Príncipe nigeriano. Faraday Okoro. Ficha de identificación y crítica

 


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OPERA PRIMA DE FARADAY OKORO QUE DENUNCIA LA EXTENSIÓN DEL ADVANCE -FEE SCAM O ESTAFA DE PAGO POR ADELANTADO EN UN PAÍS CENTROAFRICANO, NIGERIA, DESDE EL PRIMER MINUTO DEL FILM. PRODUCTOR EJECUTIVO: SPIKE LEE


Ficha de identificación:


Título original: Nigerian Prince
País: Estados Unidos
Año: 2018
Duración: 104 minutos
Género: Drama político

Dirección: Faraday Okoro
Guion: Faraday Okoro, Andrew Long
Casting: Avy Kaufman
Dirección de Fotografía: Sheldon Chau
Música: Eric V. Hachikian, Peter Nashel
Edición: Kristan Sprague
Dirección artística: Victor Akpan

Diseño de producción: Ari Fulton
Responsable peluquería: Dori Jay
Responsable de maquillaje: Dori Jay


Productores: Oscar Herández, Faraday Okoro, Spike Lee
Productores ejecutivos: Biyi Bandele, Spike Lee
Diseño de producción: DV Ag
Compañías productoras: AT&T; distribución: Vertical Entertainment, Netflix


Reparto:


Antonio J.Bell: Eze
Chinaza Uche: Pius
Tina Mba: Grace
Bimbo Manuel: Smart
Ebbe Bassey: Mercy
Rita Edward: Agente Nifemi
Craig Stott: Wallace
Dean Cameron: Bob
Omar Maskati: Raju
Russell G.Jones: Kingsley
Crystabel Goddy: Bimbo


SINOPSIS:



Tras ser enviado a Nigeria en contra de su voluntad, un joven nigeriano-americano aúna fuerzas con su estafador de Internet para regresar a Estados Unidos.


LO QUE SE DICE:



Curiosamente, la página española Filmaffinity da una nota media más elevada, en contra de lo que es habitual, 6,2, de acuerdo con el voto de  44 lectores, en comparación con la norteamericana Imdb que rebaja esta media a 5,9,  según la valoración de 426 usuarios. Rotten Tomatoes da un índice de aceptación de la prensa del 100%, basado en 8 reseñas, y del 67 % de la audiencia. John DeFore  (The Hollywood Reporter) define el film como una visión novedosa de los estafadores digitales.


CRÍTICA:


Dirigida por Faraday Okoro, un afroamericano nacido en 1987 en Washington y producida por Spike Lee, 'Príncipe nigeriano' es una película muy triste, a pesar de que conocemos cómo se hizo en el pasado la acumulación pre-capitalista en Inglaterra, un país en el que la reina daba patente de corso a los piratas que asaltaban y robaban a los barcos que procedían del recién descubierto continente, que venían cargados de una riqueza procedente del expolio de países en un estadio más atrasado, lo que no obsta para que resulte muy duro observar un estado fallido en pleno siglo XXI. Director y productor son negros, por lo que suponemos que, en determinado momento han militado en la negritude (al menos el segundo, el otro es muy joven)  y han soñado con un reino negro en África, un continente en el que han creado la ficción de un personaje mítico, Black Panther, adaptado al cine, una película realizada por Ryan Coogler, y un país fantástico. Spike Lee puede permitirse el lujo de hacer este film porque ha sido muy duro con el país en el que ha nacido, Estados Unidos. De Faraday Okoro sabemos menos porque esta es, al parecer, su opera prima. 

Desde la primera secuencia observamos cómo se practica lo que llaman el advance-fee Scam, estafa de pago por adelantado, que practican desde el que comprueba los pasaportes a la llegada al país, hasta el último policía, que salvan a los delincuentes y los vuelven a detener para volverles a cobrar, aunque la cosa no queda ahí; la venta de un coche a un extranjero es todo un paradigma de la vida cotidiana del país. El timo nigeriano  es llamado en Nigeria timo 419, porque es el artículo que establece el castigo en el Código Penal, aunque los timadores prefieren llamarse Nueves, Chicos de Yahoo, o Chicos G, por su control de la Game Boy, que consideran timar un juego, en el que cualquiera de cualquier edad y por cualquier razón puede caer. El film está realizado de acuerdo con las reglas del cinema verité, y Faraday Okoro no se presta a un final feliz, ni medianamente tranquilizador, sino que deja a juicio del espectador el destino de uno de los protagonistas, cuya madre lo arrastra a su país para que se gradúe mediante engaños. Vemos pocas secuencias fuera de los sets de la policía y la casa de la tía de Eze, y lo que enseñan de la población tomada como referencia se parece bastante a los barrios empobrecidos de muchos países occidentales; el viaje al mercadillo evoca este lugar no extraño fuera de Nigeria, cuyo nivel de vida no parece muy bajo, pero se basa en una idiosincrasia en la que se valora sobre todo el dinero, sin importar la forma en que se obtiene, según los protagonistas.

De nuevo Netflix nos abre ventanas  a mundos desconocidos para nosotros.








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