La espera. Piero Messina. Crítica.
El cine en tiempo de coronavirus
Bicho realizado por Mar Cordellat Almela
UN FILM QUE ESTREMECE EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS
Ficha técnica, sinopsis, críticas, cartel (Pinchad aquí)
La espera acoge la llegada de una nueva y talentosa mirada. con Sicilia como telón de fondo. Piero (ayudante de dirección de Paolo Sorrentino en La Gran Belleza navega por un amplio rango de emociones para contarnos la extraña e irresistible relación entre dos mujeres de diferentes generaciones. La ganadora de un Oscar Juliette Binoche interpreta a Anna, quien conocerá a la novia de su hijo los días próximos a Pascua. (Filmin).
No son pocos los teóricos académicos que elaboran su discurso en torno a la imagen fílmica de la mujer, la que proyecta el cine en su papel de madre, de amiga, de compañera o de amante, y el realista italiano las aborda en su conjunto. Dice Jordi Costa en el Diario 'El País' ('Ritual del ausente') que Piero Messina es "un formalista capaz de subordinar su estilo a algo tan puro y desnudo como el rostro de una actriz".Pero esto es algo que le ocurre generalmente a un director, ya sea hombre o mujer, -pensemos en Naomi Kawase y el papel que representa la actriz francesa en Viaje a Nara -, cuando selecciona para desempeñar el papel de protagonista a Juliette Binoche, una actriz hierática, fría, pero de mirada intensa, profunda y muy elocuente cuando calla (impactante la secuencia final cuando deambula por el centro de una procesión de penitentes, en los que cree ver los ojos de su hijo a través de los agujeros que se abren en sus máscaras), unos recursos personales que explota el director italiano.
En su opera prima, Piero Messina, que se ha formado al lado de Paolo Sorrentino, con el que colaboró en 'La Grande Belleza', un director con mucho músculo, te atrapa desde las primeras secuencias, cuando Jeanne llega a la casa de Anna (Juliette Binoche). Desde el principio el director y guionista (la historia es suya) convierte al público en su cómplice, y éste observa con el corazón apretado a la joven novia del hijo de una mujer, la madre de su novio, en cuya casa se está realizando un agasajo a los asistentes a un entierro, sin explicitar en ningún momento la identidad del muerto. Durante 100 minutos se abre una ventana por la que el espectador, como un voyeur privilegiado, contempla un baile de máscaras entre dos mujeres, una joven, vital, ansiosa de encontrarse con su novio,y una mujer madura, a ratos vital, a ratos con los ojos humedecidos, consciente de las razones que mueven a una y la otra.
En L'attesa se intuye algo más de lo que se hace explícito. Hemos aconsejado películas impactantes sobre la madre, su relación con el hijo que va más allá de esta vida y que las empuja a reacciones incomprensible en otro tipo de relación (Mother de Bong Joon-ho, e incluso Mala hierba de Kheiron, en la que Catherine Deneuve desempeña el rol de una madre biológica sin serlo) y junto a ella, quien quiere morir sin su amante, un sufrimiento que se adivina menos permanente. El abrazo final de ambas mujeres reproduce la imagen de la Piedad de Miguel Ángel, en la que Ana llora por ambas, una representación visual muy intensa del sufrimiento por lo que se ha perdido.
La podéis ver en Filmin.
No son pocos los teóricos académicos que elaboran su discurso en torno a la imagen fílmica de la mujer, la que proyecta el cine en su papel de madre, de amiga, de compañera o de amante, y el realista italiano las aborda en su conjunto. Dice Jordi Costa en el Diario 'El País' ('Ritual del ausente') que Piero Messina es "un formalista capaz de subordinar su estilo a algo tan puro y desnudo como el rostro de una actriz".Pero esto es algo que le ocurre generalmente a un director, ya sea hombre o mujer, -pensemos en Naomi Kawase y el papel que representa la actriz francesa en Viaje a Nara -, cuando selecciona para desempeñar el papel de protagonista a Juliette Binoche, una actriz hierática, fría, pero de mirada intensa, profunda y muy elocuente cuando calla (impactante la secuencia final cuando deambula por el centro de una procesión de penitentes, en los que cree ver los ojos de su hijo a través de los agujeros que se abren en sus máscaras), unos recursos personales que explota el director italiano.
En su opera prima, Piero Messina, que se ha formado al lado de Paolo Sorrentino, con el que colaboró en 'La Grande Belleza', un director con mucho músculo, te atrapa desde las primeras secuencias, cuando Jeanne llega a la casa de Anna (Juliette Binoche). Desde el principio el director y guionista (la historia es suya) convierte al público en su cómplice, y éste observa con el corazón apretado a la joven novia del hijo de una mujer, la madre de su novio, en cuya casa se está realizando un agasajo a los asistentes a un entierro, sin explicitar en ningún momento la identidad del muerto. Durante 100 minutos se abre una ventana por la que el espectador, como un voyeur privilegiado, contempla un baile de máscaras entre dos mujeres, una joven, vital, ansiosa de encontrarse con su novio,y una mujer madura, a ratos vital, a ratos con los ojos humedecidos, consciente de las razones que mueven a una y la otra.
En L'attesa se intuye algo más de lo que se hace explícito. Hemos aconsejado películas impactantes sobre la madre, su relación con el hijo que va más allá de esta vida y que las empuja a reacciones incomprensible en otro tipo de relación (Mother de Bong Joon-ho, e incluso Mala hierba de Kheiron, en la que Catherine Deneuve desempeña el rol de una madre biológica sin serlo) y junto a ella, quien quiere morir sin su amante, un sufrimiento que se adivina menos permanente. El abrazo final de ambas mujeres reproduce la imagen de la Piedad de Miguel Ángel, en la que Ana llora por ambas, una representación visual muy intensa del sufrimiento por lo que se ha perdido.
La podéis ver en Filmin.
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