. Iulius Onah. Ficha técnica y crítica





Ficha técnica:


Título original: The Cloverfield Paradox
País: Estados Unidos
Año: 2018
Duración: 102 minutos

Dirección: Julius Onah (The Girl is in Youtube, 2015; Luce, 2019)
Guión: Oren Uziel, basado en una historia de Oren Uziel y Doug  Jung
Casting: Denise Chamian, CSA
Dirección de Fotografía: Dan Mindel, ASC
Música: Bear McCreary
Edición: Alan Baumgarten, ACE, Matt Evans, Rebecca Valente
Coordinador de especialistas: Mike Massa
Supervisores efectos visuales: Russell Earl, Jason Snell

Diseño de Vestuario: Colleen Atwood

Productores:J.J.Abrams, p.g.a., Lindsey Weber, p.g.a.
Productores ejecutivos: Tommy Harper, Robert J.Dohrmann, John Cohen, Bryan Burk, Drew Goddard, Matt Reeves
Diseño de producción: Doug Meerdink
Compañías productoras: Bad Robot, Paramount Pictures


Intérpretes:


Daniel Brühl: Schmidt,
Elizabeth Deblcki: Jensen,
Aksel Hennie: Volkov,
Gugu Mbatha-Raw: Hamilton,
Chris O'Dowd: Mundi,
John Ortiz: Monk,
David Oyelowo: Kiel,
Zhang ZIyi: Tam,
Clover Nee: Molly.


Sinopsis:


Su misión se ha sumido en el caos. ¿Estará dispuesta a sacrificarlo todo por un lejano planeta? Un equipo de astronautas intenta dar una solución a los problemas de un planeta devastado por la guerra y en mitad de una crisis energética. Durante  una maniobra fallida quedan flotando sin saber bien por qué y desconociendo la forma de volver al lugar de origen. La cotidianidad dentro de la nave oculta una realidad mucho más terrorífica de lo que la tripulación imagina.


Lo que se dice:


El film no ha sido bien recibido por la prensa que o bien la suspende con un 4,8, una nota media basada en 8,598 votos, que refleja la página española Filmaffinity, o la aprueba con un margen muy reducido, 5,5, obtenido de la valoración de 87,481 valoraciones de usuarios .

Los argumentos que dan los críticos son que es una llamada a defraudar al fan acostumbrado a una franquicia mainstream y no a esta miniatura minimalista dirigida a un espectador que disfruta con las insensateces adorables de la década de los 50 (Fauto Fernández, Fotogramas); una película mediocre y una de las grandes decepciones de los últimos años (Pablo Fernández Taboada, Cinemanía) ; un desastre monstruoso (Benjamin Lee, The Guardian); habría que dejar que los monstruos devorasen la franquicia (John DeFore, The Hollywood Reporter); un batiburrillo que aturde (Owen Gleiberman, Variety); la película más floja de la franquicia (Jonathon Dornbush, IGN); lo único que parece funcionar son los personajes, pero tampoco sabe controlarlos (Luke y Thompson, Forbes)...


Crítica:


Es verdaderamente una paradoja, y no la de Cloverfield, que haya resultado un sonoro fracaso el hecho de que una sociedad ponga al frente de un proyecto como éste a productores de la notoriedad de J.J.Abrams, cuya compañía, 'Bad Robot', aborda la producción del film, o haya implicado en el mismo a Matt Reeves; haya contado con el apoyo de realizadorres importantes como Spike Lee y actores muy versátiles que han trabajado para los cineastas más notables, entre ellos Daniel Brühl, y dirigiéndolos a todos ellos un deus ex machina avalado por los premios más importantes y la acogida triunfal en los festivales de mayor prestigio, Iulius Onah, un cineasta nigeriano-estadounidense, uno de los 25 rostros del género indie, según la revista Filmaker, destacado en Forbes. Un joven criado en Filipinas, Nigeria, Togo y Reino Unido, que desembarco en Arlington, Virginia, nuevo destino de su padre, un diplomático africano, Adoga Onah, que encargó la educación de sus dos hijos a las Universidades más prestigiosas de Estados Unidos, y les financió los masters más reconocidos en la formación de un director de cine, que han llevado a estos dos hermanos gemelos, cuando tenían algo más de treinta años, a dirigir  costosos proyectos con fichas técnicas y artísticas de lujo.

'The Cloverfield Paradox' responde a una idea pergeñada por J.J.Abrams, que puso en marcha en 'Monstruoso', (2008), un producto de found footage, realizado por Matt Reeves, que continuó en Calle Coverfield 10 de Dan Trachtenberg (2016), en la que construía una diégesis que giraba en torno a la posibilidad de la convivencia de varias realidades que actuaban en un multiverso, una fantasía que se apoya en la física cuántica y que han llevado a la pantalla con mucha mejor fortuna cineastas como Duncan Jones, el hijo de David Bowie en Source Code, un film extremadamente duro. No obstante y, a pesar de lo dicho Iulius Onah no renuncia a contextualizar, con mayor o menor fortuna, a sus personajes y ubicarlos en una realidad conflictiva a costa del calentamiento de la Tierra, el agotamiento de las fuentes de energía y el enfrentamiento entre los pueblos que libera a los monstruos bíblicos que anuncia el Apocalipsis de San Juan y que aquí parecen ser evocados, aunque no los veamos en ningún momento, ni tan siquiera con la iconografía que han desarrollado las nuevas epopeyas épicas que nacen con los creadores de los mitos contemporáneos que encuentran acomodo en el cine de ciencia-ficción, tal como hoy lo conocemos, que tiene mucho que ver con George Lucas y menos con Stanley Kubrick, atado a viejos planteamientos metafísicos, relacionados con el origen del universo y las teorías creacionista y evolucionista enfrentadas. El alien apenas tiene presencia  antes del nacimiento de Star Wars salvo en películas de bajo costo (Planeta prohibido, Fred M.Wilcox, 1956; Ultimatum a la Tierra, Robert Wise, 1951...) o sagas como la de Flash Gordon.


El film ha sido producido por Netflix y lo podéis encontrar en su plataforma.

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