La mujer en la ventana. Joe Wright. Ficha técnica y crítica.

 


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UN INTENTO FALLIDO DE EMULAR LA OBRA MAGNA DE ALFRED HITCHCOCK, 'LA VENTANA INDISCRETA', SUSTITUYENDO AL PROTAGONISTA MASCULINO POR UNA MUJER.


Ficha técnica:


Título original: The Woman in the Window
País: Estados Unidos
Año: 2021
Duración: 100 minutos

Dirección: Joe Wright
Guion: Tracy Letts, basado en la novela de A.J.Finn
Casting: Ellen Chenoweth
Dirección de Fotografía: Bruno Delbonnel
Música: Danny Elfman
Edición: Valerio Bonelli 
Dirección artística: Nick Francone, Kevin Thomson
Decoración del set: Rena DeAngelo

Diseño de vestuario: Albert Wolsky
Jefe de Departamento de peluquería: Christinne Fennell
Jefe de Departamento de maquillaje: Louise McCarthy

Productores: Eli Bush, Anthony Katagas, Scott Rudin
Diseño de producción: Kevin Thompson
Compañías productoras: Fox 2000 Pictures, Scott Rudin Productions, TSG Entertainment, 20 th Century Fox; distribución: Netflix


Intérpretes:


Amy Adams: Anna Fox, la mujer en la ventana,
Anthony Mackie: ex-marido de Anna,
Julianne Moore:  la ex-mujer del vecino,
Gary Oldman; Alistair Russell, el vecino, el cabeza de familia,
Wyatt Russell: David, inquilino de Anna,
Fred Hechinger: Ethan Russell, el hijo del vecino,
Jennifer Jason Leigh; Jane Russell, la  segunda esposa de Alistair Russell
Brian Tyree Henrich: detective Little,
Tracy Letts: Dr. Landy, psiquiatra de Anna,
...

Sinopsis:


La  última película de Joe Wright tiene como protagonista a una psicóloga infantil, la Doctora Anna Fox, que sufre de agorofobia y pasa sus días encerrada en su casa de Nueva York, bebiendo vino mientras ve viejas películas y espía a sus vecinos. Un día, mientras mira por la ventana, ve algo que sucede enfrente de su casa, en el hogar de los Russell, una familia a la que todo el barrio toma como ejemplar. Nueva adaptación del betseller de A.J.Finn. El guion fue escrito por el actor y escritor, ganador del premio Pullitzer, Tracy Letts, y revisado por Tony Gilroy.

Lo que se dice:


El film no ha gustado nada a los críticos, como revelan las notas medias que ofrecen páginas como la española Filmaffinity, que ofrece una nota media de 4,8, basada en el voto de 1,802 lectores, una media que la norteamericana, como es usual, eleva hasta 5,8, superando la barrera del aprobado, de acuerdo con una muestra bastante más amplia: 21,728 usuarios.

Los argumentos que dan los críticos son demoledores: subproducto pretencioso y vacuo (Elisa Fernández Santos, diario 'El País'); equivalente cinematográfico a una ventana que no merece ser abierta (Kate Erbland, IndieWire) psicothriller sobrecargado y absurdo (Justin Chang, Los Angeles Times); remolino de artificios (Owen Gleiberman, Variety); tramposa y deslucida (Mark Feeney, Boston Globe); tropiezo maldito de Joe Wright, que se ha arrojado a Netflix (Benjamin Lee, The Guardian).

Otros introducen matices: algo que parece y suena a una buena película sin serlo (A.O.Scott, The New York Times); thriller perfectamente satisfactorio que amplifica los efectos audiovisuales (Matt Fowler, IGN); thriller entretenido si te enfrentas a él sin prejuicios, lujoso y efectivo (Daniel Martínez Mantilla, El Español)...


Crítica:



Joe Wright, el cineasta que nos ha legado bellísimas historias de mujeres, ha cometido dos errores básicos: intentar hacer una versión de una obra maestra de meta-cine, 'La ventana indiscreta', y cambiar el sexo del protagonista que pasa a ser una mujer muy inspirada en otra (en determinados momentos la sientes y te dan escalofríos): Kim Novak en la piel de Madeleine en la película 'De entre los muertos'. Otros errores que tuvieron consecuencias los veremos más tarde, aunque son perceptibles desde el primer minuto de la proyección. Sobre 'La ventana indiscreta' se ha escrito mucho y no sólo desde la crítica cinematográfica, sino que ha servido de base para ensayos filosóficos sobre el mito de la caverna de Platón. En nuestro post de 8 de abril de 2012 decíamos: "Toda la historia está narrada desde el punto de vista de Jeff, inmovlizado en una silla de ruedas, tras fracturarse una pierna,  incapacidad  que se convierte en el mac guffin, la excusa que mueve a los personajes y los planos, la fórmula secreta del film. Convertido el protagonista en un mirón  y tras arrastrar a los espectadores a esta posición mental, lo importante es poder  controlar y manipular las reacciones que suscita: ¿miedo?, ¿curiosidad? Las ventanas que se encienden en el patio son los planos,  susceptibles de ser montados, yuxtapuestos   de mil maneras hasta llegar al resultado final. Durante el tiempo de la película, el músico observado desde la ventana de Jeff, va construyendo la melodía con la que concluye la obra, cuyo nombre es Lisa." La cámara entra por la ventana del protagonista, recorre su pierna enyesada, su cuerpo, las paredes con las fotografías de un accidente de tráfico... creando las condiciones mediante este plano-secuencia de la posición del espectador, amarrado a su butaca, expectante ante las historias que se representan en las diferentes estancias que se iluminan en las ventanas del edificio situado enfrente.

Anna padece también una especie de inmovilismo, pero Joe Wright no quiere contarnos la misma historia que Hitchcock, al que rinde un homenaje en la persona de su actor-protagonista, James Stewart, y cambiando el punto de vista gira su cámara hacia la mujer atormentada y la sigue por todas las estancias de una casa que tiene dos pisos y un sótano, focalizando sus temores y alentando su imaginación en una sola de las ventanas de una fachada gemela a la película de Hitchcock. El protagonismo ya no recae en la forma de hacer, en la reflexión del cine sobre el cine mismo, sino en la contemplación de una mujer atormentada que tiene miedo de salir a la calle. El estreno de 'La mujer de la ventana' tropezó con diferentes obstáculos, todos originados en la misma fuente: la selección de un guionista procedente del mundo del teatro, un dramaturgo que recibió el premio Pulitzer, Tracy Letts, que hasta el momento sólo había adaptado sus propias obras, siendo este su primer trabajo independiente de sí mismo. Un fracaso. La película, tal y como estaba concebida, no gustó a la propia compañía, Fox 2000, la productora especializada en adaptaciones literarias e historias destinadas a un público más adulto* (ahora es usual el uso de esta perífrasis, que utiliza Daniel Mantilla en El Español, obviando los conceptos manidos de mainstream y blockbuster), supongo que por su carácter escandalosamente teatral, y encargó unas cuentas escenas a Tony Gilroy, el  guionista de la saga de Bourne y de Rogue One: una historia de Star Wars (vaya humillación para Letts), que a pesar de su pericia no pudo salvar los muebles. Estos contratiempos fueron retrasando la llegada a los cines de la última película de la Fox concebida para su exhibición en salas de proyección, hasta que fue salvada de la hoguera por Netflix, especialmente gracias al elenco de actores, encabezado por Amy Adams, Julianne Moore, Gary Oldman o Wyatt Russell, el hijo de Carl Russell, el score musical a cargo de Dany Elfman o la dirección artística, comandada por Kevin Thomson (Birdman), factores que hacían atractiva la cinta para el gran público, una circunstancia que el tiempo se ha encargado de confirmar. Ni la pandemia, ni la intromisión de Netflix en el negocio, en plena era ya pandémica y con los cines cerrados, son responsables de un producto que nacía muerto por el error de sus promotores que se dedicaron a hacer cine, cuando parece que querían hacer otra cosa. ¿ subproducto pretencioso y vacuo, sobrecargado y absurdo, artificioso?  Un poco de todo ello.

Y es verdaderamente penoso que le haya pasado esto a quien dirigió películas preciosas, intensas, como 'Orgullo y prejuicio' , 'Atonement' o 'Hanna', (prácticamente fue el descubridor de Saoirse Ronan, el mito indie) pero que se dejó arrastrar a un ejercicio diletante, en el que la tensión parece menospreciada y que nos deja fríos donde otros nos han estremecido de miedo con grifos que gotean en la noche, presagiando algo terrible, animales que aparecen fuera de su lugar habitual, planos de detalle de objetos sospechoso y alguna pantalla de ordenador sospechosa, cuando disponía de los mejores en la creación de tensión con la música y el sonido. Lo peor de todo es que  cuando se llega a la set piece, al giro final y definitivo, se confirma la primera impresión, dejando casi sin sentido la que parecía la revelación más importante y convirtiendo el relato en una especie de montaña rusa que conduce ridículamente a la tierra firme, donde todos esperamos llegar al final de nuestra aventura. La película no es más que el resultado de un intento de demostrar cómo se puede hacer bien cine para adultos. Pues no les ha salido bien, pero seguro que público no le va a faltar, que es lo que parece que verdaderamente cuenta. Lo siento por Joe Wright, uno de mis directores favoritos, magnífico cuando hace lo que mejor sabe hacer, retratar a mujeres a la manera del George Cuckor europeo, aunque ya tuvo un tropiezo con Anna Karénina.


* La mujer en la ventana: trailer y secretos del Thriller más hitchcockiano de Netflix con Amy Adams. Daniel Mantilla, El español.

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