La ceremonia. Claude Chabrol.










Ficha técnica:


Título original: La Cérémonie.
País: Francia.
Año: 1995.
Duración: 126 minutos.

Dirección: Claude Chabrol.
Guión:  Claude Chabrol.
Dirección de Fotografía: Claude Chabrol, Caroline Eliacheff, basado en la novela de Ruth Rendell.
Música: Matthieu Cabrol.
Edición: Monique Fardoulis.
Dirección artística: Daniel Mercier.

Diseño de Vestuario: Corinne Jorry.

Productores: Marin Karmitz.
Co-productores: Christoph Holch, Ira von Glenanth.
Compañías productoras: France 3 Cinéma, MK2 Productions, Olga Film GmbH, Prokino Filmproduktion, Zweites Deutsches Fernsehen; distribución Hispano Folxfilms  S.A.E.

Intérpretes:



Isabelle Huppert : Jeanne la cartero,
Sandrine Bonnaire :  Sophie la buena,
Jean-Pierre Cassel :  Georges Lelievre,
Jacqueline Bisset : Catherine Lelievre,
Virginie Ledoyen : Melinda,
Valentin Merlet : Gilles,
Julien Rochefort :  Jeremie,
Dominique Frot : Señora Lantier,
Jean-François Perrier : Priest,
...

Sinopsis:


Catherine , su esposo Georges Lelievre, su hija Melinda y su hijo adolescente Gilles contratan a una chica que se llama Sophie  para que realice los trabajos del hogar y están contentos con su labor, en una relación que bascula entre el paternalimo (la muchacha, inserta en un mundo ilustrado no sabe leer ni escribir) y lo cortés  ; Georges es amante de la ópera, y reúne a su familia en su torno para escuchar con respeto y silencio sus notas, algo que resultará trágico al final. Sophie hace amistad con la encargada de la oficina de correos, Jeanne, una mujer tóxica que le ofrece apoyo y la  anima a rebelarse contra sus empleadores, aunque la criada permanece sumisa. ya que en el fondo se avergüenza de un secreto,su analfabetismo, que le incomoda en muchas situaciones y encuentra muchas formas de ocultarlo. Cuando Georges le dice a Sophie que no quiere Jeanne en su casa, Sophie se enfrenta a él y Melinda pone al descubierto su 'talón de Aquiles'  y ésta la chantajea. A pesar de todo Melinda le revela a sus padres la carencia de su criada y en medio de una disputa Georges dispara a Sophie;  ella regresa a la  casa con Jeanne... (Claudio Carvalho, Río de Janeiro, Brasil).


Comentario:


La combinación del desempoderamiento que produce la ausencia de todo tipo de instrucción, que define al hombre más que la riqueza, y una mente criminal es endiabladamente maliciosa, máxime si a la asesina, que disfruta con la muerte de sus víctimas, la representa una de las actrices más tóxicas de la modernidad, esa mujer pequeña, que destila perturbación por todos los poros de la piel de su pequeño cuerpo: Isabelle Huppert. No es la primera vez que se aborda el resentimiento que hace pasar a los individuos al lado oscuro, empujados por el rencor que provoca la ausencia de formación intelectual que  aproxima al individuo a posiciones más irracionales.

Stephen Daldry en The Reader abordó la historia de un hombre, que en su madurez se vio obligado a volver al pasado, penar por él  y contar a su hija una historia que hizo sufrir a toda la familia, sin conocer la causa que la provocaba. Cuando era adolescente trabó una relación casual con una mujer mayor que él, por la que se sintió atraído sexualmente; una persona dura y huraña que escondía un secreto y tenía un 'capricho aparente': pedía a su amante que le leyera fragmentos de diversos libros antes de hacer el amor. Una colaboradora necesaria del nazismo, con un sentido del deber que le permitía asesinar, por acción u omisión, sin remordimientos, pero que no podía asumir en público su analfabetismo, hasta tal punto que prefirió pasar el resto de su vida en la cárcel antes que reconocer una carencia que la incapacitaba para dar una orden determinada y rebajaba ostensiblemente la calificación del delito del que era acusada, aunque no de su trayectoria criminal apoyada en la obediencia debida, ante la que no se levantaba ningún prejuicio moral.Una circunstancia conocida y aprovechada por sus compañeras nazis.

El film de Chabrol no sería el mismo sin la presencia de una actriz venenosa como Isabelle Huppert que pone los pelos de punta cuando narra el asesinato de su hija de 4 años, y que atrae a su causa a la infeliz Sophie, interpretada por Sandrine Bonnaire, una aprendiza de bruja a la que no dotan de inocencia ni las dos trenzas que enmarcan su rostro y a la que los complejos que anidan en su mente empujara a buscar el apoyo y el adoctrinamiento de la cartera. La secuencia del crimen alcanza cuotas a las que no llegó ni Terrence Malik en 'Badlands' o 'Asesinos natos' de Oliver Stone, porque ni Martin Sheen ni Woody Harrelson le llegan a la altura de los talones en la representación de la perversidad a la pequeña (de tamaño no de edad) francesa Isabelle Huppert, a la que el propio Chabrol le reservó una horrenda muerte en 'Madame Bovary'.




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