El sacrificio de un ciervo sagrado. Yorgos Lanthimos.




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y/o las compañías productoras y distribuidoras


Ficha técnica conocida:


Título original: The Killing of a Sacred Deer.
País: Reino Unido/Irlanda.
Año: 2017. Fecha de estreno: 1 de diciembre de 2017
Duración: 109 minutos.

Dirección: Yorgos Lanthimos.
Guión: Yorgos Lanthimos, Efthymis Filippou.
Francine Maisler, D.Lynn Meyers.
Dirección de Fotografía: Thimios Bakatatakis.
Dirección artística: Daniel Baker,
Decoración del set: Holly Fisk.

Diseño de Vestuario: Nancy Seiner.
Responsable de maquillaje: Jodi Byrne; jefe de departamento: Tina Roesler Kerwin.
Jefe de departamento de peluquería: Tanya Tierman.


Productores:Ed Guiney, Yorgos Lanthimos, Andrew Lowe,
Productores ejecutivos: Daniel Battsek, Nicki Hatting, David Kosse, Amit Pandya, Anne Sheehan, Gabrielle Stewart, Kamen Velkovsky, Peter Watson.
Diseño de producción: Jade Healy.
Compañías productoras: Element Pictures, A24, Film4, New Sparta Films; distribución: A24.


Intérpretes:



Nicole Kidman : Anna Murphy,
Colin Farrell : Steven Murphy,
Alicia Silverstone : Madre de Martin,
Raffey Cassidy : Kim Murphy,
Barry Keoghan :Martin,
Bill Camp : Matthew,
Sunny Suljic : Bob Murph,
Resto del elenco en Imdb


Sinopsis:



Steven es un eminente cirujano casado con Anna, una respetada oftalmóloga. Viven felices junto a sus dos hijos, Kim y Bob. Cuando Steven entabla amistad con Martin, un niño de dieciséis años sin padre, a quien decide proteger, los acontecimientos dan un giro siniestro, y es que, el neurólogo observa desesperado cómo sus hijos contraen una enfermedad que él es incapaz de explicar. Steven tendrá que escoger entre cometer un impactante sacrificio o arriesgarse a perderlo todo.



Lo que se dice:


El estreno de un film de Yorgos Lanthimos ( Kinetta, Canino, Alps, Langosta ) es siempre un acontecimiento que no debemos pasar por alto. Los griegos han hecho una mala digestión de la crisis que estamos atravesando, que a nadie le ha sentado bien, excepto a los césares de las nuevas tecnologías y unos cuantos hombres que se reúnen en Davos, un hecho que denuncia sin paliativos en 'Un reportero en la montaña mágica' Andy Robinson. Pero el cineasta griego no ofrece nunca una amable y romántica velada, y como dice uno de sus críticos en alguno de los festivales, 'les dio el desayuno'.

Hay que ver cualquiera de sus películas para sentir una mirada desnuda, misántropa, nihilista y descarnada, que llega a tocar el hueso y hace daño, y que abarca el dolor que los nuevos señores del universo están haciendo a la humanidad, como el temor de salir de casa, del que se ocupan otras producciones, como 'Llega de noche', aunque las connotaciones son distintas; el concebir negocio en las situaciones más trágicas que el hombre debe soportar y que da sentido al término, nec-otium, de quienes no descansan en la búsqueda del dorado, o la imposibilidad de la pareja frente a la imposibilidad de vivir solo, y un largo etcétera que da forma a todos nuestros fantasmas que se extienden de forma transversal entre las distintas capas sociales. Lo que le hace diferente a otros realizadores es que no busca metáforas amables, sino perturbar a su público, despertarlo y hacerle reaccionar. Sus imágenes tienen poco de humanas, como poco de humanas son las que penetran en nuestra retina cada día en la calle, en el trabajo, o a través la televisión, que podemos soportar por esa capacidad del ser humano de saltar de forma inconsciente de un pensamiento a otro. Lanthimos va a intentar que no nos distraigamos que veamos la realidad de frente y que nos de ganas de vomitar.

Cuando se estrenó 'Canino' Jordi Cota dijo: "Canino no promete una velada agradable y expone al espectador a más de una imprevista modulación del cine de la crueldad y las poéticas de la provocación. Su habilidad para describir la lógica secreta de un universo enfermizo, sin privilegiar lecturas simbólicas por encima de su interpretación literal como puro cuento de horror, revela en Lanthimos a un delicado orfebre de materiales oscuros, con un meritorio manejo del humor negro..." (Jordi Costa. La Familia y ni uno más. Diario 'El País'); ahora con motivo del estreno de "El sacrificio de un ciervo sagrado"  Luís Martínez dice: "Hay películas que en realidad son otra cosa. Y ésas, acostumbran a ser las imprescindibles. The killing of a sacred deer (El asesinato de un ciervo sagrado), de Yorgos Lanthimos, por ejemplo, se parece bastante a las producciones anteriores del director de Canino, Alpes o Langosta. Y sin embargo, es diferente. Mucho más precisa y menos pendiente de la ocurrencia, del relámpago del genio, se ofrece al espectador como una auténtica exhalación ." 1

La verdad es que Fausto Fernández que aconseja el film a los 'temerosos de gélidos ángeles vengativos', acaba confirmando que uno de los efectos colaterales de estrenos de directores provocadores es el estimulo de los que escriben sobre ellos, y lo cierto es que el crítico concluye rizando el rizo en demasía: "La asunción de este peaje a un pecado se reparte entre todos los personajes de esta tenebrista pintura enmarcada en pasillos interminables iluminados por hirientes luces de neón. Stanley Kubrick y Carl Theodor Dreyer invaden los márgenes del extraño mundo de (preposición presente en el texto original)  y promiscuidades morales, sexuales, tan caras a Yorgos Lanthimos. La ira de Dios como la mutación definitiva de una odisea donde el monolito es una piedra sacrificial."

En Estados Unidos, aunque se ha mantenido alta la valoración (79% de la prensa, consultadas 179 reseñas, y 69% del público, pulsada la opinión de 6907 usuarios, según la página Rotten Tomatoes), ha decaído algo el entusiasmo, y se ha tachado el film del griego de perfectamente elaborado, pero con unos personajes tan poco humanos que parecen diseñados para servir a Lanthimos y no a su historia (Kaleem Aftab, The Independent); difícil de aguantar por el desafío y la provocación, algo a lo que tiene derecho el director (Peter Debruge, Variety). Más duros son los indies, como David  Ehrlich (Indiewire), para quien  'El sacrificio de un ciervo sagrado' es la película más aterradora de Lanthimos, aunque, generalmente, no logra un buen mestizaje entre lógica y emoción y sus conclusiones explican a la vez todo y nada.

Hay muchas más críticas de periódicos de las dos Américas, Inglaterra y Europa, que demuestran que el cineasta de un pequeño país metido en apuros muy gordos concita el mismo interés que lo que despectivamente algunos llaman blockbuster. Los podéis leer en inglés y castellano en Filmaffinity, pero mejor aún, sabiendo que el film es de lectura difícil y en absoluto contemplativa con nada ni con nadie, es verla y después reflexionar sobre ella.




1 .'FESTIVAL DE CINE DE CANNES'. The killing of a sacred deer', de Yorgos Lanthimos El cine como perfecta herramienta de sacrificio.
2. Para temerosos de gélidos ángeles vengativos. Fotogramas.





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