Club de Mamás.Creadores : Ra Ha-na y Shin Ye-won. Crítica
LA EDUCACIÓN COMPETITIVA QUE PRODUCE DAÑOS IRREVERSIBLES EN LOS MÁS JÓVENES DE LOS BARRIOS MÁS PUDIENTES.
Ficha de identificación, sinopsis, lo que se dice, breve crítica anticipada de cinelodeon.com
Quien se acerque a esta serie debe ser consciente de que no va a enfrentarse a una historia amable, meliflua, de tinte familiar, cuyas protagonistas son madres abnegadas que cuidan de su hogar (que también), sino que son mujeres, la mayoría trabajadoras, algunas con una buena profesión, que viven en el mejor barrio de Seúl, Gangnam, al que se trasladan para llevar a sus hijos a los mejores colegios de acuerdo con sus posibilidades económicas. Son mujeres tan oscuras, todas ellas, incluída la aparente modosita y retraída protagonista, voluble, caprichosa, resentida, y adornada con otros defectos que ensombrecen su verdadera personalidad y que provoca catásttrofes sin ser consciente de ello. Parece un planteamiento exagerado, pero ya he insistido hasta la saciedad en el análisis de las películas y series que producen sin parar los responsables del cine y la televisión surcoreana, que a imagen y semejanza de la Nouvelle Vague, necesitan abrir sus ventanas al mundo y dejar que entre aire fresco en su país, que, a diferencia de Francia que protagonizó la revolución burguesa, la única vigente en la actualidad, han soportado crueles invasiones que los han hundido en la miseria y los han prostituido, y han dejado el legado de gentes desesperada por las humillaciones y la escasez, (la última duró 35 años, desde 1910 hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial y la derrota de Japón) con un rastro de huérfanos, hijos del juego (ver reciente serie protagonizada por Lee Min-ho, Pachinko), que ocupan un lugar de privilegio en su memoria histórica, presente en sus cómics, su cine y su literatura. Cada nueva historia que tenemos el placer de disfrutar con fruición nos ayuda a entender la importancia de lo que este pueblo está construyendo, que lo está situando en la vanguardia de la economía, la cultura y la revolución social; sabemos, porque nos lo cuentan, cómo es una cita a ciegas coreana, un asunto sobre el que se cierne el silencio occidental, como en tantas otras cuestiones que necesitan denunciar para abjurar del riesgo del que no parece que estén libres.
Este es el contexto de una historia, situada en el barrio más rico de la capital de Corea del Sur, (Gangnam, que ha lanzado ese bodrio discotequero que es, quizá el video más visto en el mundo, sobre todo por preadolescentes, Gangnam Style), en el que las pequeñas diferencias entre las madres que forman parte de un club creado para vigilar el desarrollo de niños de primaria, las subdividen en clases dentro del colectivo, hasta un extremo tan discriminatorias que una niña se involucra en un asunto turbio porque es amenzada con revelar al grupo que su madre trabaja en un supermercado. Pero ninguna de estas mujeres se salva de la quema, pues hacen todo el daño posible, con el fin de apoyar objetivos espurios de sus líderes. Pocas veces tenemos la oportunidad de ver de cerca hasta qué extremos se enfangan ciertos padres para que sus hijos entren en academias de superdotados (los más ricos, -hacia el 0,01 % más alto, se denomina uno de los episodios-, llevan a sus hijos a colegios y Universidades inaccesibles para la clase media, que ya no se someten en su vida a procesos de selección, avalados por su curriculum), que no pueden pagar honestamente, pero que les permite ingresar en el núcleo reducido del 20% de los estudiantes, sin percatarse de que siempre hay un pez más gordo que los va a devorar, y que sus hijos van a resultar tocados, triunfen o fracasen.
Un film muy duro y distópico, en el que no existen atenuantes a la crueldad de los seres humanos, especialmente dolorosa si el objeto sobre el que se monta el tinglado , del que esperan obtener los máximos beneficios unos padres repugnantes, son niños. La historia de cada mujer contribuye a entender mejor el mensaje de un pueblo que está luchando por superar un pasado nefasto. En esta serie queda poco espacio para el humor, como en otras que también tratan temas controvertidos.
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