La casa al final de la calle. Mark Tonderal. Ficha técnica y crítica.

 


El copyright de las imágenes pertenece a sus autores

y/o las compañías productoras y distribuidoras


UN FILM QUE COQUETEA CON EL TERROR DE LA CASA USHER DE ROGER CORMAN Y PSICOSIS DE HITCHCOCK, COQUETEA CON TÍTULOS DE L MAESTRO DEL TERROR NORTEAMERICANO STEPHEN KING,  Y SE QUEDA DEMASIADO PEQUEÑA EN RELACIÓN CON SUS PRETENDIDOS REFERENTES. ALGÚN SUSTO DA, PERO NO LOGR QUE TE INVOLUCRES.


Ficha de identificación:


Título original: House at the end of the Street

País: Estados Unidos

Año: 2012

Duración: 87 minutos

Género: Terror

Edad recomendada: mayores de 13 años

Plataforma: Filmin


Dirección: Mark Tonderal

Guion: David Loucka, Jonathan Mostow

Casting: John Papsidera, Ylona Smith

Dirección de fotografía: Miroslaw Baszak

Música: Theo GreenEdición: Steve Mirkovich. Karen Porter

Dirección artística: Shane Boucher

Decoración del set; Garren Dunbar


Diseño de vestuario: Jennifer Stroud

Responsable de peluquería: Carly Basso

Responsable de maquillaje: Angie Mills


Productores: Peter Block, Hal Lieberman, Aaron Rider

Productores ejecutivos: Ryan Kavanaugh, Sonny Mallhi, Steve Samuels, Allison Silver, Beatrice Springborn, Tucker Tooley, Anthony Visconsi II, Dominic Visconsi Jr.

Diseño de producción: Lisa Soper

Compañías productoras: A Contracorriente Films, Relativity Media Company, Filmation Entertainment a Bigger Boat Production


Casting:


Eva Link:Carrie Anne

Krista Bridges: Mary Jacobson

John Healy: John Jacobson´

Jennifer Lawrence: Elissa

Craig Elderidge: Dan Giffot

Seagull: Saturday Sun



LO QUE SE DICE:


La película no parece haber gustado demasiado ni a la prensa ni al público, como ponen en evidencia las notas medias de las páginas española, que le otorga una media de 4,2, basada en 5,475 voto, bajando el listón por debajo del aprobado,  una media que, como es habitual, la norteamericana Imdb eleva a 5,5, según el voto de 79,000 usuarios.

Las reseñas hablan de thriller arquetípico con escasos sustos y suspense (John Defore, The Hollywood Reporter); película infame, incluso dentro de los estándares del género (Wesley Morris, Boston Globe); desastre mal editado, ritmo pésimo y poca continuidad (Stephen Holden, The New York Times). Diego Curubeto (Ámbito Financiero) parece desafiar al algoritmo, cuando afirma que lo peor son las escenas terroríficas demasiado lavadas, con algo de violencia, pero casi sin sangre.


CRÍTICA:


Mark Tonderal ha pecado quizá de intentar abarcar demasiado, moviéndose, además, en el mismo terreno que lo hacen los maestros del terror, pero sin su experiencia,  y, quizá, reprimido por el miedo a desobedecer el algoritmo lo ha llevado a una excesiva prudencia que lo aleja de películas que, quizá, ahora ya no se pueden hacer, entre ellas 'La matanza de Texas, o cualquiera de las de Tarantino; los directores de otras épocas gozaron de libertad creativa. El no tener que taparte la cara con las manos constantemente, o agarrarte fuertemente a la butaca es un factor que reduce el entretenimiento de los amantes del cine del  género. Por lo demás recurre a símbolos de otros tiempos que hoy no asustan tanto, como el descenso a los infiernos, el sótano,  muy influenciado por Edgar A. Poe, que odiaba a su padre adoptivo, ocultando su apellido tras una abreviatura. donde se esconde el verdadero motivo de la tragedia, al que se accede por estancias oscuras y abandonadas, muy protegido y con diferentes obstáculos que impidan que el mal salga al exterior. Pero ni el bosque, ni el mal estado de la casa, ni estas habitaciones herrumbrosas son suficientes para aterrorizar a un público desacostumbrado a ver cadáveres hiperlavados, como afirma Diego Curubeto. Quizá lo que está peor construido es el 'Norman Bates' del siglo XXI, del que apenas sabemos nada hasta las últimas secuencias. Algunos sustos da, pero no logra conmovernos, aunque el film sirve para un público no muy exigente que sólo quiera distraerse unas horas después de la siesta, aunque es un poco exagerado destrozar desde su edición o exhibir argumentos desproporcionados. La razón que empuja al protagonista a actuar como lo hace si tiene que ver con la idiosincrasia popular que desprecia la presunción de inocencia primero y el in dubio pro reo después. Por esta razón, creo que, si reflexionamos un poco, podemos admitir que no es una obra maestra, pero tampoco la película más horrible que hayamos visto recientemente, y sí nos permite una reflexión en torno a las causas de la pérdida de la razón del personaje.

Comentarios

Entradas populares