Guapis.Maïmouna Doucouré. Ficha técnica. Crítica.
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y/o las compañías productoras y distribuidoras
EL DRAMA DE CRECER
Ficha técnica:
Título original: Mignonnes
País: Francia
Año: 2020
Duración: 96 minutos
Dirección: Maïmouna Doucouré
Guión: Maïmouna Doucouré
Director de casting: Tania Arana,
Director de casting: Tania Arana,
Dirección de Fotografía: Yann Maritaud
Música: Nicolas Nocchi/Niko Noki
Edición: Mathilde Van de Moortel
Dirección artística: Nicolas Bachelet
Jefe de decoración: Julie Wassef
Coreógrafos: Boun-Julien Cohen
Dirección artística: Nicolas Bachelet
Jefe de decoración: Julie Wassef
Coreógrafos: Boun-Julien Cohen
Diseño de Vestuario:Valérie Ranchoux-Carta
Jefe de maquillaje: Maela Gervais
Jefe de maquillaje: Maela Gervais
Productores: Zangro
Diseño de producción: Julie Wassef
Diseño de producción: Julie Wassef
Director de producción: Olivier Sarfati,
Compañías productoras: BAC Films, France TV Cinéma, Bien out Bien Productions, con la participación de Canal +, Cine +, Centre National du Cinéma et de l'Image Animée; apoyo de la Región Île de France, la Región Nouvelle-Aquitaine, la Procirep, la Sacem; distribución: Netflix
Intérpretes:
Fathia Youssouf Abdillahi: Amy,
Demba Diaw: Ismael,
Medina El Aidi-Azouni: Angelica,
Esther Gohourou: Coumba,
Ilanah Cami-Goursolas: Jess,
Myriam Hamma: Yasmine,
Mbissine Thérhesè Diop: la Tía,
Mamadou Samake: Samba,
Sinopsis:
Amy tiene 11 años y se queda alucinada con un grupo de baile de chicas. Para unirse a ellas, mpieza a explorar su feminidad, desafiando las tradiciones de su familia musulmana.
Lo que se dice:
El film no ha sido comprendido, especialmente por el público, por razones difíciles de entender, que llegan al extremo de suspender 'Mignonnes' rotundamente tanto en Europa como en América, como ponen de manifiesto la página española Filmaffinity, que ofrece una media de 4,1, basada en 47 votos, o de 1,7 en la norteamericana Imdb, apoyada en las valoraciones de 3,019 usuarios.
Sin embargo, los críticos son mucho más condescendientes y califican el film de equilibrado drama iniciático sobre las dificultades de crecer entre varias formas de patriarcado (Juan Manuel Freire, Diario 'El Periódico'); película cautivadora pero estructuralmente irregular (David Rooney, The Hollywood Reporter); control de la historia de una película totalmente engañosa, interpretada por actores noveles (Carlos Aguilar, The Wrap); historia de iniciación desgarradora moderna y atemporal (Anna Menta, Decider); un film que contiene demasiadas cosas engañosas que impiden conectar con él (Amy Nicholson, Variety); sólido drama repleto de matices, absorbente y meritorio, que no merece el tipo de acusaciones ignorantes a los que se ha visto sometido (John Serba, Decider)...Algunas críticas más que informan, en medios del Cono Sur de América, muy acertadamente sobre la diferente idiosincrasia de aquellos países en los que existen amplios sectores de población vinculados por su origen con el viejo continente.
Aunque no se explicite, ni en la sinopsis ni en la contextualización cinematorgáfica de la historia, el relato visual informa ampliamente de la sociología de un centro de la banlieue francesa, algo así como el área metropolitana de las grandes ciudades españolas, en concreto el conjunto de municipios que las rodean que, aunque pueden ser burgueses, la multiculturalidad y carácter multirracial de los alumnos de la ficción, informan de su carácter obrero, más que deprimido o marginal. La franja de edad elegida para protagonizar la historia es la pubertad, el paso de la infancia a la adolescencia, de la que constituye su primera fase (vemos a la protagonista manchar por primera vez sus pantalones con su primera menstruación y escuchar las primeras veces la temida advertencia: "ya eres mujer"). Esta niña, Amy, que comparte su cuarto con un hermano, Ismael, comienza a comprender cómo es el mundo en el que se ha de integrar como adulta, cuando su padre, ausente, anuncia su vuelta con una nueva mujer, cuya boda se va a celebrar en su casa, siendo su madre y su tía las encargadas de preparar el banquete y decorar la estancia nupcial, siente en su propio cuerpo la represión de la mujer en su comunidad religiosa y cultural, frente a una libertad, inasumible por una parte de la sociedad francesa que pone al límite la capacidad de los adultos de aceptar que aquellas chicas que 'ya son mujeres' se comporten como tales y monten coreografías que, inspiradas en las redes sociales, las conviertan en objetos sexuales conscientes (gestos de carácter marcadamente sexual como los 'perreos' y otros más explícitos todavía).
Amy se siente atraída por la libertad ilimitada de sus compañeras, de cuya extracción social apenas se habla, aunque alguna de ellas vive en su mismo bloque de viviendas, lo cual es un signo de pertenencia a un estatus social similar, un grupo en el que la raza no importa, ya que lo que mueve a estas chicas es la posibilidad de salir de su mundo y del anonimato. La libertad de que goza con el grupo, en cuyo seno se socializa en el país de acogida, choca con la mentalidad de las mujeres musulmanas, a cuyo grupo pertenece, que son el pilar fundamental del patriarcado y, para mayor abundamiento, ni siquiera van al cielo en la misma proporción que los hombres. Si se produce el hecho de que el marido decida casarse con otra mujer, (no es el caso habitual en Austria que denuncia Umut Dag en 'La segunda mujer', película que recomendamos encarecidamente), debe llamar a las mujeres de su familia y, según el imán pueden abandonar el hogar, si no puede soportar la situación, una solución no fácil cuando se tienen tres hijos, la mayor de 11 años y un bebé siempre cargado a sus espaldas. La integración en una sociedad como la francesa, que cuida como pocas la situación de las mujeres ubicadas en su solar y procedentes de cualquier parte del mundo, unida a la rebeldía de su hija, educada en un colegio laico galo, favorecerá el despertar de esta mujer como persona.
Muchos no entienden bien en qué se basa el rechazo del film (yo tampoco), e incluso rebaten el final. Pero pasan por alto algo que tendrían muy en cuenta en sus propios hijos: Amy es una preadolescente, una niña que comienza a crecer, que quiere aprender todo, que se comporta como quien se encuentra en tierra de nadie, deseando volar, pero necesitando todavía el calor de una madre, especialmente en el momento en el que el padre, que interviene, según Lacan, castrando al niñ@ y rompiendo los lazos con la madre, está ausente y no supone el apoyo necesaria para quien comienza a avanzar por la vida; el papel castrador lo cumple una tía muy religiosa y severa. No se puede afirmar que el film es realista stricto sensu, ya que Guapis (Mignones o muñecas) milita en el cinéma du corps, que Jacques Quandt , (crítico de la revista Artforum) llama 'nuevo extremismo francés', especialmente aplicado al cine de François Ozon, muy bien valorado por prensa y público, una denominación basada en su carácter transgresor que, en el film de Maïmouna Doucouré, pone su foco sobre niñas que imitan las formas provocativas de jóvenes adultas, cuyos cuerpos embellece. De este modo parece que la reacción ante el film tiene más una justificación moral que una reacción ante la forma y el fondo del asunto que trata. En efecto, Fathia Youssouf Abdillahi es filmada, con frecuencia, de forma fragmentada, convertida en un icono de feminidad, como hace Brian de Palma en Femme Fatale. La diferencia reside en la edad de la protagonista. Sin embargo es conocido por todos que los adolescente se forman sexualmente en páginas de internet y el personaje de Amy es el de una verdadera preadoescente.
Crítica del blog:
Aunque no se explicite, ni en la sinopsis ni en la contextualización cinematorgáfica de la historia, el relato visual informa ampliamente de la sociología de un centro de la banlieue francesa, algo así como el área metropolitana de las grandes ciudades españolas, en concreto el conjunto de municipios que las rodean que, aunque pueden ser burgueses, la multiculturalidad y carácter multirracial de los alumnos de la ficción, informan de su carácter obrero, más que deprimido o marginal. La franja de edad elegida para protagonizar la historia es la pubertad, el paso de la infancia a la adolescencia, de la que constituye su primera fase (vemos a la protagonista manchar por primera vez sus pantalones con su primera menstruación y escuchar las primeras veces la temida advertencia: "ya eres mujer"). Esta niña, Amy, que comparte su cuarto con un hermano, Ismael, comienza a comprender cómo es el mundo en el que se ha de integrar como adulta, cuando su padre, ausente, anuncia su vuelta con una nueva mujer, cuya boda se va a celebrar en su casa, siendo su madre y su tía las encargadas de preparar el banquete y decorar la estancia nupcial, siente en su propio cuerpo la represión de la mujer en su comunidad religiosa y cultural, frente a una libertad, inasumible por una parte de la sociedad francesa que pone al límite la capacidad de los adultos de aceptar que aquellas chicas que 'ya son mujeres' se comporten como tales y monten coreografías que, inspiradas en las redes sociales, las conviertan en objetos sexuales conscientes (gestos de carácter marcadamente sexual como los 'perreos' y otros más explícitos todavía).
Amy se siente atraída por la libertad ilimitada de sus compañeras, de cuya extracción social apenas se habla, aunque alguna de ellas vive en su mismo bloque de viviendas, lo cual es un signo de pertenencia a un estatus social similar, un grupo en el que la raza no importa, ya que lo que mueve a estas chicas es la posibilidad de salir de su mundo y del anonimato. La libertad de que goza con el grupo, en cuyo seno se socializa en el país de acogida, choca con la mentalidad de las mujeres musulmanas, a cuyo grupo pertenece, que son el pilar fundamental del patriarcado y, para mayor abundamiento, ni siquiera van al cielo en la misma proporción que los hombres. Si se produce el hecho de que el marido decida casarse con otra mujer, (no es el caso habitual en Austria que denuncia Umut Dag en 'La segunda mujer', película que recomendamos encarecidamente), debe llamar a las mujeres de su familia y, según el imán pueden abandonar el hogar, si no puede soportar la situación, una solución no fácil cuando se tienen tres hijos, la mayor de 11 años y un bebé siempre cargado a sus espaldas. La integración en una sociedad como la francesa, que cuida como pocas la situación de las mujeres ubicadas en su solar y procedentes de cualquier parte del mundo, unida a la rebeldía de su hija, educada en un colegio laico galo, favorecerá el despertar de esta mujer como persona.
Muchos no entienden bien en qué se basa el rechazo del film (yo tampoco), e incluso rebaten el final. Pero pasan por alto algo que tendrían muy en cuenta en sus propios hijos: Amy es una preadolescente, una niña que comienza a crecer, que quiere aprender todo, que se comporta como quien se encuentra en tierra de nadie, deseando volar, pero necesitando todavía el calor de una madre, especialmente en el momento en el que el padre, que interviene, según Lacan, castrando al niñ@ y rompiendo los lazos con la madre, está ausente y no supone el apoyo necesaria para quien comienza a avanzar por la vida; el papel castrador lo cumple una tía muy religiosa y severa. No se puede afirmar que el film es realista stricto sensu, ya que Guapis (Mignones o muñecas) milita en el cinéma du corps, que Jacques Quandt , (crítico de la revista Artforum) llama 'nuevo extremismo francés', especialmente aplicado al cine de François Ozon, muy bien valorado por prensa y público, una denominación basada en su carácter transgresor que, en el film de Maïmouna Doucouré, pone su foco sobre niñas que imitan las formas provocativas de jóvenes adultas, cuyos cuerpos embellece. De este modo parece que la reacción ante el film tiene más una justificación moral que una reacción ante la forma y el fondo del asunto que trata. En efecto, Fathia Youssouf Abdillahi es filmada, con frecuencia, de forma fragmentada, convertida en un icono de feminidad, como hace Brian de Palma en Femme Fatale. La diferencia reside en la edad de la protagonista. Sin embargo es conocido por todos que los adolescente se forman sexualmente en páginas de internet y el personaje de Amy es el de una verdadera preadoescente.
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