Pobres criaturas. Yorgos Lanthimos. Estreno en cines y con posterioridad en Disney +

 

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EL MUNDO SIGUE AVANZANDO, PARA BIEN O PARA MAL. EL ESPECTADOR DECIDE DESDE SU PARTICULAR VISIÓN DE ESTA HISTORIA.

Más de un crítico cree que es la mejor película que ha hecho Yorgos Lanthimos, lo que depende mucho del punto de vista del que juzga y desde su idiosincrasia y posicionamiento ideológico. La deudocracia pertenece a un tiempo pasado, en la cumbre de la crisis de la bolsa a causa de la caída de Lehman Brothers, que sumió, por primera vez, a toda la humanidad en una debacle económica y social. Ahora el cineasta sabe que toca hablar de otras cosas y tras abordar la historia truculenta de una reina inglesa en 'La favorita', dirige su mirada al tema científico-religioso de la religión, y hace evolucionar al personaje del galeno que creó el monstruo de Frankenstein, una historia inventada de Mary Shelley, hija de Mary Wolstone Kraft,  eligiendo la opción de que el hombre puede crear vida, un asunto que trató Ridley Scott en 'Prometeus', un film importante de ciencia-ficción. La primera duda que nos surge es si el hombre progresa y, tras ver la luz al salir de la caverna, ya no puede retroceder a su situación anterior. Si nos fijamos en el monstruo esto es así  porque ahora va a ser el creador de sus criaturas, eligiendo en este caso hacer una mujer. Una mujer muerta, que al ser rescatada se observa que está embarazada. ¿Cuál es, pues, el propósito del maestro de extirpar el cerebro del feto que alberga en su vientre la mujer e implantárselo a la madre?  Este es el quid de la cuestión, y, según como lo resolvamos, tendremos una lectura u otra. Lanthimos da la suya y, la verdad, más allá de su provocación, es auténticamente divertida y puede catapultar a Emma Stone al olimpo de los dioses y consegui la estatuilla de oro.

Yorgos Lanthimos es el de siempre, extravagante, extremo, siempre en el límite, provocador, presentador de una imagen muy deformada con un ojo de pez. Alguna expresión de Stone orienta bien por donde van algunas cosas, no todas, y el final también es bastante sugerente. La ecuación es extraña: hombre, monstruo hecho con retales de otros hombres, mujer ¿? Y ¿ qué significa eso de que una mujer de cuerpo adulto evolucione con el cerebro de un no-nato? Algunas de estas cuestiones se responden en la propia película, en otras será el espectador el que decida. Yo tengo mi propio criterio que me reservo hasta escuchar y leer otras opiniones. Muy aconsejable, aunque alguno se haya dormido en un preámbulo cuyo estilo y cuya estética recuerdan a Fando y Lis de Jodorowsky. Al menos a mí.