Bright. David Ayer. Ficha técnica.
SOLO UN BRIGHT PUEDE CONTROLAR EL PODER DE LA VARITA
(La Gran Profecía 7:5)
Ficha técnica:
Título original: Bright
País: Estados Unidos
Año: 2017
Duración: 117 minutos
Dirección: David Ayer
Guión: Max Landis
Casting: Mary Vernieu, CSA & Lindsay Graham, CSA
Dirección de fotografía: Roman Vasyanov
Música: David Sardy
Edición: Michael Tronick, ACE, Geoffrey O'Brian
Supervisor efectos visuales: Marcus Taormina
Diseño de Vestuario: Kelli Jones
Maquillaje efectos especiales: Alec Gillis & Tom Woodruff, Jr.
Productores: Eric Newman, p.g.a., David Ayer, p.g.a., Bryan Unkeless, p.g.a., Ted Sarandos
Productores ejecutivos: Adam Merims, Sarah Bowen, Sarah Bremner, Pauline Fischer, Max Landis
Diseño de producción: Andrew Menzies
Compañías productoras: Netflix, Trigger Warning Entertainment
Intérpretes:
Will Smith: Daryl Ward,Joel Edgerton: Nick Jacoby,
Noomi Rapace: Leilah,
Lucy Fry: Tikka,
Edgar Ramirez: Kandomere,
Ike Barinholtz: Pollard,
Brad Henke: Dorghu,
Enrique Murciano: Poison,
Alex Meraz: Serafín,
Veronica Ngo: Tien,
Margaret Cho: Sargento Ching,
Happy Anderson: Montehugh,
Dawn Olivieri: Sherri Ward,
Kenneth Choi: Yamahara,
Chris Browning: Serling,
Andrea Navedo: Capitán Pérez,
Matt Gerald: Hicks,
Kevin Vance: Agente MTF Gordon,
Bobby Naderi: Arkashian.
Sinopsis:
Bright está ambientada en un presenta alternativo en el que conviven seres humanos, orcos, elfos, hadas otros seres diversos desde la noche de los tiempos. Una patrulla de policía está constituida por el humano Daryl Ward (Will Smith) y el orco Jakoby (Joel Edgerton). El relato se centra en una guardia nocturna que cambiará el futuro y el mundo que conocen; a pesar de las diferencias entre ambos, deberán trabajar juntos para proteger a na joven elfo y una misteriosa reliquia, -una varita mágica -, que en caso de caer en manosequivocadas, podría destruirlo todo.
Lo que se dice:
El film que dirige David Ayer con un guion de Max Landis (el hijo de John Landis, director del primer video-clip de la historia, 'Thriller' de Michael Jacson, que se estudia en las Universidades y que firmó su autor por primera vezen la historia de este tipo de creaciones, o de la romántica e inestimable película 'Un hombre-lobo americano en Londres' ) no parece haber gustado mucho a la prensa de los grandes rotativos, ni a los fans del género que hacen sus comentarios en páginas como Filmaffinity, cuya opinión se traduce en una nota media de 5,1, basada 13,872 votos, una participación que, en el nuevo mundo que nos deja el coronvirus, la 'nueva realidad' que muchos, obstinadamente se empeñan en negar, desde posiciones que tienen más que ver con la situación económica y social que con la ideológica (desgraciadamente), ignorando que al virus invisible,el nuevo muerto que busca un huésped donde resucitar, no se le vence con las armas de ayer, ni siquiera con las atómicas, abre nuevos horizontes con la tecnología que ofrecen los asiáticos, que no sólo fabrican 'tapabocas', sino televisores que se pliegan, cuando nosotros no somos capaces de hacer ni una plancha para alisar la ropa. Estos sectores no sólo perdieron la batalla contra el viejo blockbuster norteamericano, sino que llegan inermes a un nuevo enfrentamiento con una plataforma, Netflix, que no sólo se nutre de capital asiático, sino que difunde producciones, (series y películas, en este orden temporal) de Japón, Taiwan, Tailandia o Corea del Sur (el país natal de Bong Joon-ho). La página norteamericana Imdb eleva la nota a 6,3, supuestamente por la participación de los usuarios, 161,249, ya que los argumentos de los críticos estadounidenses no son muy favorables, como veremos. Esta realidad se hace visible en los índices de aceptación que ofrece el Tomatometro de la página Rotten Tomatoes: un 28% de la prensa, basada en 109 reseñas, que no son pocas, y un 83% de la audiencia, pulsada la opinión de 19,320 espectadores.
Los argumentos que dan los críticos, de mayor a menor, son que 'Bright' es la mejor película de Netflix vista hasta la fecha, que merece ser exhibida en la gran pantalla (Peter Debruge, Variety); el dúo que forman Will Smith y Joel Edgerton es encantador y merece una secuela del film (David Griffin, IGN). Críticos españoles y sudamericanos introducen matices tales como: a pesar del exceso de tiroteos y de cámaras lentas que parecen hechas en un gimnasio, es mejor que 'Escuadrón suicida' (Daniel de Partearroyo, Cinemanía); film espectacular en lo visual, pero fallido en su función de entretener (Diego Batlle, Diario 'La Nación'); Bright es sumamente entretenida (Amanda Adame, Cine Premiere); un film bastante efectivo como entretenimiento (Gonzalo Curbelo, Diario 'La Diaria). Aunque aquí vemos grandes contradicciones, los mayores palos le vine a la película de los críticos estadounidenses, que aceptan que los títulos que se pueden ver por streaming compitan por un Oscar porque no tienen más remedio, dada la excepcional situación que atraviesa un país, el viejo Imperio, que cuenta ya con 1,444,370 infectados, de una población total de 328,2 millones de habitantes, que para conseguir una inmunidad de ganado, en la que parece empeñado su líder Donald Trump, necesita infectar a más de 229 millones; si con las cifras actuales han muerto más de 87.000 personas, es fácil deducir las que fallecerían en caso de llegar a unas magnitudes mínims de inmunes. Basta con coger una calculadora. Estos argumentos no son baladíes, sino que vienen bien al film de Ayer.
Las objeciones de los críticos norteamericanos como John DeFore (Te Hollywood Reporter) son que el film gasta más tiempo en crear su propio universo que en potenciar un auténtico debate entre el público. De algo se da cuenta. Para Scott Mendelson (Forbes) 'Bright' es una película de acción con vocación de franquicia, visualmente grotesca, tremendamente aburrida y tan embarullada como la máquina de Hollywood. ¿Qué iba a decir la revista Forbes, encargada de seguir las mayores fortunas del mundo y hacerles publicidad que estimula la experiencia vicaria de los desprovistos de todo?. Para Jordan Hoffman (Vanity Fair) es tan ruidosa y tonta como 'Escuadrón suicida', que duda que proporcione a Netflix la deseada aceptación de la industria de cine norteamericana. No parecen enterarse de nada. Rodrigo Pérez (The Paylist) está más desorientado si cabe y afirma que la película parte de una idea ridícula, horrible y equivocada. Todd Gilchrist (The Wrap) cree que el film construye una metáfora de las razas profundamente estúpida ; parece que todos ellos que se defienden como gato panza arriba de los estrechos lazos que se están estableciendo entre las industrias cinematográficas China y Estados Unidos, que aumentan sus sinergias.
Crítica del blog.
Llegados a este punto, con el film bien contextualizado, lo primero que salta a la vista es que no son pocos los técnicos de todo tipo, escritores, guionistas, realizadores y actores que mueven multitudes, como Will Smith y Joel Edgerton, que ante una seria disyuntiva, trabajar para las nuevas plataformas que se están constituyendo o estar parados, han optado por la primera posibilidad, y justo a directores muy diferentes en estilos y orientaciones ideológicas, que ya una vez, a mediados del siglo pasado, convirtieron a unos en delatores y lanzó a otros al exilio durante el macartismo, han decidido no permanecer cruzados de brazos. Ahora, cuando el mundo lucha con un ser (o no ser; esta es la cuestión) invisible, que viaja a través de agentes más potentes que los que en otro tiempo estuvieron al servicio de Su Majestad Británica, los portadores asintomáticos (es una realidad diabólica; ni el propio Meistófeles la hubiera diseñado mejor), parece acertada su decisión. Bong Hoon-jo sorprendió al mundo cuando recibió todos los galardones de la Academia de Cines Norteamericana, diseñados para premiar a la mejor película (¿qué rondaba por la cabeza de los miembros del jurado?). Junto al cineasta coreano, un estadounidense negro, Jordan Peel, nos dejaba estupefactos, helados, con su película Us, y un vasco, Galder Gaztelu-Urrutia con 'El Hoyo', película que ha alcanzado primeros puestos en Netflix, cuando en sus historias convertían en protagonistas a los sectores sociales a los que el coronavirus está empoderando, mientras que los residuos del pasado se concentran armados o ante los cuarteles para pedir al ejército que intervenga contra un enemigo que no se ve. Hubo otros, como los Hermanos Russo, que, de forma magistral, casi premonitoria, anunciaban la llegada del ángel exterminador que iba a acabar con la mitad de los hombres y mujeres del mundo, un personaje infernal que tomaba el nombre de Tanos, que en el film de Ayer llaman Señor Oscuro, que fue derrotado hace siglos por un Orco, un pueblo dominado que ocupa el escalón social más bajo, que unido a nueve ejércitos, cumplió la profecía Ward, convirtiéndose en el primer brillante, portador de una varita mágica. Un privilegio que puede acabar en las manos de un insignificante y apaleado policía, hoy aplaudido por las masas. Dos hermanas, perteneciente a una organización clandestina llamada en el film Inferni ( Tikka (Lucy Fry) y Leilah, interpretada por Noomi Rapace), que derrotó en otro tiempo a los célebres Illuminati, intentan traer de nuevo al Señor Oscuro, para que, como el covid-19 mate a la mitad de la población mundial y esclavice a los supervivientes. En la clandestinidad opera un grupo llamado 'Escudo de Luz' (ni más ni menos), encargado de arruinar el negocio de las elfo.
El guión de esta historia, escrito en 2017, antes de que nos invadiera el verdadero depredador, y cuando muchos intuíamos que algo iba a pasar, porque los indicios eran preocupantes,- cambio del modo de producción que iba a dejar en la calle a muchos trabajadores y desproveer a unas clases, salidas de la Revolución Francesa; ruptura visible del equilibrio ecológico, con destrucción de las costas, desaparición de especies, etc.-, y en el resultado final se combinan el universo variopinto de David Ayer, que se expresa por medio de grafittis y gusta de la estridencia en el color de los cabellos, los enormes tatuajes (que cubren la espalda del policía que interpreta Will Smith), y que construye su epitome en las pintadas de las paredes de las calles, en las que se inscriben los créditos iniciales con leyendas que anuncian la vuelta de Jirak y el Señor Oscuro, que expulsan del barrio a los Orcos, que hablan de exterminio, del Escudo de Luz o de la Policía de los Ángeles, etc., una puesta en escena que, como la de Escuadrón suicida, hace referencia a esa 'trampa de la diversidad' de que habla Daniel Bernabé en su libro que ha dinamitado los principios del imperio de la mayoría y la lucha por la igualdad de todos los hombres y ha favorecido el enfrentamiento de todos estos grupúsculos*. Un discurso que se escribe con la aportación de un joven, Max Landis (autor del guión de Chronicle, película de Josh Trank (2012), un joven nacido y educado en la sociedad líquida (Zygmunt Bauman), que traslada su imaginario (hadas, elfos, orcos, humanos...) a esta diversidad racial, en la que los bellos elfos, como la raza superior que buscaban en sus experimentos los nazis, dominan la Tierra. Ahora intentaban traer de nuevo al maligno para cumplimentar su tarea inconclusa. Una forma de mirar que puede empatizar con amplias capas de la población joven, que se sienten en plenitud de fuerzas e imbatible, aunque en esta historia triunfa de nuevo la humanidad, eso sí, en una 'nueva realidad'. Guste o no. No hay alternativa que se vislumbre en el horizonte, y la sociedad que reste del sometimiento a la inmunidad de ganado es muy difícil de pronosticar. Esperamos que no nos arrastre a un mundo como el que augura Joseph Kosinski en 'Oblivion'.(2013)
* Daniel Bernabé. La trampa de la diversidad. Cómo el neoliberalismo fragmentó la identidad de la clase trabajadora. Akal/A Fondo, 2018.
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