El Tranvía (Serie TV) . Crítica

 

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REFLEXION EN TORNO A LOS 5 PRIMEROS CAPÍTULOS (Pinchad aquí)

CRÍTICA:

Como he venido comentando periódicamente, poder hacer un análisis del texto, el contexto y el subtexto de una serie de televisión, especialmente las coreanas que se extienden con frecuencia a lo largo 16 o más episodios (también se estrenan en las plataformas de streaming miniseries), de más de una hora de duración, es un lujo que no se pueden permitir muchos críticos llamados profesionales porque publican en rotativos, generalmente importantes, y que ya no pueden cumplir con su obligación de dar su opinión al público con una semana de antelación, puesto que han podido visionar el film en una cómoda rueda de prensa. Hoy vemos que se arriesgan a emitir una opinión tras ver solo dos capítulos. La primera vez que escribí un post en el blog fue el 11 de enero de 2023; hoy se acaban de estrenar los dos últimos episodios, de contenido denso y muy significativo, que modifica cualquier conclusión a la que se podía haber llegado antes de su emisión. Las plataformas refuerzan de este modo su poder y no dependen tanto de las críticas profesionales. Filmaffinity publicó el 9 de enero, el día del estreno, una breve ficha técnica, acompañada de dos extractos de reseñas, y sin valoraciones numéricas, como tiene por norma; ya no ha publicado nada más, quizá por total imposibilidad. Las reseñas nos anticipan un buen trabajo en la construcción de una historia de tinte político, buenas interpretaciones, y gran intensidad.

En el post de 8 de febrero hacía un inciso sobre la justificación del título: "He considerado que el título del film merecía una consideración especial, porque nuclea todo el subtexto del film. Su justificación aparece, como por azar, en el tercer episodio, en el que una profesora pregunta a sus alumnos adolescentes, si saben qué es un tranvía, y estos contestan que no. No han visto, a causa de su juventud, ninguno de estos viejos medios de transporte. Entonces la profesora, probablemente de ética, les formula el dilema moral del tranvía, un experimento mental de Philippa Foot, una cuestión planteada con frecuencia en derecho penal, e incluso regulada en códigos penales y en derecho civil. El dilema es una pequeña narración que habla de un tranvía que circula fuera de control por su vía y en su camino se hallan 5 personas atadas ella por un filósofo malvado. Afortunadamente existe una solución. Hay una palanca que si la accionas, desvía el tranvía hacia otra vía, pero desgraciadamente, en esta también hay una persona atada por el filósofo. ¿Deberíamos pulsar el botón? Los alumnos se dividen entre la primera y la segunda opción. Ninguna de las dos opciones morales es correcta en sí misma, y los alumnos lo dejan para el día siguiente. Pero el político está obligado a enfrentarse a estos problemas cada día, y su responsabilidad no es transferible a nadie, es personal y no puede delegar. Este es el núcleo de un relato que tiene como protagonista a un hombre que, además de político, es un ser sintiente y racional. Pero todos los cálculos, por muy racionales que sean pueden fallar."

Este es el marco en el que se va a desarrollar el relato, y desde el primer capítulo vemos que la serie  no nos va a defraudar, y que va a estar saltando de una posición ideológica a otra, y demostrando que en un lado y el otro, en una orilla y la otra, no todo es trigo limpio, sino que reina la oscuridad. Todo gira en torno a las agresiones sexuales, su denuncia y las consecuencias, tanto para el agresor como para la agredida. Si el violador o el actor de los abusos se suicida, la mujer va a ser acusada de 'asesina' por la opinión pública, pero si tal cosa no ocurre, y la víctima es la que se quita la vida, el asesino es el hombre. Siempre hay un 'asesino' para la población dividida en bandos. Un diputado del Partido Nacionalista, interpretado por Park Hee-son, es un político que, desde niño (como revela una especie de diario infantil), desea ser un hombre honrado y mejorar el mundo desde su escaño. Casado con Kim Hye-ju, una víctima de maltrato cuando era estudiante de secundaria, tienen una cultura política diferente: ella no quiere mezclarse en la política que defiende su esposo, y es partidaria de arreglar sus problemas personalmente, aunque eso suponga humillarse y pedir perdón a quienes le han arruinado la vida, o incluso sobornar con dinero. No cree en el bien común, lo que la situaría en una de las vías ¿Cuál? Sin embargo, todos estamos obligados , por activa o por pasiva, a resolver este dilema, y, finalmente la repercusión de su decisión será mucho mayor que si ella hubiera sido el adversario más fuerte (y el más corrupto) de su marido, confiando al fin, en que todos los daños colaterales se olvidan, como ya hemos dicho otras veces, en la sociedad gaseosa en que vivimos.

La serie juega fuerte, para poder situar a esta mujer, que cree más en cualquiera que la sepa manejar, incluida una chica que se persona en su casa y se aloja en ella, amparándose en una gran mentira, y que odia profundamente a su marido porque es menos vulnerable, aunque también recuerda los años felices que pasó con sus maltratadoras. Los creadores de la serie no nos lo ponen fácil (no puedo hacer spoiler), pero sí hacen explícitas unas reflexiones que nos hacen dudar como individuos, porque esta es la solución que triunfa, la individual, mientras que todas las normas pactadas entre gobierno y oposición, encaminadas al bien común, a la defensa de los intereses de la población, son desechadas en un parlamento dominado por los más poderosos. Kim Hye-ju se siente bien, porque ha solucionado todos sus problemas personales, aunque no los de sus teóricos protegidos, porque han callado demasiado tiempo y no tienen pruebas de los abusos, por lo que no van a ser juzgados los agresores, mientras ellas permanecen en el anonimato, pero han utilizado su desgracia para hundir al diputado, que debe pagar su culpa por todos los que se han escapado, (o suicidado, una opción que se le  niega a él), mientras la sociedad sigue su marcha habitual de abusos-suicidios, pero además pierde ayudas de todo tipo para los que más lo necesitan. Aprovechando la crisis del diputado, el Partido Popular no solo rechaza su reforma sobre los abusos sexuales y el castigo de los culpables, sino una docena de normas más pactadas con el Partido Nacionalista que reforzaban el estado del bienestar coreano. No es fácil resolver este dilema, y así lo pone en evidencia la serie; el espectador se queda aturdido, como le ocurre cada día en la vida misma, cuando un asunto personal se cruza en la aprobación de leyes que lo benefician. De nada sirve y a nadie conforma el hecho de que el diputado del gobierno, el enemigo más feroz del protagonista, sea embarrado en un lío de prostitución, o el amante de la joven de que hemos hablado antes sea también detenido por fraude. Ni un caso ni otro tienen que ver con el dilema que se plantea, sino la oportunidad de denunciar a alguien cuando está a punto de aprobarse una importante Ley, cuando se ha guardado silencio durante años. Una magnífica reflexión, que nos deja igual de mal que cuando se plantea en una clase el dilema ético de 'El Tranvía'.