Magnates y estrellas. Jon Wilkman
Ficha técnica:
Título original: Moguls & Movie Stars: A History of Hollywood.
País: Estados Unidos.
Año: 2010.
Duración: 60 minutos.
Direccion: Jon Wilkman.
Guión: Jon Wilkman.
Dirección de Fotografía: Neal Brown y Neil Smith.
Música: Jim Rich.
Productor ejecutivo: Bill Habbin.
Edición: Sergio Palermo.
Narrador: Christopher Plummer
Ostar Productions/ Turner Classic Movies (TCM)
Participantes:
Documentary: Daniel Selznick, Gregory Orr, Samuel Goldwyn Jr., A. Scott Berg, Steven J. Ross, Leonard Maltin, Cari Beauchamp, Richard D. Zanuck, Robert Osborne, Tony Maietta, Jeffrey Vance, Marc Norman, Donald Bogle, Thomas Schatz, Peter Bogdanovich, Carla Laemmle, David Stenn, Bob Balaban, Jeanine Basinger, Scott Eyman, Molly Haskell, Anthony Slide, Marc Wanamaker, Gore Vidal, Jim Zukor, Andrew Bergman, Kathleen Sharp, George Stevens Jr., David Thomson, Susan Fox-Rosellini, Richard Koszarski, Robert S. Birchard, Mark Vieira, Roger Corman, Gary Giddins, Aljean Harmetz, Mark Harris, Marsha Hunt, Miles Kreuger, Betty Lasky, Sidney Lumet, Walter Mirisch, Christopher Trumbo. (Filmaffinity)
Sinopsis:
Repaso a la historia del cine desde su nacimiento hasta la revolución que vivió Hollywood en la década de los 60, en la que se sentaron las bases de la actual industria. La serie está constituida por siete capítulos: 1: Los pioneros del cine. Episodio 2: El nacimiento de Hollywood. Episodio 3: Mercaderes de sueños. Episodio 4: ¿Tienes un sueño de sobra? Episodio 5: Guerreros y pacifistas. Episodio 6: El ataque de las pequeñas pantallas. Episodio 7: El nuevo Hollywood.
Comentario:
El documental, en el que intervienen solventes historiadores de cine, como David Thomson, Jeannine Basinger, Gore Vidal o Scott Berger (biógrafo de Sam Goldwin),que prueban la importancia que dan los norteamericanos al denominado séptimo arte como creador de opinión, de tanto o más peso que la prensa, al no estar presionado por la inmediatez, hecho que, más pronto que tarde le generaría serios problemas con los magnates que controlaban la censura. Grandes directores que crecieron tras la irrupción del sonido en 'El cantor de jazz', como Howard Hawks o Preston Sturges (Los viajes de Sullivan, 1941), se debatían sobre la función que debía desempeñar el cine, entretener o contribuir a la interpretación de la realidad mediante el compromiso social del artista. No se percataban de que no había escapatoria, que el hombre no puede evadirse de sus problemas y que el éxito de su proyecto dependía de la buena ejecución de su obra.
A las películas de propaganda para enrolarse en el ejército y participar en la Guerra Mundial, siguió el desengaño de unos hombres que regresaban a su casa mutilados y capitidisminuidos, cargados de emociones como el desengaño, que captó William Wyler en 'Los mejores años de nuestras vidas' (1946). Sidney Lumet y Raoul Walsh, fueron evolucionando desde el cine bélico al film noir, que proporcionaba una visión de la vida más oscura; se realizaron cientos de películas de serie B, de bajo presupuesto, que se exhibían en tres sesiones dobles semanales y atraían a grandes masas al cine.
Hay algo en lo que incide el documental que no fue comprendido en absoluto por la sociedad de la posguerra de países como España. que, sin embargo, tuvo un hondo calado en la norteamericana: la guerra dió nuevas oportunidades a las reivindicaciones de las mujeres; Joan Crawford no era en absoluto feminista, pero sus papeles indicaban por dónde transitaban las mujeres en Estados Unidos, apoyadas en su participación en la industria de guerra. No sólo en este país las mujeres se incorporaron a la fabricación de uniformes, conservas y todo tipo de material bélico, pero mientras éstas lo aprovecharon, en la vieja Europa se llevó como un demérito, que sólo algunas exhibían con orgullo. Uno de los emblemas del ascenso de la mujer fue la aparición de Edith Head, mítica diseñadora de vestuario y creadora de grandes iconos de la pantalla (Grace Kelly, Audrey Hepburn, Liz Taylor...)
El documental derriba otro mito. Las estrellas no han gozado siempre de la situación económica y de privilegio que se les atribuye; los actores eran propiedad de los estudios, acudían a su trabajo seis días a la semana, y se personaban en ellos, como cualquier trabajador, casi de madrugada, especialmente las mujeres que debían someterse a sesiones de maquillaje y peluquería, previas al rodaje. Esta situación duró hasta que Olivia de Havilland derrotó en los tribunales a unos estudios que untaban a sindicalistas del crimen organizado, como Willie Bioff , para que frenaran las aspiraciones de los artistas, por el módico precio de 50.000 dólares al año; algunos de ellos acabaron en la cárcel. Los músicos estaban controlados por la Music Corporation of America, que imponía un nuevo corsé a los realizadores.
Todo ello unido al deseo del público que aspiraba a un cine claramente comprometido, que combatiera el racismo y el antisemitismo imperante en la sociedad, fue provocando un movimiento de reacción, que culminó en la creación del Comité de Actividades Antiamericanas (HUAC) impulsado por el senador republicano MacCarthy, como respuesta a las huelgas y manifestaciones de los trabajadores contra las grandes compañías, los magnates de la Disney o la Warner, que inició una verdadera 'Caza de Brujas' especialmente entre los guionistas, diez de los caules fueron encarcelados; el más combativo fue Dalton Trumbo. Kirk Douglas desafió abiertamente la lista negra, comprando derechos de escritores comunistas, como Howard Fast y encargando la adaptación a Trumbo.
Con el objetivo de enfrentarse a la persecución de los republicanos, surgió el Comité de la Primera Enmienda,que apoyaba a los 'testigos inamistosos', en el que participaron destacados actores como Humphrey Bogart, Lauren Bacall, Gregory Peck, Katharine Hepburn, Kirk Douglas, Burt Lancaster, Gene Kelly, John Huston,Orson Welles, Thomas Mann y Frank Sinatra o periodistas como Edward R. Murrow . Pero no todos jugaron igual, y muchos lamentaron después su ambición y su cobardía, como Elia Kazan, que mantuvo su posición a cambio de la denuncia de muchos compañeros. El problema de aceptar el hecho de militar en la ideología de Carlos Marx, era que el siguiente paso consistía en la exigencia de denuncia de los supuestos correligionarios, lo que invitó a más de uno a huir de su país de nacimiento o de acogida, (Bertol Brecht, Jules Dassin, Charles Chaplin...) Lo más curioso es la interpretación que ahora se da de la persecución a los 10 de la lista negra: "No era importante lo que decían, sino lo que aparentaban, y aparentaban ser un peligro." El propio argumento sí es un peligro: se acusa a los políticos de no explicarse bien, pero si lo hacen se convierten en una menaza. Es difícil razonar contra la sinrazón.
En resumen, un magnífico documental que nos ilustra sobre el peso que tiene el cine en Estados Unidos como formador de opinión, y las batallas que se produjeron hasta que las grandes compañías perdieron la batalla ante el nacimiento del cine independiente, hito marcado por 'Easy Rider' dirigida por Dennis Hopper, que recogía el ambiente de rebeldía y cambio de patrón moral, tras la intervención de los Estados Unidos en una guerra injusta, que además perdió: Vietnam. Con el paso del tiempo se podrán analizar con la misma perspectiva histórica las consecuencias de la Guerra de Irak, ilegal e ilegítima, que emprendió George Bush hijo, con la colaboración de los primeros mandatarios de Gran Bretaña y España.
El documental, en el que intervienen solventes historiadores de cine, como David Thomson, Jeannine Basinger, Gore Vidal o Scott Berger (biógrafo de Sam Goldwin),que prueban la importancia que dan los norteamericanos al denominado séptimo arte como creador de opinión, de tanto o más peso que la prensa, al no estar presionado por la inmediatez, hecho que, más pronto que tarde le generaría serios problemas con los magnates que controlaban la censura. Grandes directores que crecieron tras la irrupción del sonido en 'El cantor de jazz', como Howard Hawks o Preston Sturges (Los viajes de Sullivan, 1941), se debatían sobre la función que debía desempeñar el cine, entretener o contribuir a la interpretación de la realidad mediante el compromiso social del artista. No se percataban de que no había escapatoria, que el hombre no puede evadirse de sus problemas y que el éxito de su proyecto dependía de la buena ejecución de su obra.
A las películas de propaganda para enrolarse en el ejército y participar en la Guerra Mundial, siguió el desengaño de unos hombres que regresaban a su casa mutilados y capitidisminuidos, cargados de emociones como el desengaño, que captó William Wyler en 'Los mejores años de nuestras vidas' (1946). Sidney Lumet y Raoul Walsh, fueron evolucionando desde el cine bélico al film noir, que proporcionaba una visión de la vida más oscura; se realizaron cientos de películas de serie B, de bajo presupuesto, que se exhibían en tres sesiones dobles semanales y atraían a grandes masas al cine.
Hay algo en lo que incide el documental que no fue comprendido en absoluto por la sociedad de la posguerra de países como España. que, sin embargo, tuvo un hondo calado en la norteamericana: la guerra dió nuevas oportunidades a las reivindicaciones de las mujeres; Joan Crawford no era en absoluto feminista, pero sus papeles indicaban por dónde transitaban las mujeres en Estados Unidos, apoyadas en su participación en la industria de guerra. No sólo en este país las mujeres se incorporaron a la fabricación de uniformes, conservas y todo tipo de material bélico, pero mientras éstas lo aprovecharon, en la vieja Europa se llevó como un demérito, que sólo algunas exhibían con orgullo. Uno de los emblemas del ascenso de la mujer fue la aparición de Edith Head, mítica diseñadora de vestuario y creadora de grandes iconos de la pantalla (Grace Kelly, Audrey Hepburn, Liz Taylor...)
El documental derriba otro mito. Las estrellas no han gozado siempre de la situación económica y de privilegio que se les atribuye; los actores eran propiedad de los estudios, acudían a su trabajo seis días a la semana, y se personaban en ellos, como cualquier trabajador, casi de madrugada, especialmente las mujeres que debían someterse a sesiones de maquillaje y peluquería, previas al rodaje. Esta situación duró hasta que Olivia de Havilland derrotó en los tribunales a unos estudios que untaban a sindicalistas del crimen organizado, como Willie Bioff , para que frenaran las aspiraciones de los artistas, por el módico precio de 50.000 dólares al año; algunos de ellos acabaron en la cárcel. Los músicos estaban controlados por la Music Corporation of America, que imponía un nuevo corsé a los realizadores.
Todo ello unido al deseo del público que aspiraba a un cine claramente comprometido, que combatiera el racismo y el antisemitismo imperante en la sociedad, fue provocando un movimiento de reacción, que culminó en la creación del Comité de Actividades Antiamericanas (HUAC) impulsado por el senador republicano MacCarthy, como respuesta a las huelgas y manifestaciones de los trabajadores contra las grandes compañías, los magnates de la Disney o la Warner, que inició una verdadera 'Caza de Brujas' especialmente entre los guionistas, diez de los caules fueron encarcelados; el más combativo fue Dalton Trumbo. Kirk Douglas desafió abiertamente la lista negra, comprando derechos de escritores comunistas, como Howard Fast y encargando la adaptación a Trumbo.
Con el objetivo de enfrentarse a la persecución de los republicanos, surgió el Comité de la Primera Enmienda,que apoyaba a los 'testigos inamistosos', en el que participaron destacados actores como Humphrey Bogart, Lauren Bacall, Gregory Peck, Katharine Hepburn, Kirk Douglas, Burt Lancaster, Gene Kelly, John Huston,Orson Welles, Thomas Mann y Frank Sinatra o periodistas como Edward R. Murrow . Pero no todos jugaron igual, y muchos lamentaron después su ambición y su cobardía, como Elia Kazan, que mantuvo su posición a cambio de la denuncia de muchos compañeros. El problema de aceptar el hecho de militar en la ideología de Carlos Marx, era que el siguiente paso consistía en la exigencia de denuncia de los supuestos correligionarios, lo que invitó a más de uno a huir de su país de nacimiento o de acogida, (Bertol Brecht, Jules Dassin, Charles Chaplin...) Lo más curioso es la interpretación que ahora se da de la persecución a los 10 de la lista negra: "No era importante lo que decían, sino lo que aparentaban, y aparentaban ser un peligro." El propio argumento sí es un peligro: se acusa a los políticos de no explicarse bien, pero si lo hacen se convierten en una menaza. Es difícil razonar contra la sinrazón.
En resumen, un magnífico documental que nos ilustra sobre el peso que tiene el cine en Estados Unidos como formador de opinión, y las batallas que se produjeron hasta que las grandes compañías perdieron la batalla ante el nacimiento del cine independiente, hito marcado por 'Easy Rider' dirigida por Dennis Hopper, que recogía el ambiente de rebeldía y cambio de patrón moral, tras la intervención de los Estados Unidos en una guerra injusta, que además perdió: Vietnam. Con el paso del tiempo se podrán analizar con la misma perspectiva histórica las consecuencias de la Guerra de Irak, ilegal e ilegítima, que emprendió George Bush hijo, con la colaboración de los primeros mandatarios de Gran Bretaña y España.
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