Bienvenidos a Zombieland III: la llegada del coronavirus
Han pasado once años desde que en 2009 Ruben Fleisher etrenó esta película, cuando la crisis que estalló con la caída de Lehman Brothers provocó la primera crisis global de consecuencias todavía imprevisibles (el Ministerio de Asintos Exteriores chino acusa veladamente al ejército norteamericano de haber llevado el coronavirus a Wuhan, donde sus soldados participaban en unos Juegos Mudiales Militares, según varios periódicos y agencias, ¡Chi lo sa!). En 2009 Ruben Fleischer hizo un film que hacia falta hacer, Bienvenidos a Zombieland.. que dejaba un espacio importante al mundo del videojuego. Doce millones de personas se integran cada mes al célebre World of Warcraft, que ha merecido un film dirigido por Duncan Jones; la reflexión de Fleischer es ácida, cínica y con muy mal yogurt. Cuatro protagonistas principales participan en este juego con avatares, según ellos para no encariñarse. Columbus, Tallahasse, Wichita y Little Rock. La infección de las vacas locas se ha extendido a humanos locos, que se convierten en zombis locos; uno de los pocos que se salvan es Columbus, gracias a sus 32 estrategias de supervivencia (jerga que entienden muy bien los jugadores): Cardio, Mata y remata, ten cuidado en los baños, usa cinturón de seguridad, disfruta de pequeñas cosas... De este modo vamos pasando a diferentes dimensiones de ficción y realidad. En el plano que representa la realidad de la ficción principal, en Norteamérica no quedan hombres e incluso el presidente Bush se ha convertido en zombie.
Entre los pocos que se han salvado se encuentra el célebre actor de comedia Will Murray. Los escasos humanos que quedan oyen música de Metallica, Van Halen o Chuc Manglione. Columbus sostiene que no se puede mantener un país sin gente y que es alucinante lo rápido que se puede pasar de lo malo a una mierda total; cuando te da miedo lo que hay fuera, dejas de salir y se pierde el orgullo y la dignidad. También se pierde la línea, el equilibrio físico: todos son muy gordos a causa de la inmovilidad. Columbus no puede buscar apoyo en sus padres porque son tan claustrofóbicos y antisociales como él, que de momento sólo ha dejado de salir los viernes por la noche con sus amigos. Se hace una pregunta: ¿Qué es mejor ser listo o tener suerte ? Tallahasse se ha metido en este mundo porque ha perdido un hijo y necesita evadirse; busca su Rosebud en unos dulces, los twinkies, a los que llama sus 'bocados de la infancia'; al final, en una escena eliminada, le pregunta a Will Murray qué dijo el inmortal Jean Paul Sarte. Trágicamente, todo el mundo está en posición de experimentar estas sensaciones.
El actor, que se había disfrazado de zombie para supervivir, le responde: au revoir, topo. Las dos mujeres del film Wichita y Little Rock, desconfían de los hombres y se evaden constantemente; buscan el parque de Playland, donde creen que estarán protegidas, pero es un error: al encender las luces de las atracciones llaman la atención de los 'zombies locos' que acuden masivamente a devorarlas. No hay forma de escapar de este mundo. La fauna geek se completa con jugadores de póquer. El director, de forma muy inteligente, subtitula el film con aclaraciones importantes para los no iniciados. Es interesante conocer el mundo actual, muy lejano para la mayoría. Es difícil encasillar este film: ¿cine de terror gore ?¿road - movie ? ¿comedia ?
Una película que recomendamos es Infectados (2009) de los Hermanos Pastor, '28 días después' de Danny Boyle (2002), y muchas otras, especialmente relacionadas con los zombis.
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