Beau tiene miedo. Ari Aster. Crítica del blog.

 

FICHA DE IDENTIFICACIÓN, SINOPSIS, LO QUE SE DICE, CRÍTICA (Pinchad aquí)

Ya hemos visto que el film que dirige Ari Aster y protagoniza Joaquim Phoenix, dos personajes excéntricos y muy peculiares, no había levantado pasiones en  nuestro país, y había dividido a la crítica en Estados Unidos. Esta situación me ha animado a volver a ver 'Beau tiene miedo', porque, de verdad, tengo mucho respeto a Joaquin Phoenix y no lo considero capaz de aceptar un papel en un film tan confuso  o histérico para Luís Martínez, irresistible para Carlos Boyero o desesperante hasta el su****io para Fran Hoepner. 

Si nos lanzamos por el camino facilón, la presencia de la madre, viva, muerta o reaparecida, da pie a un análisis psicoanalítico simplón, en el que afortunadamente no cae Ari Aster. La figura materna es el chivo expiatorio en esta lucha por el poder que se establece siempre que se juntan como mínimo dos personas (1 +1), pero el realizador no se lo va a poner tan fácil a quienes intentan sacar provecho de una pugna que enfrenta el desempoderamiento, que Aster prefiere llamar cobardía (ambos términos están muy en boga), que debilita a muchos hombres y mujeres, y la taimada defensa de la 'normalidad', que pasa por imponer al contrario lo que la sociedad considera común, usual, en un incluso de imponer su criterio a quien cree dominado, natural.

Pero, desde la primera secuencia vemos que nada de lo que le ocurre a Beau fuera del útero materno, a no ser que lo normal sea lo extraordinario, ya sea en el centro de Montreal o un suburbio de Quebeck, en el que el comportamiento de sus vecinos evoca a los zombies descabezados, es 'normal'; no mejorará su situación cuando, después de un atropello delante de su bloque de apartamentos, es acogido por una familia pequeño-burguesa, entre cuyos miembros cuenta incluso con un héroe de guerra. Ninguno de los integrantes del grupo está en su sano juicio, lo que los convierte en muy peligrosos. Beau trata de llegar al entierro de su madre, muerta de forma disparatada, y todo el mundo se lo impide, llegando a entender,  en secuencias representadas en teatros que tienen la apariencia de escenarios de recortable que, perdidos los padres y el lugar en el  que uno nació, los individuos se convierten en auténticos exiliados en un mundo  en el que ni la atracción  s***al funciona.

Ari Aster recurre, como hizo en Hereditary, a la presencia dominante de una matriarca de cuyo poder intenta evadirse el hijo desde bien pequeño, sin resultar el niño tímido, cuya imagen acobardada da Joaquin Phoenix ya adulto, ignoramos si por puro cinismo o por ser la nota más sobresaliente de su carácter, el de un hombre que vive en un suburbio que poco o nada tiene que ver con las plácidas urbanizaciones norteamericanas, y en el que el  apuñalamiento en la vía pública muestra la insensibilidad de los viandantes. Pero, como ocurre en este film, el problema de Beau tiene miedo. - ¿es eso? -, se nos plantea cuando intentamos profundizar en el background, y en el fondo del armario nos adentramos en los relatos de Edgar A.Poe, y su clásico relato 'El hundimiento de la casa Usher', en la que la planta baja del edificio, también aquí en medio del bosque, funciona como el sótano y el desván como el cerebro que esconde. El propio Poe fue un niño adoptado por un matrimonio y maltratado por el padrastro, cuyo apellido completo jamás exhibió. Francis Ford Coppola eligió como patriarca en Tetro a un  hombre como el padre de Poe, que destruyó la psique de su hijo. Un film muy recomendable el de Coppola, así como el de Ari Aster para aprender a huir de mensajes simplones.