Avatar: El sentido del agua. James Cameron. Crítica.

 



SE PREGUNTARÁN POR QUÉ ESTAMOS AZULES, ARENGA QUARITCH (STEPHEN LANG) A SU EQUIPO DE SOLDADOS. LA RESPUESTA ES SENCILLA, NUESTROS PECADOS DEL PASADO NOS HAN LLEVADOA TOMAR LA FORMA DE NUESTROS ENEMIGOS. PROFUNDA REFLEXIÓN QUE PROLOGA EL RELATO Y LO LLENA DE CONTENIDO.


FICHA DE IDENTIFICACIÓN, SINOPSIS, LO QUE SE DICE (PINCHAD AQUÍ)


Cuando se revisa la crítica de cualquier film, comprobamos de inmediato que los expertos de los grandes rotativos optan por hablar de la forma más que del fondo, aunque la forma es el fondo según un axioma atribuido al mejicano Jesús Reyes Heroles de gran rendimiento internacional, hasta el extremo que en política se pierde más tiempo negociado los pormenores de un debate televisivo que el tema a debatir; se habla menos  de si la función del arte es entretener o formar e informar al espectador, de abrirle nuevas ventanas al mundo como preconizaba la Nouvelle Vague, optando por el análisis de deleitar al público desde diversas perspectivas, la elitista y vanguardista que experimentó Goeorge Lucas en THX , o la abierta a las masas, sirviéndose de los últimos inventos tecnológicos que practica Cameron, atendiendo quizá a la advertencia de Marshall McLuhan de que quien desprecia la cultura de masas, desprecia a la masa misma. ¿El tren eléctrico que entusiasmaba a Orson Welles, o la estética feísta que conciencia, según dicen algunos a las susodichas masas? Entre los que han hablado del film hay de todo, desde quien cree que el cineasta americano no ha aprovechado el avance de las ciencias de la tecnología, y quien sostiene que ha sabido aplicar un sistema de 3D inmersivo, que no estaba vigente en la primera película del director del Titanic. Cameron opta por la continuidad  estética de la segunda parte de la historia de los Na'vi, creando un universo naïf en el que la ficción se cubre del espíritu y la fábula del cuento, de la parábola que tanto rendimiento dio a las primeros cristianos, una atmósfera necesaria para abordar un texto que en su estructura profunda sustenta la realidad social más vanguardista de la posmodernidad, que se inició con la llamada cuarta ola del feminismo, desde una perspectiva queer, y que ha seguido en movimientos que van adquiriendo protagonismo, muy jóvenes, como el que defiende la igualdad de las especies, muy radical con el especismo reinante en la sociedad que avanza con tímidos pasos hacia un sociedad que inicia la era tecnológica. Un universo desorientado en el que la Mala Rodríguez, una aguerrida Agustina de Aragón del movimiento queer y trans afirma : " No soy de izquierdas, he ganado dinero, no lo he repartido y no quiero pagar tanto", en un contexto en el que Quaritch, el villano, el líder de los guerreros que vienen del cielo, que somos nosotros, que hemos agotado nuestro planeta, preguntaba a sus soldados por qué creían que se mostraban como los Na'vi, azules, y él mismo se respondía: "Nuestros pecados del pasado nos han llevado a tomar la forma de nuestros enemigos." Una frase nada enigmática, que todos entendemos porque somos hijos de nuestro tiempo, de un Cronos que nos devora y del que no podemos escapar.




Castillo de los Pirineos de Magritte


En la creación del universo naïf, idealista, en el que el hombre combate por sus principios, su equipo reproduce la ficción surrealista de los vanguardistas del siglo pasado, de surrealistas, como surreal es esta historia, la de Magritte y sus montañas flotantes. El nombre del plantea Pandora hace referencia a la primera mujer que crearon los dioses. Recordemos el papel de mujer-ciborg, emblema creado por Laura Mulvey en Placer Visual y narrativo, representado por Sigourney Weaver, la fémina que está al frente del sofisticado proyecto que crea Avatares, como el de Jake, interpretado por Sam Wothirngton, un soldado herido en la Guerra de Irak quedó inválido por heridas de guerra (recordemos a Jake Gyllenhall en Código Fuente de Duncan Jones), pero cuya , su avatar, réplica recupera sus funciones motrices en el nuevo mundo de Pandora explorado por los científicos. Una mujer que es a la vez una guerrera que se coloca al frente de la expedición del nuevo mundo que debe ser dominado para salvar a la humanidad que ha destruido con sus excesos la Tierra, provocando un calentamiento global que ya padecemos, que tiene un precedente en el tratamiento visual en Carrie Fisher a la que se hace un homenaje, la actriz, cuando ya había fallecido, que interpretó a la princesa Leia en la Saga de Star Wars, y a la que se dio vida en una de las últimas entregas de esta franquicia, haciendo realidad la posibilidad de resucitar a un actor muerto en el cine, que formaba parte del imaginario popular. Ahora se ha rejuvenecido a Sigourney Weaver cuando la posibilidad de realizar este 'milagro' se ha convertido en práctica habitual de ese ingenio de la máquina que es el cine, de que hablaba Brad Pitt en 'Entrevista con el vampiro' de Joseph Losey, que se ha integrado a la representación en la gran pantalla como el color, la música o la voz, aunque, al parecer es algo que no gusta a todos los que desprecian la posibilidad del séptimo arte de hacer magia y sacar este as de la manga. En cuanto a la posibilidad de imaginar todo tipo de vehículos y armas de combate e incorporarlas al discurso visual cinematográfico, Camerón demuestra que  el cine americano no tiene límites.

Solo a medida que avanza el relato, que dura más de tres horas, una minucia para quienes estamos acostumbrados a ver esas series que duran desde 14 o 16 horas, hasta otras que pueden alcanzar más de cincuenta, entre ellas las chinas 'La vida racional' o 'Meteor  Garden', que han obligado a los directores de las plataformas de streaming a introducir miniseries un poco más largas que estas grandes superproducciones, solo a medida, repito, vamos observando la relación entre los personajes y comenzamos a entender que el discurso de Cameron no es vacío, es un discurso en pro de la igualdad de las especies y contra el pensamiento especista que impera en sectores minoritarios de la sociedad. Aquellos que han convivido con animales de compañía, y son muchos, han desarrollado una actitud de defensa de todos ellos, incluso los más agresivos. Porque ¿qué son los Na'vi? ¿Son seres humanos? No, aunque han desarrollado posibilidades que parecen reforzar la tesis de Darwin, aquella que afirma que la función crea el órgano. Tienen la posición erecta, aunque tienen tan solo tres dedos y uno oponible, que les permite fabricar y utilizar instrumentos (los hijos de Jake, al ser mestizos por el apareamiento de un humano y un na'vi tienen cuatro dedos y el oponible), son azules y tienen cola, que ha ido disminuyendo de tamaño porque para ellos, que se desplazan por el aire, montados en animales de grandes proporciones que funcionan como vehículos voladores, no tiene función. Han desarrollado actitudes sociales, e incluso creencias, se 'casan , tienen hijos,-la función del padre es protegerlos -, creencias y prácticas de enterramiento en consecuencia; cuando aparecen los habitantes que vienen del cielo con sus armas convencionales, las que poseemos nosotros, veremos que todo no acaba ahí. Cuando en su huida del ejército de Quaritch, Jake y su familia se refugian en el territorio de los turkunst, los habitantes del agua, se abrirá ante los ojos de los espectadores un universo inimaginable, en el que las criaturas marinas, una especie de ballenas inmensas, y otras especies de gran tamaño, se nos introducirá en un mundo, bien a través de las expresiones en voz alta de un científico, o del acercamiento de los jóvenes a estos seres, en el que todos las especies que constituyen este universo no son sólo sintientes, como se designa ahora a los animales, sino que poseen un imaginario que les permite hacer música, filosofía, arte...tienen emociones y su espiritualidad es mucho más profunda que la nuestra  ¿Entonces? ¿está defendiendo Cameron la igualdad de las especies?  ¿Qué vale más la vida de un turkunst, un habitante del cielo o un Na'vi? Nadie ha dicho que la convivencia de las especies carnívoras sea pacífica, la naturaleza es cruel, pero los animales no matan por divertimento, y, en amplios sectores van ganando adeptos a su supervivencia. Cameron es uno de los presuntos integrantes de ese 1% que controla el 99% de la riqueza, sin embargo defiende este respeto a los seres sintientes en una era cuyo camino estamos empezando a recorrer, dejando atrás a unas clases dominantes que empiezan a no dominar nada y probablemente serán defenestradas como los hombres que vienen del cielo, vestidos de Na'vi que ya no engañan a nadie. ¿Se pone Cameron en la vanguardia de la sociedad? El público tiene la respuesta, según su sensibilidad, sus creencias, lo que espera encontrar en un film fantástico como Avatar, o sus propias experiencias personales-

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