Liar's Dice. Geethu Mohandas.Crítica. Crítica actualizada.

 




Ficha técnica, intérpretes, sinopsis, (pinchad aquí)



Netflix está llevando a cabo una labor importante al difundir relatos audiovisuales de pueblos emergentes, entendiendo que el conocimiento de los las gentes diversas que se expanden por los diferentes continentes ayuda a la comprensión y la tolerancia entre ellas. En junio de 2020 hicimos la crítica de este film, y en la actualidad otra película realizada en la India, Tigre Blanco, (Ramin Bahrani), ha sino nominada para competir en la próxima edición de los Oscar. Cuando salíamos de un estado de alarma que creíamos largo y penoso, y todavía no sabíamos que 2021 podía ser peor, con más contagios y muertes que el año que íbamos dejando atrás, decíamos lo siguiente:


Pocos podían imaginar hace tan solo unos meses que 2020 iba a ser un año que dejaría un rastro imborrable en el calendario de los acontecimientos más significativos de la historia de la humanidad, un tiempo que ha servido de marco para la primera pandemia global, que ha seguido a la primera crisis global que se produjo en 2008, que preocupó tanto a los economistas que hasta se olvidaron de que el principal motor del progreso era y es el hombre, ya sea como productor o como consumidor; los nuevos ricos, tanto individuos como naciones, siguieron consumiendo de forma inmoderada, sin percatarse de que el planeta que habitamos estaba dando síntomas serios de agotamiento. El resultado ha sido la aparición de un virus asesino y de apariencia justiciera, que mata a los pobres, pero también a los pudientes y que confina a los hombres en cuevas prehistóricas. Pocos pudieron prever que el resultado pudiera ser el declive de las salas oscuras de proyección de películas, que reúnen a cientos de espectadores, y el desarrollo de grandes plataformas que entretuvieran a los hombres y mujeres encerrados en sus casas. Entre estos nuevos imperios , basados en el streaming se encuentra Netflix, que, a diferencia de otros emporios, se abre a todas las latitudes, lo que nos permite conocer lo que se hace en las diferentes culturas, al tiempo que es capaz de atraer a los directores más sobresalientes, ya sean americanos, coreanos, indios (este es el caso) o de cualquier otro lugar. 

Ahora introduce el film que en 1913 hizo Geethu Mohandas, un título independiente que podríamos incorporar, con muchos matices, a pesar de triunfar en Sundance y en Cannes, bajo la etiqueta de 'cine de los márgenes', una nomenclatura que ideó Luís E.Parés, para contraponer el cine que se hace fuera de Hollywood, con financiación más modesta, bastante discutible en este caso. La directora de Lar's Dice, un film inolvidable, es conocida por su trabajo en el ámbito del cine Malayalam o Mollywood, pero también en Bollywood, un término que denomina la industria cinematográfica india con sede en el estado sureño de Kerala, que produce películas en el idioma malayalam, la cuarta industria cinematográfica más grande de la India, especializada en films de vocación realista, como esta que podríamos traducir como 'El mentiroso de los dados', estrenada en Sundance. Un film durísimo, que esconde tras una aparente amabilidad, por muy tosca que se muestre en determinadas ocasiones, la verdadera tragedia de millones de habitantes de la Tierra, cuya vida, si se puede llamar así es sumamente precaria. Un thriller perfectamente camuflado en la miseria y la depauperación de un pueblo que brilla con luz propia en Bollywood. 

Desconfianza, desolación y miedo justificado son las sensaciones que transmite un film que adopta la forma de relato de viajes, no al estilo de la road movie americana, sino del cuento más tradicional europeo, ya que Kamala y su hija Manya, están obligadas a aceptar la compañía necesaria de Nawazuddin, cuya actitud produce más intranquilidad que confianza y apenas establecen cualquier contacto con otras personas que puedan mejorar su percepción de la realidad; la primera aparición del hombre es francamente desoladora. Un trilero que se ocupa de proporcionar protección, al menos en apariencia, a la madre y a la pequeña, objetos ambas de la codicia de hombres y mujeres, dispuestas a quitarles el escaso bienestar del que disfrutan, simbolizado por una pequeña cabra, una amiga inseparable de la pequeña, o una pobre muñeca de plástico que la cámara sólo muestra descuidadamente una vez en la habitación de algo parecido a un hotel. Un film que te hace cuestionarte por qué unos pocos hombres son tan altivos y tantos millones tan sumisos (las gallinas encerradas en jaulas que jamás se rebelan, según denincia Ramin Bahrani). Dennis Harvey (Variety) afirma que la película cumple como estudio discreto de sus personajes. Decir esto supone prácticamente no decir nada, si no añadimos que éstos ayudan a entender la forma de vida de un país que ha montado su Bollywood y su Silicon Valley particular, y a la vez mantiene una estructura social fuertemente estratificada, en la que perviven las castas y la riqueza convive con la miseria más absoluta, (frecuentes imágenes de grandes espacios en los que descansan al anochecer cientos de personas bajo las estrellas) y en la que se desenvuelven unos seres humanos, inmersos en una economía de subsistencia, que disponen, no obstante, de rudimentarios teléfonos móviles; el retrato de un mundo que plantea más preguntas que respuestas ¿Cómo es posible mantener estos artefactos en comunidades como las que habitan la protagonista y su hija, sin problemas de cobertura, ni cuando las aldeas están incomunicadas a causa de temporales de nieve?

Ya en Delhi estos viajeros lavan la ropa en los charcos de la calle, no acuden a médicos ni visitan hospitales y arrastran una existencia paupérrima en una de las ciudades más populosas del mundo, en la que una mujer puede ser asesinada y su niña secuestrada. Los coches conviven anárquicamente con tuc-tucs y bicicletas, que se desenvuelven entre un nutrido gentío que abarrota calles sin urbanizar. Los hombres huyen de sus aldeas, que permanecen aisladas durante gran parte del invierno, se dirigen a grandes ciudades en las que encuentran trabajo en la construcción, que no exige especialización, y una nueva mujer con la que iniciarán una nueva vida. Un giro final convertirá la historia que narra Geethu Mohandas en un cuento mucho más siniestro de lo que la propia actitud de Nawazuddin sugería durante el desarrollo del periplo que inicia con la mujer y su hija. Imágenes subliminales muestran la expansión de la construcción de bloques de viviendas modernas destinadas a una clase media emergente y en proceso de desarrollo, que utiliza una mano de obra muy barata procedente de estos resto de sociedad feudal, y que forma parte de una masa humana contemplada como un tejido amorfo que nutre las estadísticas y que cae de ellas sin que a nadie le preocupe lo más mínimo. Un giro final nos sitúa ante una auténtica tragedia que deja suspendidas ciertas incógnitas que dotan al relato de una tremenda oscuridad. 

Podéis ver el film en Netflix.



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