The Equalizer.2. Antoine Fuqua. Crítica.

SOMOS LO QUE HACEMOS. LA FUERZA MUY BRUTA AL SERVICIO DE LOS VULNERABLES ACOSADOS POR LOS INVULNERABLES.

Ficha técnica, sinopsis, lo que se dice (Pinchad aquí)

Crítica:

Nada parece describir mejor la dicotomía que Antoine Fuqua expone en torno a la nueva mentalidad que se esta generando en Estados Unidos, y en elmundo entero, entre aquellos que pasan a integrar las filas de nuevos arquetipos de la  una sociedad ' en la que según Zygmunt Bauman, la industria de eliminación de residuos pasa a ocupar los puestos de mando de la economía de la vida líquida. En una sociedad moderna 'la supervivencia y el bienestar de sus miembros dependen de la rapidez con la que los productos quedan relegados a meros desperdicios y de la velocidad y la eficiencia con la que estos se eliminan. En eta sociedad, nada puede declararse exento de la norma universal de la 'desechabilidad' y nada puede permitirse durar más de lo debido. La perseverancia, la pegajosidad y la viscosidad de las cosas (tanto de las animadas como de las inanimadas) constituyen el más siniestro y letal de los peligros, y son fuente de los miedos más aterradores y blanco de los más violentos ataques."* Una doctrina que mantiene Iñaki Gabilondo cuando denuncia que los hombres y sus ideas no escapan de la  maldición de la obsolescencia programada.

Y ¡hasta ahí podíamos llegar! Fuqua amaga con llevar la contraria a la realidad y hacer un último brindis a la utopía, y convierte a su personaje, Rober McCall, interpretado por Denzel Washington, el protagonista de un film de acción, la joya de la corona de los machos americanos y de cualquier parte del mundo, en un militante contra la injusticia social (el igualador), un defensor de los vulnerables, a la americana. Es decir, consciente de que no es tan fácil cambiar el mundo, decide arreglar lo que esté a su mano, y lo hace a la manera que ha aprendido en los servicios secretos americanos, un pasado en el que no se profundiza, sino que apenas se apunta con alusiones ajenas a víctimas del sistema, fotografías, y otros detalles aparentemente sin importancia. Sus protegidos serán las mujeres de las que han abusado los hombres con el objetivo de obtener beneficios económicos en las redes de sus abusos, sus antiguas compañeras de 'la familia', los negros como él, y cualquiera que forme parte de un sector vulnerable.

La película ofrece lo que se espera del género: audacia, mendacidad, engaños y muchos golpes, pero ahora al servicio de la gente más desamparada por cualquier causa. Enfrente, sus enemigos, los miembros de su grupo cuando todos estaban activos y al servicio del estado dentro del orden. Pero este mismo estado, que ya no cree que haya buenos ni malos, sino solo afortunados y desafortunados, algo de lo que ha convencido a este pequeño grupo de hombres, también los necesita al margen de la Ley, y McCall o cualquier persona decente que quiera investigar las cloacas del estado, se encuentran en la diana de los que hasta ayer eran sus camaradas. El bacground del film,su subtexto, no es bien visto por quienes no quieren aceptar que existe la guerra sucia, pero votan a quien sugiere su necesidad de mantenerla. Como consecuencia, no ha gustado, especialmente porque la metáfora ha dejado paso a una representación de lo real, y en esa realidad no todos estamos de acuerdo: unos se integran con entusiasmo en la sociedad líquida, y otros siguen pegados a antiguos valores, y  si creen que existe el bien y el mal.

La podéis ver en Netflix, y, a pesar de que, cada vez más, se impone la mujer que se involucra en esta lucha violenta, (también hay agentes femeninos eficaces en el film), y a pesar de que sigue siendo un film diseñado especialmente para un público masculino, no estaría mal que las mujeres se fueran integrando y valorando un género en el que los estadounidenses son los maestros, y cuyo principio ha animado diferentes áreas artísticas (la pintura, la música, la literatura, la fotografía...). Y Antoine Fuqua es un maestro en este terreno; recordemos 'Training day'.