El amor es la meta. Lee Jae-hoon. Critica.
CHAVAL POBRE, BEBÉ RICO
Ficha técnica, intérpretes, lo que se dice (Pinchad aquí)
Crítica.
No puede estar todo el mundo equivocado cuando los críticos de cine norteamericanos, que de esto saben, califican esta película en Imdb con un 7,9, y los economistas advierten de que el centro cultural y económico se está desplazando hacia el Pacífico (Tribus de Europa, partiendo de planteamientos más convencionales y arraigados en el viejo mundo, hablan de un enfrentamiento del continente con Corea del Norte, y se olvidan de Corea del Sur). Lee Jae-hoon selecciona para esta serie a cuatro actores Yim Si-wan, (Vida incompleta, Kim Won-sok)) Shin Se-kyung (La historiadora novata, Goo Hae-ryung),Choi Sooyoung y Kang Tae-oh (My First First Love).
No sólo la imagen es inmejorable, sino que estas historias están muy bien contadas y muy bien representadas por el buen trabajo de los técnicos de casting, y suelen dejar un buen recuerdo en los espectadores. Ya decíamos al publicar la ficha técnica que, aunque el relato giraba en torno a un corredor de fondo, seguro que los 16 episodios no iban a limitarse a hacer una crónica del deporte y del enfrentamiento de los deportistas, que también lo hace y de la forma más dura y radical. Este es el contexto en el que se sitúan dos historias de amor prácticamente imposibles: un estudiante universitario, un pintor excepcional, que da clases particulares para subsistir y se enamora de la SEO de una de las compañías más importantes de Seúl, su Rapunzel a la que tiene que rescatar de su torre de cristal,, y un joven corredor hijo de un diputado aspirante a presidir el país y una actriz célebre, que se enamora de una dobladora de películas, que también hace el papel de script cuando no hay posibilidad de que los miembros del equipo técnico, norteamericanos, puedan dialogar e intercambiar órdenes y recomendaciones con los especialistas coreanos.
El background tiene como núcleo el desmoronamiento de la sociedad patriarcal de un país en el que los más jóvenes ya no se prestan, a pesar de las presiones, a ceder ante un matrimonio convenido en una cita a ciegas. El personaje que representa Choi Sooyoung, Ah Seo-dan, se hace pasar por lesbiana para que la dejen en paz, y poco a poco van saliendo chicos y chicas del armario y los progenitores tienen que aceptar porque no pueden vulnerar las leyes del país, aunque quedan algunos, también madres como en Something in the Rain de Ahn Pan-suk, que incluso pegan a los hijos rebeldes. El papel de Yim Si-wan, como hijo del poderoso empresario y político, es más difícil, pero lo realiza a la perfección, ya que es un chico hierático, de apariencia fría y rostro impenetrable, un resiliente como en 'Vida incompleta', en la que asumía el rol de un jugador de go, que había tenido que dejar su pasión y la posibilidad de convertirse en un campeón, para ayudar a su madre. Una frialdad y alejamiento que a los nacidos en el Mediterráneo no deja de sorprender, pero que dice mucho de la idiosincrasia coreana.
Es precisamente esa contención de que hace gala Ki Seon-gyeon, una especie de resistencia gandhiana, la que permite que, al final se llegue a un happy end en el que todos se reconcilian con todos y el gran perdedor es el patriarca, al que le quedan dos opciones contradictorias: ceder ante su familia o pescar solo en el río. Es también destacable, aunque lo hacemos siempre que comentamos un film coreano, la distancia que guardan los amantes, lo que les cuesta llegar al contacto físico más casto, conscientes de que el roce más inocente que sugiera una relación amorosa supone el mayor atentado a la realización personal y el desarrollo de una actividad profesional independiente de la compañera o compañero, meditando mucho la posibilidad de compartir piso . El joven pintor es más apasionado y reflexivo, pero logra derribar el muro que rodea a la intocable con su osadía y su talento. Una serie interesante, de 16 capítulos, aptos para aquel al que le interese conocer cómo evoluciona una sociedad patriarcal hacia una mayor promiscuidad de jóvenes de todos las clases, orientación sexual, status social y posibilidades económicas, contemplada con un filtro poético nada ñoño.
Ante todo, está preciosa y detallista serie coreana, es un tratado del amor, no solo del romántico. Es la búsqueda del amor propio, el amor filial, el amor entre hermanos. De las dos parejas protagónicos, la más intensa y con un final más difícil de anticipar fue la secundaria. Las actuaciones, todas, son impresionantes, con un guión plagado de diálogos y de contrapuntos. Y la única salida, ante los miedos y los desencuentros, los errores termina siendo el amor y es tan claro el mensaje, que inclusive, quedan dos pequeñas referencias, para el amor hacia las mascotas. Me sorprendió, desde el primer capítulo, la sensación pacífica, tranquilizadora que deja en claro. Un tema aparte, es lo distantes, poco cariñosos en sus demostraciones de afecto, que una vez más, se muestran
ResponderEliminarentre las jóvenes parejas, y son parte de la idiosincrasia coreana. Aunque esto último, resulta un tanto frustrante, para una mirada latina. En fin, es una obra de arte magnífica, llena de sentidos, muy cuidada en los detalles y preciosas imágenes.
Muy interesante tu mirada hacia la parte humana y emocional del film, y estoy de acuerdo contigo en que esa mirada distante de las parejas, ese miedo al compromiso y la tendencia a la misogamia puede ser frustrante para un espectador latino, pero cada día más se extiende entre nosotros ese mismo miedo a perder la independencia en una relación de pareja, y se controlan más las expresiones del sentimiento. Un saludo.
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