Regreso al futuro II. Robert Zemeckis.
Ficha técnica:
Título original:
País: Estados Unidos.
Año: 1985.
Duración: 105 minutos.
Dirección: Robert Zmeckis.
Guión: Bob Gale, basado en una historia de él mismo y Robert Zemeckis.
Casting: Mike Fenton, C.S.A., Judy Taylor, C.S.A. y Valorie Massalas.
Dirección de Fotografía: Dean Cundey, A.S.C.
Música: Alan Silvestri.
Edición: Arthur Schmidt y Harry Keramidas.
Vestuario: Joanna Johnston.
Productores ejecutivos: Steven Spielberg, Frank Marshall y Kathleen Kennedy
Productor asociado: Steve Starkey.
Supervisor efectos visuales: Ken Ralston.
Diseño de producción: Rick Carter.
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Intérpretes:
Michael J.Fox: Marty McFly
Christopher Lloyd:
Lea Thompson
Thomas F. Wilson
James Tolkan
Jeffrey Weissman
Casey Siemaszko
Billy Zane
J.J.Cohen:
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Sinopsis:
Aunque a Marty McFly todavía le falta tiempo para asimilar el hecho de estar viviendo dentro de la familia perfecta gracias a su anterior viaje en el tiempo, no le queda ni espacio para respirar cuando su amigo Doc aparece de improviso con la máquina del tiempo (mucho más modernizada),y le insta a que le acompañen él y su novia a viajar al futuro para solucionar un problema con la ley que tendrá uno de sus futuros hijos. En la tremenda vorágine futurista, con todo lo que ello conlleva, del Hill Valley de 2015, la presencia de tales viajeros temporales causará un efecto mayor que el que iban a arreglar. Un almanaque deportivo y la posesión del secreto de la existencia de la máquina del tiempo por parte del siempre villano Biff Tannen, serán los ingredientes que conjugarán una causa-efecto en el pasado, en el presente y en el propio futuro, que hará que Marty y Doc se tengan que emplear a fondo para poner fin a la catástrofe a la que les lleva el destino.
Comentario:
El estreno de un nuevo film, Flight, del veterano Robert Zemeckis, ha devuelto el cine del realizador de ¿Quién engaño a Robert Rabbit?, Forrest Gump o Polard Express, a las páginas de las revistas especializadas. Tomás Fernández Valentí analiza las constantes de sus creaciones, y su aplicación a seis de sus películas más aplaudidas por los espectadores. Regreso al futuro es una saga de culto, una oportunidad para disfrutar en grupo de la magia y la imaginación surgida de la colaboración de Spielberg y Zemeckis, y la aplicación de efectos especiales de la recién creada Industrial Light and Magic de George Lucas; la segunda entrega da un paso más allá respecto a la primera en lo que a contrastes visuales se refiere, en virtud de una trama enloquecida y al borde de lo confuso, en virtud de la cual Marty y sus amigos se desplazan al año 2015, luego regresan a un 1985 alternativo y terminan volviendo a 1955. (Tomás Fernández Valentí .Dirigido por. Diciembre 2012) Jordi Costa señala la curiosa interferencia entre ambas películas, consistente en tomar planos de la primera e insertar en ellos acciones de la primera; otra constante que se da en toda la serie es la atención que presta la madre al hijo que se acaba de despertar de lo que ella interpreta como un largo sueño.
Cada vez que nuestro joven héroe aparece por la década de los 50 suena la música a capella de Mr. Sandman, que algunas jóvenes estudiantes actuales rememoran con nostalgia. Para Marty que toca su guitarra vintage con un amplificador Bassman, no deja de ser una curiosidad. El baile, acontecimiento social, donde se observan las costumbres de una comunidad, es también el lugar donde estallan los conflictos entre los Tannen y los McFly. En su viaje al 2015. Michael J. Fox, se desdobla e incluso se triplica en la pantalla, haciendo de padre, de hijo e incluso de hija de si mismo, realizando un ejercicio de travestismo que arrastrará hasta la tercera y última película de la franquicia, necesaria para entender definitivamente la segunda.
A los que estamos a punto de ingresar en el año 2013 no deja de sorprendernos las visiones que los distintos directores de cine han tenido de este futuro tan cercano. En algunos aspectos se han quedado cortos y en otros se han pasado de frenada, ya que todavía estamos muy lejos de ver vehículos volando por las calles, o skaters voladores, papel anti-polvo o anuncios realizado con hologramas; La corrupción sigue las mismas pautas, y Biff Tannen manipula el pasado, convirtiendo Hill Valley en la estampa de la la desolación post-burbuja inmobiliaria, que ha acabado convirtiendo el barrio más distinguido de la ciudad en una zona de exclusión, delincuencia y basura, ante la que se alza un enorme edificio que simboliza el dinero ganado sin esfuerzo y trampeando.
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Comentario:
El estreno de un nuevo film, Flight, del veterano Robert Zemeckis, ha devuelto el cine del realizador de ¿Quién engaño a Robert Rabbit?, Forrest Gump o Polard Express, a las páginas de las revistas especializadas. Tomás Fernández Valentí analiza las constantes de sus creaciones, y su aplicación a seis de sus películas más aplaudidas por los espectadores. Regreso al futuro es una saga de culto, una oportunidad para disfrutar en grupo de la magia y la imaginación surgida de la colaboración de Spielberg y Zemeckis, y la aplicación de efectos especiales de la recién creada Industrial Light and Magic de George Lucas; la segunda entrega da un paso más allá respecto a la primera en lo que a contrastes visuales se refiere, en virtud de una trama enloquecida y al borde de lo confuso, en virtud de la cual Marty y sus amigos se desplazan al año 2015, luego regresan a un 1985 alternativo y terminan volviendo a 1955. (Tomás Fernández Valentí .Dirigido por. Diciembre 2012) Jordi Costa señala la curiosa interferencia entre ambas películas, consistente en tomar planos de la primera e insertar en ellos acciones de la primera; otra constante que se da en toda la serie es la atención que presta la madre al hijo que se acaba de despertar de lo que ella interpreta como un largo sueño.
Cada vez que nuestro joven héroe aparece por la década de los 50 suena la música a capella de Mr. Sandman, que algunas jóvenes estudiantes actuales rememoran con nostalgia. Para Marty que toca su guitarra vintage con un amplificador Bassman, no deja de ser una curiosidad. El baile, acontecimiento social, donde se observan las costumbres de una comunidad, es también el lugar donde estallan los conflictos entre los Tannen y los McFly. En su viaje al 2015. Michael J. Fox, se desdobla e incluso se triplica en la pantalla, haciendo de padre, de hijo e incluso de hija de si mismo, realizando un ejercicio de travestismo que arrastrará hasta la tercera y última película de la franquicia, necesaria para entender definitivamente la segunda.
A los que estamos a punto de ingresar en el año 2013 no deja de sorprendernos las visiones que los distintos directores de cine han tenido de este futuro tan cercano. En algunos aspectos se han quedado cortos y en otros se han pasado de frenada, ya que todavía estamos muy lejos de ver vehículos volando por las calles, o skaters voladores, papel anti-polvo o anuncios realizado con hologramas; La corrupción sigue las mismas pautas, y Biff Tannen manipula el pasado, convirtiendo Hill Valley en la estampa de la la desolación post-burbuja inmobiliaria, que ha acabado convirtiendo el barrio más distinguido de la ciudad en una zona de exclusión, delincuencia y basura, ante la que se alza un enorme edificio que simboliza el dinero ganado sin esfuerzo y trampeando.
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